lunes, 16 de noviembre de 2009
lunes, 9 de noviembre de 2009
INFORMACIÓN EXTRA
La Cultura Del Terror.
“La extorsión, el insulto, la amenaza,
El coscorrón, la bofetada, la paliza,
El azote, el cuarto obscuro, la ducha helada,
El ayuno obligatorio, la comida obligatoria,
La prohibición de salir,
La prohibición de decir lo que piensa,
La prohibición de hacer lo que sienta,
Y la humillación pública,
Son algunos de los métodos de penitencia y tortura
Tradicionales en la vida de la familia.
Para castigo de la desobediencia y escarnio de la
Libertad. La tradición familiar perpetúa una cultura
Del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos
A mentir y contagia la peste del miedo. Los derechos
Humanos tendrían que empezar por casa.”
Eduardo Galeno, Uruguay 1989
Violencia: Implica el uso de la fuerza y/o abuso del poder. Mayormente es una conducta aprendida.
Existen varios tipos y grados de violencia, entre ellas podemos mencionar: violencia económica dirigida a los consumidores; delincuencia organizada, entre ellas trafico de drogas; raciales o sociales; política y/o militar; de guante blanco; tecnológica, etc. Con consecuencias tanto en la estructura de organización socio-política-cultural y económica de los pueblos como en el ámbito individual con efectos físicos, emocionales, sociales y económicos. La violencia también se observa en el nivel microsocial en la forma de violencia familiar.
La violencia familiar es una relación de abuso crónica y cíclica (alternan fases violentas con seudo tranquilas que corresponden a miedo y esperanza) y que trasciende en el desempeño y en los vínculos presentes y futuros de la persona creando muchas veces círculos viciosos. En esta relación cualquier persona está expuesta a ser víctima o victimario independientemente de su clase social, sexo, religión, status, etc.
En la situación de victimización familiar se considera de significación epidemiológica la violencia dirigida a mujeres, niños y ancianos.
Esta violencia se puede realizar por acción: abuso físico, emocional, sexual, financiero; abandono: físico, emocional o financiero. También de manera indirecta o sea por presenciar un acto de violencia, sobretodo en el caso de menores.
Estos problemas pasan muchas veces inadvertidos por considerarlos normales a la luz de los valores socio-culturales con los que se maneja una sociedad. Un punto fundamental sería el reconocer la violencia como tal y por lo tanto como un problema a ser tenido en cuenta.
Violencia Sexual
La violencia sexual es todo acto sexual, o la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo.
La coacción puede abarcar una amplia gama de grados de uso de la fuerza. Además de la fuerza física, puede entrañar la intimidación psíquica, la extorsión u otras amenazas, como la de daño físico, la de despedir a la víctima del trabajo o de impedirle obtener el trabajo que busca. También puede ocurrir cuando la persona agredida no está en condiciones de dar su consentimiento, por ejemplo, porque está ebria, bajo los efectos de un estupefaciente o dormida o es mentalmente incapaz de comprender la situación.
Formas y contextos de la violencia sexual
Los actos de violencia sexual pueden ser muy variados y producirse en circunstancias y ámbitos muy distintos. Entre ellos, cabe señalar:
– la violación en el matrimonio o en las citas amorosas;
– la violación por parte de desconocidos;
– la violación sistemática durante los conflictos armados;
– las insinuaciones o el acoso no deseados de carácter sexual, con inclusión de la exigencia de mantener relaciones sexuales a cambio de favores;
– el abuso sexual de personas física o mentalmente discapacitadas;
– el abuso sexual de menores;
– el matrimonio o la cohabitación forzados, incluido el matrimonio de menores;
– la denegación del derecho a hacer uso de la anticoncepción o a adoptar otras medidas de protección contra las enfermedades de transmisión sexual;
– el aborto forzado;
– los actos de violencia que afectan en a la integridad sexual de las mujeres, incluida la mutilación genital femenina y las inspecciones obligatorias para comprobar la virginidad;
– la prostitución forzada y la trata de personas con fines de explotación sexual.
La forma más común de contacto forzado es mediante las relaciones sexuales por vía vaginal.
La violencia sexual se registra en todos los países. Aunque en la mayoría de ellos el tema ha sido poco investigado, los datos disponibles indican que, en algunos, casi una de cada cuatro mujeres puede ser víctima de violencia sexual por parte de su pareja, y hasta la tercera parte de las adolescentes informa que su primera experiencia sexual fue forzada.
La violencia sexual tiene efectos muy profundos en la salud física y mental. Además de las lesiones físicas, se asocia con un mayor riesgo de experimentar diversos problemas de salud sexual y reproductiva, cuyas consecuencias pueden ser inmediatas o de largo plazo.
La violencia sexual también puede afectar profundamente al bienestar social de las víctimas, ya que pueden ser estigmatizadas y aisladas por su familia y otras personas por esa causa
El coito forzado puede gratificar sexualmente al agresor, aunque muchas veces el objetivo subyacente es una expresión de poder y dominio sobre la persona agredida. A menudo, los hombres que obligan a su cónyuge a tener relaciones sexuales con ellos creen que este acto es legítimo porque se trata de su esposa.
En muchos casos, la violación de mujeres y hombres se usa como un arma de guerra, como una forma de ataque al enemigo que simboliza la conquista y la degradación de las mujeres o de los combatientes varones capturados. También puede usarse para castigar a las mujeres por transgredir las normas sociales o morales, como las que prohíben el adulterio o embriagarse en público. Las mujeres y los hombres también pueden sufrir violaciones cuando están detenidos por la policía o encarcelados.
La violencia sexual cometida por los hombres está arraigada en gran medida en la ideología de los derechos de los hombres en materia sexual. Estos sistemas de creencias dejan a las mujeres muy pocas alternativas legítimas para negarse a las insinuaciones sexuales. Así, muchos hombres simplemente no consideran que exista la posibilidad de que sus insinuaciones sexuales a una mujer sean rechazadas o que esta tenga el derecho de tomar una decisión autónoma sobre su participación en la relación sexual. En muchas culturas, tanto las mujeres como los hombres consideran que el matrimonio significa que prácticamente no existen límites al grado de disponibilidad de la mujer para las relaciones sexuales, aunque desde un punto de vista cultural, estas puedan estar prohibidas en determinados momentos, como después del parto o durante la menstruación. Las normas sociales sobre el uso de la violencia como medio para lograr un objetivo han sido asociadas estrechamente con la prevalencia de la violación. En las sociedades donde la ideología de la superioridad masculina está muy arraigada, y se hace hincapié e n el predominio, la fuerza física y el honor de los hombres, la violación es más habitual. En los países donde existe una cultura de la violencia o que se encuentran inmersos en un conflicto violento, casi todas las formas de violencia aumentan, entre ellas la sexual.
Fuentes
Los datos sobre la violencia sexual generalmente provienen de la policía, los centros clínicos, las organizaciones no gubernamentales y las investigaciones mediante encuestas. La relación entre estas fuentes de información y la magnitud mundial del problema de la violencia sexual puede representarse por un iceberg flotando en el agua - La pequeña punta visible representa los casos denunciados a la policía. Una sección más grande puede descubrirse a través de las investigaciones mediante encuestas y el trabajo de las organizaciones no gubernamentales. Pero bajo la superficie queda una parte sustancial aunque no cuantificada del problema.
Muchas mujeres no denuncian la violencia sexual a la policía por vergüenza, por temor a que se las culpe de la situación. Por otra parte, es posible que los datos de los consultorios de medicina forense reflejen los incidentes de abuso sexual más violentos. La proporción de mujeres que recurren a los servicios médicos para resolver los problemas inmediatos relacionados con la violencia sexual también es relativamente pequeña.
También hay diferencias significativas entre las culturas en lo que hace a la decisión de revelar los actos de violencia sexual a los investigadores.
Violencia sexual en la pareja
En muchos países, una proporción significativa de las mujeres víctimas de violencia física también sufren abuso sexual. En México y en los Estados Unidos, los estudios efectuados permiten calcular que 40% a 52% de las mujeres cuyo compañero íntimo ejerce violencia física hacia ellas, también han sido obligadas por este a tener relaciones sexuales. A veces, la violencia sexual se inflige sin recurrir a la violencia física. En el estado de Uttar Pradesh, en la India, 7% de los integrantes de una muestra representativa de más de 6 000 hombres informaron haber maltratado física y sexualmente a sus esposas, 22% manifestaron que habían ejercido violencia sexual sin emplear la violencia física y 17% dijeron que solo habían empleado la violencia física.
Los resultados de estos estudios indican que la agresión sexual por la pareja no es infrecuente ni tampoco privativa de alguna región del mundo en particular. Por ejemplo, 23% de las mujeres del norte de Londres informaron que alguna vez en su vida habían sido víctimas de una violación o un intento de violación por parte de su pareja. En varias otras ciudades se han obtenido cifras similares: Guadalajara (México) (23,0%), León (Nicaragua) (21,7%), Lima (Perú) (22,5%).
Iniciación sexual forzada
Una cantidad creciente de estudios, realizados especialmente en África al sur del Sahara, indican que la primera experiencia sexual de las muchachas a menudo es no deseada y forzada. Cuando se les preguntó sobre las consecuencias de rechazar las relaciones sexuales, 77,9% de los casos de estudio y 72,1% de las testigos dijeron que temían ser golpeadas si se negaban. En los estudios en que se ha incluido tanto a hombres como a mujeres en la muestra, la prevalencia informada de violaciones o coacción sexual ha sido mayor entre las mujeres que entre los varones. Por ejemplo, casi la mitad de las mujeres adolescentes sexualmente activas que participaron en un estudio que incluyó a varios países del Caribe, declararon que sus primeras relaciones sexuales fueron forzadas, en comparación con un tercio de los varones adolescentes. En Lima, el porcentaje de mujeres jóvenes que decían haber sido iniciadas sexualmente por la fuerza fue casi cuatro veces mayor que el de varones jóvenes (40% y 11%, respectivamente)
Violaciones múltiples
En todo el mundo hay mucha información sobre las violaciones en que participan no menos de dos agresores. Sin embargo, la información sistemática sobre el alcance del problema es escasa. En Johannesburgo (Sudáfrica), los estudios de seguimiento de las mujeres que asisten a los consultorios de medicina forense después de una violación permitieron determinar que un tercio de ellas habían sido víctimas de violaciones múltiples. Los datos nacionales sobre las violaciones y las agresiones sexuales en los Estados Unidos revelan que cerca de una de cada diez agresiones sexuales se produce con la participación de varios autores. La mayoría de estos ataques son cometidos por personas desconocidas por sus víctimas. Sin embargo, este modelo difiere del de Sudáfrica, donde los novios muchas veces participan en las violaciones múltiples.
Tráfico de personas con fines de explotación sexual
Todos los años, cientos de miles de mujeres y niñas de todo el mundo son compradas y vendidas para que ejerzan la prostitución o se conviertan en esclavas sexuales. Las investigaciones realizadas en Kirguistán han permitido calcular que alrededor de 4 000 personas de ese país habían sido víctimas de ese tipo de tráfico en 1999 y que los principales destinos eran China, Alemania, Kazajstán, la Federación de Rusia, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. De ellas, 62% informaron que se habían visto obligadas a trabajar sin percibir remuneración alguna, en tanto que más de 50% dijeron haber sido víctimas de maltrato físico o torturas por parte de sus empleadores. En un informe de la Organización Mundial contra la Tortura se señaló que, entre 1990 y 1997, más de 200 000 mujeres de Bangladesh habían sido víctimas de trata. Unas 5 000 a 7 000 mujeres y niñas nepalesas por año habían sido objeto de comercio ilícito a la India. También se ha informado de trata de mujeres tailandesas a Japón. La trata de blancas también se lleva a cabo dentro de algunos países, muchas veces de las zonas rurales a las urbanas. Canadá y Estados Unidos son también un destino importante de la trata internacional de mujeres. En un estudio realizado con el auspicio de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, se calculó que entre 45 000 y 50 000 mujeres y niños ingresan anualmente al país en el marco de esa actividad. Entre 1996 y 1999, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos elevó a los tribunales más de 150 casos de trata. La mayoría tenía menos de 25 años de edad, y muchas, entre 15 y 18 años. La mayor parte provenía de Europa central y oriental, especialmente de Albania, y también de Colombia, Nigeria y Perú.
Muchos de los factores que inciden en el plano nacional tienen una dimensión internacional. Por ejemplo, las tendencias mundiales al libre comercio han venido acompañadas de un aumento de los desplazamientos de las mujeres y las niñas por todo el mundo en busca de trabajo, incluida la prostitución. Los programas económicos de ajuste estructural propuestos por los organismos internacionales han agravado la pobreza y el desempleo en varios países, incrementando las posibilidades de trata de mujeres y de violencia sexual, un fenómeno observado especialmente en Centroamérica, el Caribe y en ciertas zonas de África.
La violencia sexual contra los profesionales del sexo
Sean o no víctimas de trata, los profesionales del sexo están muy expuestos tanto a la violencia física como sexual, en especial en los lugares donde la prostitución es ilícita .
Violencia sexual contra los hombres y los niños
La violencia sexual contra los hombres y los niños es un problema grave. Sin embargo, ha sido dejado de lado por las investigaciones, salvo en lo que se refiere al abuso sexual infantil. La violación y otras normas de coacción sexual contra los hombres y los niños se producen en diversos ámbitos, entre ellos el hogar, el lugar de trabajo, las escuelas, la calle, en las fuerzas armadas y durante las guerras, así como en las cárceles y en las comisarías.
En las cárceles, el coito forzado puede darse entre los presidiarios como forma de establecer jerarquías de respeto y disciplina. En muchos países también se informa ampliamente sobre casos de violencia sexual cometida por funcionarios de los servicios penitenciarios, policías y soldados. Este tipo de violencia puede ejercerse obligando a los presidiarios a tener relaciones sexuales entre sí, como una forma de „entretenimiento o a prestar servicios sexuales a los funcionarios o directores de la institución penitenciaria. En otros lugares, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres pueden ser violados como „castigo por su comportamiento, pues se considera que transgreden las normas sociales.
La magnitud del problema
Los estudios realizados principalmente en los países desarrollados indican que entre 5% y 10% de los hombres han declarado haber sido objeto de abuso sexual en la niñez. En varios estudios basados en la población, realizados con adolescentes de algunos países en desarrollo, el porcentaje de varones que declararon haber sido víctimas de una agresión sexual en alguna oportunidad varía entre 3,6% y 20,0% (Perú). Asimismo, los estudios llevados a cabo en los países tanto industrializados como en desarrollo indican que no es infrecuente que la primera relación sexual haya sido forzada. Lamentablemente, hay pocas estadísticas confiables sobre la cantidad de niños y hombres violados en ámbitos tales como las escuelas, las cárceles y los campamentos de refugiados.
La mayoría de los expertos considera que las estadísticas oficiales subestiman considerablemente la cantidad de hombres víctimas de violación. Los datos probatorios disponibles indican que la probabilidad de que los hombres denuncien una agresión sexual a las autoridades es aun menor que en el caso de las mujeres. Existen diversas razones por las cuales se denuncian menos episodios de violación masculina de los que realmente suceden. Entre ellas cabe mencionar la vergüenza, la culpa o el miedo a no ser creído o a ser denunciado por lo ocurrido. Los mitos y la existencia de prejuicios muy arraigados sobre la sexualidad masculina también son un obstáculo para que los hombres presenten una denuncia.
Consecuencias de la violencia sexual
Como sucede con las víctimas femeninas del abuso sexual, las investigaciones indican que es probable que las víctimas masculinas de este tipo de agresiones tengan diversas consecuencias de orden psíquico, tanto inmediatamente después de la agresión como a más largo plazo. Estas incluyen culpa, ira, ansiedad, depresión, estrés postraumático, disfunciones sexuales, afecciones somáticas, alteraciones del sueño, alejamiento de la pareja e intento de suicidio. Además de estas reacciones, en algunos estudios realizados con adolescentes varones también se determinó que existía una relación entre haber sido víctima de una violación y el abuso de sustancias, las conductas violentas, el robo y el ausentismo escolar.
Aborto
Se denomina aborto a la interrupción del embarazo antes de que el feto pueda desarrollar vida independiente. Se habla de parto prematuro si la salida del feto desde el útero tiene lugar cuando éste ya es viable (capaz de una vida independiente), por lo general al cabo del sexto mes de embarazo.
El aborto puede ser espontáneo o inducido. Los fetos expulsados con menos de 0,5 kg de peso o 20 semanas de gestación se consideran abortos.
Se calcula que el 25% de todos los embarazos humanos finalizan en aborto espontáneo, y tres cuartas partes de los abortos suceden en los tres primeros meses de embarazo. Algunas mujeres tienen cierta predisposición a tener abortos, y con cada aborto sucesivo disminuyen las posibilidades de que el embarazo llegue a término.
Las causas del aborto espontáneo no se conocen con exactitud. En la mitad de los casos, hay alteración del desarrollo del embrión o del tejido placentario, que puede ser consecuencia de trastornos de las propias células germinales o de una alteración de la implantación del óvulo en desarrollo. También puede ser consecuencia de alteraciones en el entorno materno. Se sabe que algunas carencias vitamínicas graves pueden ser causa de abortos en animales de experimentación.
El síntoma más común de una amenaza de aborto es el sangrado vaginal, acompañado o no de dolor intermitente. El tratamiento para una situación de riesgo de aborto consiste en llevar reposo en cama. En mujeres con varios abortos puede ser necesario el reposo en cama durante todo el embarazo. El tratamiento con vitaminas y hormonas también puede ser eficaz.
En un aborto espontáneo, el contenido del útero puede ser expulsado del todo o en parte; sin embargo, en ocasiones, el embrión muerto puede permanecer en el interior del útero durante semanas o meses: es el llamado aborto diferido. La mayor parte de los médicos recomiendan la excisión quirúrgica de todo resto embrionario o placentario para eliminar las posibilidades de infección o irritación de la mucosa uterina.
El Aborto Inducido es la interrupción deliberada del embarazo mediante la extracción del feto de la cavidad uterina. En función del periodo de gestación en el que se realiza, se emplea una u otra de las cuatro intervenciones quirúrgicas siguientes: la succión o aspiración puede ser realizada durante el primer trimestre (hasta la duodécima semana). Mediante el uso de dilatadores sucesivos para conseguir el acceso a la cavidad uterina a través del cérvix (cuello del útero), se introduce un tubo flexible conectado a una bomba de vacío denominado cánula para extraer el contenido uterino. Puede realizarse en un periodo de tiempo que va de cinco a diez minutos en pacientes no internadas. A continuación se introduce una legra (instrumento metálico en forma de cuchara) para eliminar por raspado cualquier resto de las cubiertas uterinas. El método de aspiración, introducido en China en 1958, pronto sustituyó al método anterior de dilatación y legrado (en el que la legra se utilizaba para extraer el feto). Durante la primera parte del segundo trimestre la interrupción del embarazo se puede realizar por una técnica especial de legrado-aspiración combinada a veces con fórceps, denominada dilatación y evacuación (DE). La paciente debe permanecer ingresada en el hospital puesto que puede haber hemorragias y molestias tras la intervención. A partir de la semana 15 de gestación el método más empleado es el de infusiones salinas. En esta técnica se utiliza una aguja hipodérmica o un tubo fino para extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico del útero a través de la pared abdominal. Este líquido es sustituido lentamente por una solución salina concentrada al 20%. Entre 24 y 48 horas empiezan a producirse contracciones uterinas, que producen la expulsión del feto y la paciente puede abandonar el hospital uno o dos días después. Los abortos tardíos se realizan mediante histerotomía: se trata de una intervención quirúrgica mayor, similar a la cesárea, pero realizada a través de una incisión de menor tamaño en la parte baja del abdomen. Como alternativa a estos procedimientos, existe una píldora denominada RU-486 que bloquea la hormona progesterona y es eficaz en los primeros 50 días de gestación. La RU-486 se desarrolló en Francia y en 1988 se legalizó su uso.
Los abortos del primer trimestre son relativamente sencillos y seguros cuando se realizan en condiciones clínicas adecuadas. Los riesgos de complicaciones aumentan de manera paralela a la edad de la gestante y consisten en infecciones, lesiones del cuello uterino, perforación uterina y hemorragias. Hay situaciones clínicas concretas en las que un aborto inducido, incluso tardío, supone menor riesgo para la paciente que la terminación del embarazo.
REGULACIÓN DEL ABORTO
En la antigüedad la realización de abortos era un método generalizado para el control de natalidad. Después fue restringido o prohibido por la mayoría de las religiones, pero no se consideró una acción ilegal hasta el siglo XIX. El aborto se prohibió para proteger a las mujeres de intervenciones quirúrgicas que, en aquella época, no estaban exentas de riesgo; la única situación en la que estaba permitida su práctica era cuando peligraba la vida de la madre. En ocasiones también se permitía el aborto cuando había riesgos para la salud materna.
Durante el siglo XX la legislación ha liberalizado la interrupción de embarazos no deseados en diversas situaciones médicas, sociales o particulares. Los abortos por voluntad expresa de la madre fueron legalizados primero en la Rusia posrevolucionaria de 1920; posteriormente se permitieron en Japón y en algunos países de la Europa del Este después de la II Guerra Mundial. A finales de la década de 1960 la despenalización del aborto se extendió a muchos países.
Las razones de estos cambios legales fueron de tres tipos:
1) El infanticidio y la mortalidad materna asociada a la práctica de abortos ilegales;
2) La sobrepoblación mundial;
3) El auge del movimiento feminista.
Hacia 1980, el 20% de la población mundial habitaba en países donde la legislación sólo permitía el aborto en situaciones de riesgo para la vida de la madre. Otro 40% de la población mundial residía en países en los que el aborto estaba permitido en ciertos supuestos —riesgo para la salud materna, situaciones de violación o incesto, presencia de alteraciones congénitas o genéticas en el feto— o en situaciones sociales especiales (madres solteras o con bajos ingresos). Otro 40% de la población mundial residía en países donde el aborto estaba liberalizado con las únicas condicionantes de los plazos legales para su realización. El movimiento de despenalización para ciertos supuestos, ha seguido creciendo desde entonces en todo el mundo y ha sido defendido en las conferencias mundiales sobre la mujer, especialmente en la de Pekín de 1995, aunque todavía hay países que sobre todo por razones religiosas se ven presionados a mantener legislaciones restrictivas y condenatorias con respecto al aborto.
Objeción de conciencia
Objeción de conciencia, posibilidad de que el sujeto se niegue a cumplir un mandato legal apelando al imperativo de conciencia. Como consecuencia de la libertad de pensamiento y de creencias, algunas constituciones prevén la posibilidad de que el sujeto pueda adecuar su conducta personal respecto a esas convicciones que es libre de tener.
Existe asimismo la objeción de conciencia a practicar abortos. Ello puede deberse a motivos religiosos, pero también puede tratarse de razones éticas, ideológicas, intelectuales, humanitarias y de otra índole.
Se da cuando el equipo médico o sanitario no interviene en la operación por razones morales o religiosas, al entender que el feto goza de vida propia desde la concepción, aunque la legislación del país obligue a su participación. Después de que la administración verifique las razones alegadas, podrá ser dispensado del deber además de la pena correspondiente. En china las mujeres no pueden negarse a un aborto, la multa por ello es demasiado alta para que la pudiesen asumir.
Además del homicidio hay otros delitos contra la vida humana bien diferenciados: el parricidio, que consiste en matar a un ascendiente, descendiente o cónyuge; el infanticidio, que comete la madre cuando, para ocultar su deshonra, mata a su hijo recién nacido; el asesinato, que consiste en matar a otra persona con alevosía, premeditación o ensañamiento, o mediando recompensa o precio; la inducción al suicidio.
Por su parte, el delito de aborto tiene un tratamiento muy diferente en las distintas legislaciones penales, según el grado de permisividad de cada una. Pero en el plano penal jamás puede ser considerado homicida el autor de un delito de aborto, y cuando se divulgan en determinados círculos antiabortistas radicales equiparaciones entre ambos delitos, se trata sin duda de una identificación equivocada desde el punto de vista penal, pues el aborto nunca puede ser considerado como delito contra la vida humana independiente. Téngase en cuenta que el feto, desde una perspectiva jurídica, no es persona (al margen de que así se le considere desde algunas interpretaciones morales o religiosas) por lo que falta el primer requisito del delito de homicidio, el que atañe a la víctima.
Posición de la Iglesia
En otras cuestiones la Iglesia ha sido más conservadora y no menos inflexible. La prohibición de los métodos artificiales de control de natalidad fue reiterada por el papa Pablo VI en su encíclica Humanae vitae (1968). Este documento levantó objeciones en círculos teológicos e incluso episcopales, algo insólito para el pontificado moderno. Aunque su importancia aún se debate, es desde luego la afirmación más autorizada al respecto dentro de la Iglesia católica, cuya frontal oposición a las leyes de liberalización del aborto ha provocado respuestas políticas en contra de la voluntaria interrupción del embarazo en algunos países occidentales. Aunque la Iglesia permite que las mujeres administren la eucaristía y realicen otras funciones en circunstancias extraordinarias, prohíbe que sean ordenadas sacerdotes o diáconos. Para los sacerdotes del rito romano el matrimonio está prohibido de forma taxativa.
Los mormones se oponen al ecumenismo y básicamente están en contra del aborto, del control de la natalidad y del sacerdocio femenino. Al igual que muchos protestantes, se consideran a sí mismos una organización opuesta al secularismo y al compromiso liberal. No obstante, y a pesar de que su tasa de natalidad es más alta que la media estadounidense, ha descendido de forma notable. Además, en la actualidad tienen permitido cierto control de la natalidad. Si bien están en contra del divorcio, en ciertos lugares existe una cierta práctica.
La Violencia Sexual En Las Escuelas.
Para muchas jóvenes, el lugar donde son objeto de coacción o acoso sexual con mayor frecuencia es la escuela. En un caso extremo de violencia ocurrido en 1991, 71 adolescentes fueron violadas por sus compañeros de clase y otras 19 murieron en un internado en Meru (Kenya). Si bien gran parte de las investigaciones sobre este tema se realiza en África, no resulta claro si esto se debe a que en esa región la prevalencia del problema es particularmente elevada o si, sencillamente, ha tenido mayor visibilidad que en otras partes del mundo. Lo más probable es que el acoso de las muchachas por los varones sea un problema mundial. En el Canadá, por ejemplo, 23% de las niñas habían sido víctimas de acoso sexual en la escuela. Sin embargo, las investigaciones realizadas en África han permitido poner de manifiesto que los docentes desempeñan un papel importante en la facilitación o el ejercicio de la coacción sexual. En un informe de Africa Rights se informó que en hubo casos de docentes que intentaron tener relaciones sexuales con sus alumnas a cambio de darles buenas calificaciones o no reprobarlas. En una encuesta nacional realizada recientemente en Sudáfrica, que incluía preguntas sobre las experiencias de violación antes de los 15 años de edad, se comprobó que los docentes eran responsables de 32% de las violaciones de niños denunciadas. En un estudio retrospectivo de casos denunciados de abuso sexual a los niños, realizado en Zimbabwe durante un período de ocho años (1990 a 1997), se comprobó que las tasas de abuso sexual cometido por los maestros de las escuelas primarias rurales eran elevadas. Muchas de las víctimas habían sido niñas de 11 a 13 años de edad, y el tipo de abuso sexual más prevalente era la relación sexual con penetración.
En Los Centros De Atención De Salud
En muchos países se ha informado de violencia sexual contra los pacientes en los establecimientos de salud. Por ejemplo, en un estudio sobre los médicos sancionados por cometer delitos sexuales en los Estados Unidos, se comprobó que el número de casos había aumentado de 42 en 1989 a 147 en 1996, y que la proporción de medidas disciplinarias relacionadas con este tipo de delitos había aumentado de 2,1% a 4,4% en el mismo período. No obstante, este incremento podría ser reflejo de una mayor predisposición a presentar las denuncias correspondientes.
Otras formas documentadas de violencia sexual contra las pacientes incluyen la participación del personal médico en la práctica de la clitoridectomía en Egipto, los exámenes ginecológicos forzados y la amenaza de abortos forzados en China y las inspecciones de la virginidad en Turquía. La violencia sexual es parte de un problema más amplio de la violencia ejercida contra las pacientes por trabajadores de la salud, que ha sido denunciado en muchos países y al que hasta hace poco se había prestado escasa atención. También se ha informado de acoso sexual a enfermeras por parte de los médicos varones
Durante los conflictos armados y en los campamentos para refugiados
La violación se ha usado como estrategia en muchos conflictos, por ejemplo en Corea durante la Segunda Guerra Mundial, así como en diversos conflictos armados. En algunos conflictos de este tipo, como los de Rwanda y las repúblicas de la Antigua Yugoslavia, la violación se ha usado como una estrategia deliberada, dirigida a socavar los vínculos comunitarios y por ende la percepción del enemigo, y además como herramienta para la “depuración étnica”.
En un estudio llevado cabo en Monrovia (Liberia), se comprobó que era más probable que quienes denunciaran haber sido víctimas de intento de violación y coacción sexual durante el conflicto fueran las mujeres de menos de 25 años de edad que las de 25 o más (18% y 4%, respectivamente). Las mujeres obligadas a cocinar para alguna de las facciones en guerra corrían un riesgo significativamente mayor.
Otra consecuencia inevitable de los conflictos armados es la desintegración económica y social, que puede obligar a gran número de personas a prostituirse, una observación que también vale para los refugiados que huyen de los conflictos armados o de desastres naturales tales como las inundaciones, los terremotos o las tormentas muy destructivas.
Los refugiados que huyen de los conflictos armados y otras situaciones de peligro muchas veces se exponen a ser víctimas de violaciones en su nuevo ámbito.
Formas “culturales” de violencia sexual
Matrimonio de niños
El matrimonio se usa muchas veces para legitimar una variedad de formas de violencia sexual contra la mujer. En muchos lugares del mundo existe la costumbre de casar a los niños pequeños, en especial a las niñas. Esta práctica, legal en muchos países, es una forma de violencia sexual, ya que los niños afectados no pueden dar o negar su consentimiento. En la mayoría de los casos, es poco o nada lo que saben sobre el sexo antes de casarse. Por consiguiente, es muy común que esta situación los atemorice y que los primeros encuentros sexuales sean forzados. El matrimonio precoz es muy común en África y Asia Meridional, aunque también se da en Oriente Medio y en algunos lugares de América Latina y Europa oriental. El matrimonio a los 7 u 8 años de edad no es infrecuente.
En otras regiones, como en América Latina por ejemplo, se ha informado de casos de primeros matrimonios contraídos a edad temprana en Cuba, Guatemala, Honduras, México y Paraguay. En Canadá, Estados Unidos y Europa occidental, la proporción de niñas que se casan antes de los 19 años de edad es menor que 5% (por ejemplo: 1% en Canadá, Suiza y el Reino Unido, 2% en Bélgica y Alemania, 3% en España, y 4% e n Estados Unidos) .
Aunque muchas veces es la pobreza lo que impulsa al matrimonio de menores, ciertos factores como el deseo de mantener la pureza sexual de una niña joven y protegerla de las relaciones sexuales prenupciales, la infección por el VIH y las insinuaciones sexuales no deseadas, también son algunas de las razones que esgrimen las familias para justificar esos matrimonios.
Otras costumbres que llevan a la violencia
En muchos lugares existen otras costumbres que no son el matrimonio entre menores pero que también suponen el ejercicio de violencia sexual contra las mujeres. Por ejemplo, en Zimbabwe, existe la costumbre denominada ngozi, según la cual una niña puede ser entregada a una familia como compensación por la muerte de uno de sus integrantes varones a manos de un miembro de la familia de aquella. Al llegar a la pubertad la niña deberá tener relaciones sexuales con el hermano o el padre del difunto a fin de procrear un hijo que reemplace al muerto. Según otra costumbre, denominada chimutsa mapfiwa (“herencia de esposa”), cuando muere una mujer casada, su hermana tiene la obligación de reemplazarla en su matrimonio.
¿Cuáles son los factores de riesgo en la violencia sexual?
Explicar la violencia sexual contra la mujer se complica por la multiplicidad de formas que adopta y la diversidad de circunstancias en que se produce. Se observa una superposición apreciable entre las diversas modalidades de la violencia sexual y la violencia infligida por la pareja- Hay ciertos factores que aumentan el riesgo de que una persona sea coaccionada con fines sexuales o de que un hombre determinado fuerce sexualmente a otra persona. También hay ciertos factores en el ambiente social, entre los que cabe mencionar a los pares y la familia, que influyen en la probabilidad de que se produzca una violación y determinan la reacción de ese entorno. Las investigaciones indican que los diversos factores tienen un efecto aditivo, de modo que cuantos más sean los que intervengan en una situación determinada, tanto mayor será la probabilidad de que se ejerza violencia sexual. Además, la importancia de un factor determinado puede variar en las distintas etapas de la vida.
Factores que aumentan la vulnerabilidad de las mujeres
Una de las formas más comunes de violencia sexual en todo el mundo es la perpetrada por la pareja, lo que lleva a concluir que uno de los factores de riesgo más importantes para las mujeres (en cuanto a su vulnerabilidad ante la agresión sexual) es estar casada o convivir con una pareja. Otros factores que influyen en el riesgo de violencia sexual comprenden:
La edad: Las mujeres jóvenes generalmente corren mayor riesgo de violación que las mujeres mayores. Según los datos de los sistemas de administración de justicia y los centros de crisis para casos de violación de Chile, Estados Unidos, Malasia, México, Papua Nueva Guinea y Perú, entre la tercera y las dos terceras partes de las víctimas de agresiones sexuales tienen 15 años de edad o menos.
consumir alcohol u otras drogas; El consumo de alcohol o drogas hace más difícil que las mujeres puedan protegerse, interpretando adecuadamente los signos de advertencia y reaccionando como corresponde. El consumo de bebidas alcohólicas también puede colocar a las mujeres en situaciones donde las posibilidades de toparse con un agresor potencial son mayores
Haber sido violada o abusada sexualmente con anterioridad; Existen ciertos datos probatorios que permiten vincular el abuso sexual en la niñez o la adolescencia con los modelos de victimización durante la edad adulta. Se comprobó que quienes habían sido violadas antes de los 18 años de edad tenían dos veces más probabilidades de ser violadas en la edad adulta que las que no habían sido violadas durante la niñez o la adolescencia (18,3% y 8,7%, respectivamente). Los efectos del abuso sexual temprano también pueden extenderse a otros tipos de problemas en la edad adulta: experimentar problemas sexuales, de salud mental, de violencia doméstica y otros
Tener muchos compañeros sexuales; No está claro si el hecho de tener mayor número de compañeros sexuales es una causa o una consecuencia de los malos tratos (incluido el abuso sexual) durante la niñez. (Nicaragua) se comprobó que las mujeres que habían sido víctimas de violación o de intentos de violación durante la niñez o la adolescencia era más probable que tuviera más compañeros sexuales durante la edad adulta que las mujeres no maltratadas o que las mujeres maltratadas moderadamente
Ser profesional del sexo;
Mejorar el nivel de instrucción y aumentar la independencia económica, al menos cuando lo que está en juego es la violencia sexual en la pareja; Las mujeres corren mayor riesgo de violencia sexual y de violencia física por parte de su pareja cuanto mayor sea su nivel de instrucción y, por ende, su capacidad de realización social. En una encuesta nacional realizada en Sudáfrica se comprobó que las mujeres sin instrucción tenían mucho menos probabilidades de ser víctimas de la violencia sexual que las que tenían niveles de instrucción más altos La explicación probable es que una mayor capacidad social de la mujer genera mayor resistencia de estas a las normas patriarcales, por lo que los hombres suelen recurrir a la violencia para tratar de recuperar el control. La relación entre la mayor capacidad de realización social y la violencia física tiene la forma de una U invertida: al aumentar aquella, el riesgo es mayor hasta un nivel determinado, más allá del cual comienza a convertirse en factor de protección. No obstante, todavía no se sabe si esto también es válido para la violencia sexual.
La pobreza. Las mujeres y las niñas pobres quizá corran mayor riesgo de violación mientras realizan sus tareas cotidianas que las que están en mejor situación económica. La violación puede producirse, por ejemplo, cuando regresan solas del trabajo al hogar a horas avanzadas de la noche, o cuando trabajan en el campo solas. Los hijos de las mujeres pobres suelen tener menos supervisión materna cuando no están en la escuela, ya que a madre puede estar trabajando y no cuenta con los medios necesarios para contratar a alguien para que los cuide. De hecho, es posible que los propios niños estén trabajando y por lo tanto sean vulnerables a la explotación sexual. La pobreza obliga a muchas mujeres y niñas a buscar ocupaciones que suponen un riesgo relativamente elevado de violencia sexual, en especial la prostitución. También les genera enormes presiones para encontrar o mantener un trabajo, realizar actividades comerciales y, si están estudiando, obtener buenas calificaciones, todo lo cual las hace vulnerables a la coacción sexual de quienes pueden prometerles estas cosas. Las mujeres más pobres también corren mayor riesgo de violencia por parte de su pareja íntima, de la cual la violencia sexual suele ser una manifestación.
Factores que aumentan el riesgo de que los hombres cometan una violación
Los datos sobre los hombres propensos a la violencia sexual son relativamente escasos y corresponden en su mayor parte a los violadores detenidos, salvo en los Estados Unidos, donde también se han realizado investigaciones sobre los estudiantes universitarios varones. Pese a que el volumen de información sobre los hombres proclives a ejercer la violencia sexual es limitado, se tiene la impresión de que se trata de un fenómeno que afecta a casi todos los países (aunque los niveles de prevalencia sean distintos), a todas las clases socioeconómicas y a todos los grupos de edad, de la niñez en adelante. Estos datos también indican que la mayoría de ellos ejercen la violencia contra mujeres que ya conocen. Entre los factores que aumentan el riesgo de que un hombre cometa una violación cabe mencionar los que guardan relación con las actitudes y creencias, así como las conductas originadas por determinadas situaciones y condiciones sociales que hacen viable la perpetración de actos de abuso y los sustentan.
Factores que aumentan el riesgo de que los hombres cometan una violación
Factores individuales. Se ha demostrado que es más probable que los hombres proclives a ejercer la violencia sexual consideren que sus víctimas son las responsables de la violación y tengan menos conocimiento de sus efectos sobre estas. Quizá malinterprete las “señales” emitidas por las mujeres en los ámbitos sociales y carezca de las inhibiciones que intervienen en la supresión de las asociaciones entre el sexo y la agresión. También se asocia con la preferencia por las relaciones sexuales impersonales y con la tendencia a refirmar los intereses personales a expensas de los de los demás. Otro factor son las actitudes de enfrentamiento con el sexo opuesto, según las cuales las mujeres son adversarios a quienes es preciso desafiar y conquistar.
El consumo de alcohol y drogas Se ha demostrado que uno de los efectos del alcohol es desinhibir determinado tipo de conductas sexualmente agresivas; lo mismo ocurre con algunos estupefacientes, en especial la cocaína. El alcohol tiene determinados efectos psicofarmacológicos, como reducir las inhibiciones, nublar el entendimiento y disminuir la capacidad para interpretar las “señales” de los demás. La probabilidad de que los hombres actúen violentamente cuando beben es mayor porque consideran que no se los hará responsables de su comportamiento. También se asocian con la bebida ciertas formas de violencia sexual grupal.
Las fantasías sexuales coercitivas y otras actitudes y creencias que apoyen la violencia sexual
Las tendencias impulsivas y antisociales
La preferencia por las relaciones sexuales impersonales
Los sentimientos de hostilidad hacia las mujeres
Los antecedentes de abuso sexual durante la niñez
El haber presenciado situaciones de violencia doméstica durante la niñez
Factores relacionales
Las relaciones con pares delincuentes y sexualmente agresivos
Un ambiente familiar caracterizado por la violencia física y la falta de recursos
Una relación o un ámbito familiar fuertemente patriarcales
Los ámbitos familiares carentes de contención emocional
Un ámbito en que el honor familiar se considera más importante que la salud y la seguridad de la víctima
Factores comunitarios
La pobreza está vinculada tanto con el ejercicio de la violencia sexual como con el riesgo de ser víctima de ella. Varios autores han alegado que la relación entre la pobreza y la perpetración de actos de violencia sexual está mediada por ciertas formas de crisis de identidad masculina. la violación se convierten en norma, en la medida en que los hombres vuelcan su agresión contra las mujeres que ya no pueden controlar mediante una estructura patriarcal o sostener económicamente.
La falta de oportunidades laborales
La falta de apoyo institucional del sistema policial y judicial
La tolerancia general a la agresión sexual en la comunidad
La falta de sanciones comunitarias estrictas contra los perpetradores de la violencia sexual.
Factores sociales: Los factores que operan a nivel social e influyen en la violencia sexual comprenden las leyes y las políticas adoptadas por el país en relación con la igualdad de género en general y con la violencia sexual en particular. También inciden las normas relativas al uso de la violencia. En algunos países es común que la familia apoye a sus miembros para que hagan todo lo necesario, incluso recurrir al asesinato, para mitigar la “vergüenza” asociada con una violación u otra trasgresión sexual.
En varias zonas de Papua Nueva Guinea, las mujeres pueden ser castigadas mediante la violación pública realizada por una pandilla, muchas veces con la anuencia de los ancianos de la comunidad.
La agresión sexual se considera muchas veces como una característica que define la virilidad en el grupo.
La existencia de normas sociales que favorecen la violencia sexual
La existencia de normas sociales que sustenten la superioridad masculina y el derecho sexual
La falta de leyes y políticas estrictas relacionadas con la violencia sexual
La falta de leyes y políticas estrictas relacionadas con la igualdad de género
El elevado nivel de criminalidad y otras formas de violencia
La respuesta familiar a la violencia sexual, que culpa a las mujeres sin castigar a los hombres, haciendo hincapié, en cambio, en reparar la “pérdida” del honor familiar.
Si bien muchas familias tratan de proteger de la violación a sus miembros femeninos y también pueden hacer que las hijas empleen métodos anticonceptivos para evitar los signos visibles si fueran violadas, no es frecuente que se ejerzan presiones sociales significativas para controlar a los hombres jóvenes o persuadirlos de que está mal obligar a una mujer a tener relaciones sexuales.
La profundidad con que están arraigadas en la comunidad las creencias sobre la superioridad masculina y el derecho de los hombres a tener relaciones sexuales afectará enormemente a las probabilidades de que se produzcan actos de violencia sexual. También incidirá el grado de tolerancia de la comunidad hacia las agresiones sexuales y la gravedad de las sanciones contra los agresores, si las hubiera
Delitos Sexuales
Delito Sexual: Conducta de extrema crueldad sobre víctimas indefensas donde corre riesgo su vida. El victimario recurre al engaño e inspira confianza para luego convertirse confundiendo e incapacitando así a la víctima para defenderse. Se puede clasificar los delitos sexuales en:
• Voyeurismo
• Exhibicionismo
• Acoso Sexual
• Incesto
• Pedofilia
• Trata de blancas
• Violación
Homosexual
Heterosexual (de hombres a mujeres en mayor numero)
Voyeurismo: Aquellos que sienten placer observando la desnudez de otros y o un acto sexual de otros. Es delito cuando se produce sin su consentimiento o se realiza a menores que no tienen conciencia de lo que se les pide.
Exhibicionismo: El fin del exhibicionista es ser mirado ya sea masturbándose o solo mostrar su genitalidad con expresiones groseras, no intenta el contacto sexual pero si busca provocar un shock emocional en la víctima, por eso eligen a menores que se asusten o atemoricen, desea obtener una mirada de horror.
Mayormente eligen lugares cercanos a escuelas, plazas o iglesias. Por lo cual muchas niñas pueden negarse a ir a la escuela por haberlo visto.
Los exhibicionistas presentan tendencia sadomasoquistas, deseos compulsivos y obsesivos. Sus victimas predilectas son menores, adolescentes y religiosas.
Pueden producir efectos psíquicos desde indignación, susto, angustia hasta conmoción o negativa a concurrir a algunos lugares.
Acoso sexual: se entiende al abuso de poder para intimidar sexualmente a un subalterno o menor a través de amenazas verbales. Causa humillación e indignación o vergüenza dependiendo de la persona que la recibe. Es una expresión de la violencia de género.
Frecuentes modos de hostigamiento sexual son los acercamientos corporales no deseados, tales como tocamientos, roces, manoseos, pellizcos, abrazos, caricias; invitaciones insistentes a salir, piropos vulgares, bromas sexuales, cartas, llamadas o la presencia no deseada de materiales de naturaleza sexual, alusiones irrespetuosas al cuerpo, preguntas o comentarios no deseados de naturaleza sexual; requerimientos de un profesor hacia sus alumnas de tener encuentros inusuales fuera del aula.
El hostigamiento debe ser entendido como una imposición de requerimientos sexuales no deseados. Es esto precisamente lo que distingue el hostigamiento de las interacciones amistosas o relaciones consensuales que pueden surgir en un contexto de trabajo o estudio;
las más frecuentes víctimas de hostigamiento sexual son las mujeres, tal como lo revelan estudios en diversos países, pero también pueden ser acosados sexualmente los hombres.
El hostigamiento sexual tiene graves implicancias de naturaleza social e individual. Impide a quien lo sufre de participar en igualdad de condiciones en las diferentes esferas del quehacer humano, limita la estabilidad y el bienestar en el empleo y la educación, y crea un ambiente hostil muy perjudicial para la salud física y mental de la acosada.
Incesto: relación sexual entre parientes consanguíneos donde se superponen dos conductas la violación y la pedofilia ya que es más común entre los 5 a 16 años y de padre a hija. En estos casos las víctimas son doblemente vulnerables por la edad y por el parentesco.
La Madre (algunas reaccionan con firmeza)
a) Muerta o ausente por trabajo u otros
b) Sabe pero no denuncia formándose un triangulo de amor y odio entre madre-hija-padre. Actitud ambivalente e inmadurez afectiva.
• Defienden la idea de familia y tienen una dependencia económica. Lo que la lleva a ser ciega y sorda.
• Sus percepciones dependen de una selección automática, niega, olvida, no da valor a ciertas situaciones. Ej. A que el padre se encierre en el baño con la hija.
• Se justifican por todo. No lo imaginaba, el padre los mima, etc.
Las madres se caracterizan por estar ausentes, disminuir sus percepciones, encuadrarse en la auto justificación y darle prioridad a la cohesión familiar.
La Familia se aísla reforzando la vulnerabilidad de la víctima.
El Padre presenta una adaptación a la realidad precaria, inestable, inmaduro, dificultad para establecer relaciones sociales. Presenta confusión de roles, y problemas en el juicio de sí mismo y en su autoconciencia. Son individuos que son considerados respetables y suelen alegar en caso de denuncia que la víctima miente.
Las Niñas creen que si hablan pueden destruir a la familia. Que la madre la castigue o que suceda algo peor. No saben con quien hablar. Presentan trastornos de personalidad, sentimientos de culpa, depresión. Su percepción y sentimientos familiares destruidos producen conductas autodestructivas como drogadicción, alcoholismo, suicidio, prostitución, etc. También presentan cambios de conducta, no quieren que nadie las toque, se niegan a ir a casa, aislamiento, problemas repentinos, pesadillas. No pueden crear relaciones de confianza con sus compañeros, se aíslan, son una víctima que simboliza el sacrificio y el atributo de salvadora de la familia, puesto que al no denunciar preserva la unidad familiar y al mismo tiempo protege a los hermanos menores; portan un secreto, una vergüenza y una culpabilidad.
Trata de Blancas: esta dada por una sucesión de hechos violentos y victimizantes los cuales son secuestro, violación y posterior prostitución. La edad del rapto oscila entre los 9 y los 12 años, sin embargo también se da entre los 15 a 20 años. En la trata de mujeres y niños, por ejemplo, muchas veces se les promete un empleo en el servicio doméstico u otro tipo de servicios, pero en cambio generalmente se los lleva a burdeles donde se los despoja de su pasaporte u otros documentos de identidad. Puede ocurrir que se los golpee o encierre, y se les prometa la libertad solo después de que ganen, mediante la prostitución, el precio pagado por su compra, así como los costos de viaje y de visado.
Muchas veces son trasladadas a otros países haciéndolas aún más vulnerables y vinculándolas a otros delitos como al trafico de drogas y en ocasiones son los mismos padres quienes venden y/o prostituyen a sus hijas.
Una vez prostituida es difícil de salir de ese estado de indefensión y vulnerabilidad por una etiqueta social y por el deterioro físico y psíquico. Se trata de cifras negras ya que existen muchísimos casos de jóvenes desaparecidas, asesinadas, mutiladas, estafadas, etc.
El individuo que explota la prostitución, facilita los clientes y se relaciona con la victima a través de maltrato físico y psicológico, la amenazan, la lastiman, la cercan. Además están expuestas a enfermedades venéreas, infecciones, etc.
Desde un enfoque funcionalista sociológico se considera que el sistema social es el principal victimario. (Hay prostitución porque hay quien la consume).
Los pocos casos que lograron escapar no pudieron integrarse a una vida “normal” ya que las secuelas son devastadoras.
No existe ninguna definición universalmente aceptada de trata con fines de explotación sexual.
El término abarca el movimiento organizado de personas, por lo general mujeres, entre países y en los países, para obligarlas a ejercer la prostitución.
Este tipo de tráfico también incluye el acto de obligar a un inmigrante a realizar un acto sexual como condición para permitir o tramitar su inmigración. Para el tráfico sexual se emplea la coacción física, el engaño y el sometimiento logrado mediante una deuda forzada.
Abuso sexual a Niños: (Pedofilia) se refiere al contacto sexual con el niño. El violador es incapaz de establecer contacto con personas adultas, debido a una inmadurez psicosexual por miedo y dudas respecto a sí mismos.
La victima puede ser desconocida o conocida siendo esta última la de mayor incidencia y la edad de la victima se relaciona con la inmadurez del violador puede ser desde 3 años o menos. También son presa fácil los niños de la calle y los delincuentes infantiles. Mayormente el infante no comprende la conducta del agresor y difícilmente pueda defenderse. La diferencia de edad señala la vulnerabilidad, indefensión y miedo que siente la victima.
Consecuencias:
Daño físico: en los genitales y golpes varios; enfermedades venéreas, etc.
Daño psicológico: por la situación traumática.
Daño social: se extiende a toda su vida, abarca su actividad escolar, familiar y de relaciones; en el futuro influirá en sus relaciones sexuales.
Daño sexual: en el sano desenvolvimiento del deseo y de la satisfacción sexual. . La víctima pierde, además, la confianza en el sexo opuesto y desarrolla sentimientos de temor al acto sexual, lo que dificulta seriamente el tener una vida sexual placentera.
Obviamente el daño es mayor cuando ocurre en el seno familiar ya que no cuenta con el apoyo de la misma para que lo ayude.
El niño puede presentar problemas de alimentación, de sueño, de aprendizaje, de psicomotricidad, de lenguaje, de comportamiento y perturbaciones psiquiatritas. Además de sentimientos de culpa y el temor de ser considerados mentirosos, otras consecuencias son el embarazo y el suicidio.
Violación: Acto de violencia en el que se priva a la victima de todo control y autonomía el cual implica una relación sexual impuesta y consumada con violencia, la cual la víctima es forzada a realizarla. La violación puede ser individual o grupal.
Se refiere a la penetración forzada físicamente o empleando otros medios de coacción, por más leves que sean, de la vulva o el ano, usando un pene, otras partes corporales o un objeto. El intento de realizar algunas de las acciones mencionadas se conoce como intento de violación. La violación de una persona llevada a cabo por dos o más agresores se denomina violación múltiple.
La violencia sexual puede incluir otras formas de agresión que afecten a un órgano sexual, con inclusión del contacto forzado entre la boca y el pene, la vulva o el ano.
En el violador suele existir una inadecuación sexual y desprecio a la mujer sumado a temor a las relaciones interpersonales. Mayormente se trata de personas tímidas, retraídas, desconfiados, automarginados de personalidad inmadura, conflictiva e inestable además de presentar un deterioro de los valores y alteraciones en la conciencia atribuyendo su ataque al comportamiento de la víctima.
El agresor utiliza múltiples amenazas desde armas hasta amenazas de muerte contra seres queridos.
El violador puede ser:
a. Frágil, moralista, religioso, sumiso, dulce. Su posición es infantil al igual que su sexualidad.
b. Agresivo, violento con voluntad de dominar de tiranizar. Violencia verbal y física. Busca el placer sin preocuparse por la experiencia de la víctima. Expone lo sexual sin pudor.
En la violación no existe un fin sexual sino un fin de violencia. Muchas veces se halla seguido de muerte por error para que no escuchen los gritos, por ser reconocido o bien porque sin que muera la victima no llega al orgasmo.
La víctima percibe un individuo descontrolado, violento, sádico, cruel que desea humillarla y destruirla. La victima siente gran temor y se siente a merced del delincuente pasa por gran stress y conmoción cae casi en una dependencia infantil.
Cuando la violación es realizada por un grupo la víctima se encuentra aún más vulnerable con mínima defensa y gran peligro para su vida. Mayormente es realizado por jóvenes y a personas desconocidas.
La violación puede ser realizada a un mayor o a un infante tornándose entonces más traumático y donde el violador padece de una distorsión denominada pedofilia o sea las preferencias sexuales hacia niños.
Elección de la víctima esta ligada a:
1. Circunstancias Personales: relacionada con la edad de preferencias personales, con el sexo y con características físicas como deficiencias o psíquicas.
2. Circunstancias de lugar: buscan lugares aislados o bien ruidosos para que no escuchen a la víctima, obscuros y cercanos a escuelas (según las preferencias).
3. Circunstancias de tiempo: Feriados, cuando hay poca gente, o una fiesta donde no se percataran de la ausencia, recreos, salida de la escuela o conocen el itinerario de la familia, ej cuando sale la madre.
Síntomas de niños abusados ya sea por violación o incesto: (depende de la regularidad con que fueron abusados, de la cercanía con la misma, de la personalidad y edad del niño)
En lo físico
Fatiga
Pesadillas.
Problemas alimenticios. Como comer en exceso o muy poco y acumular comida.
Hipersexualidad o madurez precoz
Enuresis o encopresis.(se hace pis o caca encima y o en la cama)
Camina o se sienta con dificultad. Continúas quejas físicas (dolor de estómago, etc.).
Masturbación compulsiva.
Torpe, con accidentes frecuentes, o perfeccionista, con tremendo miedo a fallar.
Nerviosismo ante el contacto o negación al mismo.
Refugiarse en las drogas y el alcohol
Baños continuos.
Conductas autodestructivas. Autoagresión y/o automutilación de cejas, pestañas, etc. Pensamientos/acciones suicidas.
ENFERMEDADES VENEREAS.
EMBARAZO TEMPRANO
En lo intelectual
Falta de concentración o excelente trabajo escolar.
Desinterés. Pérdida de curiosidad.
Bloqueo, trastornos mnésicos.
Conocimiento inusual de lo sexual.
Dibujos de órganos sexuales o de relaciones. O bien tachan la zona correspondiente a los mismos.
Baja tolerancia a la frustración o paciencia ilimitada.
En lo social – personal.
Insolencia. Desenvoltura
Rechazo, repliegue.
Inseguridad, baja autoestima.
Temor y hasta terror de quitarse la ropa.
Reprimidos, Auto encierro. Depresión. Conductas de auto reproche.
Cambios bruscos de conducta. Tiene rabietas. Llantos incontrolados e inesperados. Crisis de cólera inesperadas.
No quiere ir al lugar del hecho (esc. u hogar)
Comportamiento centrado en búsqueda de aprobación.
Violencia física/psicológica (amenazas) hacia compañeras y compañeros.
Actúa con frecuencia como "ayudante de mamá" o "ayudante del profesor o la profesora"
Huidas del hogar.
Pensamientos/acciones homicidas
Actividades delictivas
Expresión de falta de comprensión hacia las víctimas de violencia (falta de empatía)
Problemas de relación con su grupo de edad
EPASI (ONG) Equipo de Prevención del Abuso Infantil 4342673
Estadísticas Prevención
4 de cada 10 personas fueron abusadas.
95% de los abusos son realizados por hombres 5% por mujeres.
90% de los abusadores son conocidos
Sólo se denuncia entre el 10 al 25%
90% de los abusadores fueron abusados.
Comunicación
Enseñanza Sana y Natural
Enseñar que nadie te puede tocar si no quieres.
En caso de violación quitar la culpa y separarlo o alejarlo de violador
Leyes y políticas
Los enfoques de los diversos países sobre la violencia sexual son muy distintos. Algunos cuentan con leyes y procedimientos jurídicos de gran alcance, con una definición amplia de la violación que incluye la violación en el matrimonio. La legislación establece sanciones graves para quienes sean declarados culpables y un fuerte apoyo a las víctimas. El compromiso con la prevención o el control de la violencia sexual también se refleja en el énfasis que se da al tema en el adiestramiento de la policía y en la asignación de los recursos policiales, en la prioridad otorgada a las investigaciones de los casos de agresión sexual y en los recursos proporcionados para apoyar a las víctimas y prestar servicios médicos y jurídicos. En el otro extremo de la escala, están los países que abordan el tema con excesiva condescendencia, y en los que no se permite la condena de un presunto agresor exclusivamente sobre la base de las pruebas aportadas por la mujer, se excluyen de manera específica de la definición jurídica ciertas formas o ámbitos de la violencia sexual, y las víctimas de la violación son muy reacias a llevar la cuestión ante un tribunal por temor al castigo que supone presentar una demanda por violación “no probada”.
Consecuencias de la agresión sexual
El embarazo y las complicaciones ginecológicas
En un estudio sobre las adolescentes realizado en México, se comprobó que un 15% a 18% de las jóvenes que habían denunciado haber sido violadas quedaron embarazadas. En un estudio longitudinal llevado a cabo en los Estados Unidos, en el que participaron más de 4 000 mujeres a las que se les realizó un seguimiento de tres años, se comprobó que para las víctimas de 12 a 45 años de edad, la tasa nacional de embarazos asociados con una violación era de 5% por cada violación, lo que significa que todos los años más e 32 000 mujeres quedan embarazadas como resultado de una violación en todo el país. En muchos países, las mujeres violadas se ven obligadas a tener el niño para no poner en riesgo sus vidas por realizar un aborto en condiciones inadecuadas.
Así, es menos probable que una adolescente que se ha visto obligada a tener relaciones sexuales use condones u otras formas de anticoncepción, y esto aumentará sus probabilidades de quedar embarazada. En un estudio sobre los factores asociados con el embarazo de adolescentes en Ciudad del Cabo, se determinó que la iniciación sexual forzada era el factor que ocupaba el tercer lugar en cuanto al grado de correlación.
Se ha determinado que existe una relación sistemática entre las complicaciones ginecológicas y el coito forzado. Estas comprenden las hemorragias o infecciones vaginales, los fibromas, la disminución del deseo sexual, la irritación de la zona genital, el dolor durante el coito, los dolores crónicos de la pelvis y las infecciones de las vías urinarias. Las mujeres víctimas de abuso tanto físico como sexual por parte de su pareja corren mayor riesgo de experimentar problemas de salud en general que las víctimas de violencia física solamente.
Enfermedades de transmisión sexual
La infección por el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual son algunas de las consecuencias reconocidas de la violación. Las investigaciones sobre mujeres que llegan a los refugios indican que las que fueron víctimas de abuso tanto sexual como físico por parte de su pareja tienen una probabilidad significativamente mayor de haber contraído enfermedades de transmisión sexual. En el caso de las mujeres víctimas de trata y obligadas a prostituirse, es probable que los riesgos de contraer la infección por el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual sean especialmente elevados.
Las adolescentes son especialmente susceptibles a la infección por el VIH en los casos de coito forzado, y también cuando no lo es, porque la mucosa vaginal aún no ha adquirido la densidad celular necesaria para constituir una barrera eficaz, ya que esta se desarrolla más avanzada la adolescencia. Las víctimas de una violación por vía anal (niños y hombres así como niñas y mujeres) también son considerablemente más susceptibles a la infección por el VIH que cuando el coito no es forzado, pues es más probable que se produzcan daños en los tejidos del ano que faciliten el ingreso del virus al organismo.
Aparte es más probable que una víctima de coito forzado en la niñez o la adolescencia tenga relaciones sexuales sin protección, sea promiscua, se prostituya o abuse de sustancias psicotrópicas.
La salud mental
La violencia sexual se ha asociado con diversos problemas de salud mental y de conducta en la adolescencia y la edad adulta. En un estudio basado en la población, la prevalencia de síntomas o signos que hacen pensar en trastornos psiquiátricos fue de 33% para las mujeres con antecedentes de abuso sexual durante la edad adulta, 15% para las que tenían antecedentes de violencia física por parte de su pareja y 6% para las que no habían sufrido malos tratos. La violencia sexual perpetrada por la pareja agrava los efectos de la violencia física sobre la salud mental. Las mujeres víctimas de maltrato que informan de experiencias de coito forzado corren un riesgo significativamente mayor de sufrir depresión y trastorno postraumático por estrés que las mujeres no maltratadas. El trastorno postraumático por estrés posterior a la violación es más probable si en el transcurso de esta se producen lesiones, o si existen antecedentes de depresión o de abuso de alcohol. En un estudio realizado con adolescentes en Francia también se comprobó que existe una relación entre haber sido víctima de una violación y las dificultades actuales para dormir, síntomas de depresión, afecciones somáticas, consumo de tabaco y problemas conductuales (como las conductas agresivas, el robo y el ausentismo escolar). Si la víctima no recibe orientación postraumática, se ha observado que los efectos psíquicos negativos pueden persistir por lo menos un año después de la violación, aunque los problemas de salud y los síntomas físicos suelen disminuir durante ese período. Aunque reciban orientación, hasta 50% de las mujeres conservan ciertos síntomas de estrés.
Conductas suicidas
Las mujeres víctimas de agresiones sexuales durante la niñez o la edad adulta tienen mayores probabilidades de suicidarse o de intentar suicidarse que otras mujeres. La correlación se mantiene aun después de efectuar ajustes por edad, nivel de instrucción, síntomas de trastorno postraumático por estrés y presencia de alteraciones psiquiátricas. En un estudio realizado con adolescentes en el Brasil se comprobó que el abuso sexual previo era uno de los principales factores que permitían predecir varias conductas de riesgo para la salud, con inclusión de las ideas suicidas y los intentos de suicidio.
Las experiencias de acoso sexual grave también pueden provocar trastornos emocionales y conductas suicidas
Ostracismo social
En muchos ámbitos culturales se sostiene que los hombres no pueden controlar sus impulsos sexuales y que las mujeres son las responsables de provocar esos deseos. La forma en que las familias y las comunidades reaccionan ante los actos de violación en esos ámbitos se rige por las ideas predominantes sobre la sexualidad y la situación jurídica de las mujeres. En algunas sociedades, la “solución” cultural a la violación es que la mujer debe casarse con el violador, preservando así la virtud de la mujer y su familia al legitimar la unión. Dicha “solución” está reflejada en las leyes de algunos países, que permiten perdonar el delito a un violador si se casa con la víctima. Además de obligarla a casarse, la familia puede presionar a la mujer para que no haga la denuncia o inicie juicio, o bien para que se concentre en lograr que la familia del violador pague una “indemnización”. Los hombres pueden rechazar a sus esposas si han sido violadas y, como se ha señalado, en algunos países la mujer puede ser expulsada de la comunidad o, en casos extremos, asesinada, a fin de recobrar el honor perdido.
MEDIDAS PREVENTIVAS
El número de iniciativas que abordan la violencia sexual es limitado y pocas han sido evaluadas. La mayoría de las intervenciones se han elaborado y ejecutado en los países industrializados; no es mucho lo que se sabe sobre su aplicabilidad en otros entornos. Las intervenciones que ya han sido aplicadas pueden clasificarse del siguiente modo.
Enfoques individuales
Atención y apoyo psicológicos
Se ha comprobado que la orientación, la terapia y las iniciativas de grupos de apoyo son útiles después de las agresiones sexuales, sobre todo cuando determinados factores relacionados con la violencia propiamente dicha o el proceso de recuperación pueden complicar la situación. Existen algunos indicios de que un tratamiento breve, cognitivoconductual, realizado al poco tiempo de producida la agresión, puede acelerar la reparación del daño psíquico provocado por el trauma. Como ya se ha dicho, a veces las víctimas de la violencia sexual se sienten culpables del incidente y también se ha comprobado que abordar esto en la psicoterapia es importante para la recuperación.
La mayor parte del apoyo psicológico formal a las víctimas de la violencia sexual ha estado a cargo del sector no gubernamental, especialmente los centros de crisis para casos de violación y diversas organizaciones de mujeres. Resulta inevitable que el número de víctimas de la violencia sexual que tienen acceso a esos servicios sea muy reducido. Una solución para ampliarlos es a través de la creación de líneas telefónicas de ayuda, preferiblemente gratuitas.
Programas para los agresores
Los pocos programas destinados a los perpetradores de la violencia sexual por lo general han estado dirigidos los hombres condenados por violación. La mayoría se llevan a cabo en los países industrializados y solo han comenzado a evaluarse recientemente. Una reacción frecuente de los hombres que cometen actos de violencia sexual es negar que ellos sean los responsables del incidente y que este constituya un hecho de violencia. Para ser eficaces, los programas dirigidos a los agresores deben tener por objeto lograr que estos admitan su responsabilidad y que la sociedad los considere responsables de sus actos. Una forma de hacerlo es establecer mecanismos de colaboración entre estos programas y los servicios de apoyo a las víctimas y las campañas contra la violencia sexual.
Aptitudes para la vida y otros programas de educación
En los últimos años, varios programas de promoción de la salud sexual y reproductiva, en especial los que promueven la prevención de la infección por el VIH, han comenzado a incluir cuestiones de género y abordar el problema de la violencia sexual y física contra la mujer. Dos ejemplos notables, elaborados para África pero aplicados en muchas partes del mundo en desarrollo, son los programas “Stepping Stone” [Peldaños] y “Men As Partners” [Los hombres como compañeros], los cuales han sido ideados para grupos de pares, integrados por hombres y mujeres, y constan de varias sesiones de trabajo en los que se utilizan métodos de aprendizaje participativo. Su enfoque integral ayuda a los hombres, que de otro modo podrían ser reticentes a asistir a programas dirigidos en forma exclusiva a tratar el tema de la violencia contra la mujer, a participar y abordar una gama de temas relativos a la violencia. Además, aunque los hombres sean los perpetradores de la violencia sexual, en los programas se tiene sumo cuidado de no calificarlos de tales.
Enfoques de desarrollo
Las investigaciones han permitido comprender la importancia de alentar sistemas de crianza de los hijos que permitan mejorar la paternidad y lograr que sea más equilibrada con respecto al género, con el objeto de prevenir la violencia sexual. Esta intervención permitirá crear el espacio necesario para hablar de la agresión sexual.
Respuestas del sistema de atención de salud
Servicios médico-legales
En muchos países donde se denuncian los actos de violencia sexual, el sector de la salud tiene la obligación de obtener datos probatorios de carácter médico y jurídico que corroboren los relatos de las víctimas o contribuyan a identificar al agresor. Las investigaciones realizadas en el Canadá indican que la documentación médico-legal puede mejorar las probabilidades de arrestar a un agresor, imputarlo y condenarlo. Por ejemplo, en un estudio se comprobó que las lesiones físicas documentadas, especialmente las de tipo moderado o grave, estaban asociadas con la iniciación de una querella, y que esto era independiente del nivel de ingreso de la paciente o de que esta tuviera alguna relación con el agresor, ya sea en calidad de conocido o de compañero íntimo. Sin embargo, un estudio llevado a cabo con las mujeres que concurrían a un hospital de Nairobi (Kenya) después de una violación ha permitido determinar que en muchos países las víctimas de violación no son examinadas por un ginecólogo o un investigador experimentado de la policía, y que no existen protocolos o normas estandarizados a este respecto.
La elaboración de un registro que incluya la descripción detallada del incidente y la enumeración del conjunto de pruebas reunidas;
Una descripción de los antecedentes ginecológicos de la víctima y de su uso de métodos anticonceptivos;
Una documentación estandarizada de los resultados del examen físico completo;
La evaluación del riesgo de embarazo;
La realización de pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual y el tratamiento correspondiente, y, cuando proceda, la prueba de la infección por el VIH;
La adopción de medidas anticonceptivas de urgencia y, en los países donde sea legal, el suministro de orientación sobre el aborto;
El apoyo psicológico y la derivación a otros servicios de este tipo.
Los exámenes de las víctimas de violación son, por su propio carácter, sumamente estresantes. Se ha comprobado que el uso de un video para explicar el procedimiento antes de realizar el examen reduce significativamente el estrés.
Capacitación de los profesionales de asistencia sanitaria
Los temas relacionados con la violencia sexual deben abordarse en la capacitación de todo el personal de servicios de salud, entre ellos los psiquiatras y los consejeros, tanto durante la capacitación básica como en los cursos especializados de postgrado. En primer lugar, esto debería permitir a los trabajadores de salud adquirir mayores conocimientos sobre la violencia sexual y tomar mayor conciencia sobre el tema. De esta manera, estarán mejor preparados para detectar y tratar los casos de abuso con sensibilidad y eficacia.
• Comprender las raíces de la violencia en el contexto de la cultura, el género y otros aspectos sociales.
• Identificar las situaciones, en las familias o los hogares, que suponen un riesgo de violencia elevado y en las que sería apropiado realizar:
– intervenciones primarias, en especial en colaboración con otros profesionales;
– intervenciones secundarias, que incluyan la identificación de las víctimas de la violencia, la comprensión de los procedimientos legales básicos y de presentación de pruebas, la derivación y el seguimiento de los pacientes y la ayuda a las víctimas para reintegrarse a la sociedad.
Profilaxis de la infección por el VIH
En determinados contextos, se sabe que el uso de drogas antirretrovíricas después de la exposición al VIH puede ser bastante eficaz. Se ha demostrado que la administración del medicamento antirretrovírico zidovudina (AZT) a los trabajadores de la salud que, en virtud de su actividad profesional, se han expuesto al virus por un pinchazo accidental con una aguja contaminada, reduce el riesgo de contraer la infección por el VIH en un 81%. El riesgo promedio de infección por el VIH en el caso de coito anal sin protección es considerablemente mayor (alrededor de 5‰ a 30‰). Sin embargo, durante una violación, en razón de la fuerza usada, es mucho más probable que se produzcan desgarramientos macroscópicos o microscópicos de la mucosa vaginal, lo que aumenta enormemente la probabilidad de transmisión del VIH .
No se cuenta con información sobre la viabilidad o la eficacia en función del costo de ofrecer regularmente a las víctimas de violación pertenecientes a ámbitos de escasos recursos un tratamiento para la profilaxis de la infección por el VIH. Las pruebas de detección del VIH después de la violación son difíciles en todos los casos. Inmediatamente después de un incidente, pocas mujeres están en condiciones de comprender íntegramente la información, de por sí compleja, sobre las pruebas de detección del virus y los riesgos de la infección por el VIH.
Pese a la falta de conocimientos sobre la eficacia de la profilaxis de la infección por el VIH después de una violación, muchas organizaciones la han recomendado
Centros de atención integral a las víctimas de agresiones sexuales
Debido a la escasez de médicos en muchos países, en algunos lugares se han empleado enfermeras especialmente adiestradas para ayudar a las víctimas de agresiones sexuales. En el Canadá, ciertas enfermeras, conocidas como “enfermeras encargadas de examinar a las víctimas de agresiones sexuales”, reciben adiestramiento para prestar atención integral a las víctimas de la violencia sexual. Estas profesionales derivan a las pacientes a un médico cuando consideran necesaria su intervención.
Actividades comunitarias
Campañas de prevención
Los intentos por modificar las actitudes de la gente con respecto a la violencia sexual a través de los medios de comunicación han incluido la colocación de anuncios en carteleras y en el transporte público y su emisión a través de la radio y la televisión.
Esta última se ha usado con eficacia en Sudáfrica y Zimbabwe. La serie de televisión sudafricana Soul City, transmitida en el horario de mayor sintonía, se describe en el recuadro 9.1 del capítulo 9. En Zimbabwe, la organización no gubernamental Musasa ha desarrollado iniciativas de sensibilización a través del teatro, reuniones y debates públicos, y también en una serie de televisión en la que los sobrevivientes de las agresiones describían sus experiencias.
Activismo comunitario de los hombres
Un elemento importante de la prevención de la violencia sexual y física contra la mujer es lograr que los hombres protagonicen iniciativas colectivas.
En muchos lugares de Canadá, Estados Unidos y Europa existen grupos de hombres que luchan contra la violencia doméstica y las violaciones. El concepto que subyace a este tipo de iniciativa es que los hombres pueden individualmente tomar medidas para reducir su propensión a la violencia. Las actividades más comunes son las discusiones en grupos, las campañas de educación y las reuniones populares, el trabajo con los hombres violentos y la realización de talleres en las escuelas, las cárceles y los lugares de trabajo. Muchas veces, estas actividades se realizan en conjunto con las organizaciones de mujeres.
Por ejemplo, el grupo “Men Can Stop Rape” [Los hombres pueden parar las violaciones] de Washington, D.C., trata de promover expresiones alternativas de la masculinidad, que fomenten la no violencia y la igualdad de género. Entre sus actividades más recientes cabe mencionar la realización de presentaciones en las escuelas secundarias, el diseño de carteles, la producción de un manual para docentes y la publicación de una revista para jóvenes.
Programas en las escuelas
Es esencial actuar en las escuelas para reducir la violencia sexual y otras formas de violencia. En muchos países, el hecho de que un docente tenga relaciones sexuales con un alumno no se considera una falta disciplinaria grave. Además, en las escuelas no existen políticas estrictas con respecto al acoso sexual, o si existen no se aplican. No obstante, en los últimos años algunos países han promulgado leyes en las que se prohíben las relaciones sexuales entre los docentes y los alumnos. También es necesario adoptar muchas otras medidas, como la introducción de cambios en la capacitación y la contratación de los docentes y la reforma de los programas de estudios con vistas a modificar las relaciones de género en las escuelas.
Los programas escolares deben abarcar los aspectos pertinentes de la salud sexual y reproductiva, las relaciones y la violencia. También deben contemplar la adquisición de aptitudes para la vida, como la forma de evitar situaciones riesgosas o amenazantes relacionadas con la violencia, las relaciones sexuales o el consumo de drogas, y de exigir conductas sexuales seguras.
Para la población adulta general debe haber información completa y accesible sobre la salud sexual y las consecuencias de determinadas prácticas sexuales. Además, es preciso implantar intervenciones dirigidas a abandonar los modelos de comportamiento perjudiciales y las normas sociales que impiden la comunicación sobre los temas sexuales.
Respuestas jurídicas y de políticas
Denuncia y manejo de los casos de violencia sexual
En muchos países existen sistemas destinados a alentar a las personas a denunciar los incidentes de violencia sexual a la policía y a lograr que los tribunales sean más expeditivos y sensibles en el procesamiento de los inculpados. Entre los mecanismos concretos pueden mencionarse la creación de unidades especializadas en problemas de violencia doméstica y de unidades especializadas en delitos sexuales, el adiestramiento de género de los policías y los funcionarios de los tribunales, la creación de comisarías integradas exclusivamente por personal femenino y de tribunales cuya jurisdicción se limite a los delitos de violación.
Reforma legislativa
Las intervenciones legislativas realizadas en muchos lugares han:
– ampliado la definición de violación;
– reformado las normas sobre los procedimientos empleados para dictar las sentencias y sobre la admisibilidad de las pruebas, y
– eliminado los requisitos de corroboración de las declaraciones de las víctimas.
Para que las nuevas leyes sean realmente efectivas, también es preciso organizar campañas para informar al público general sobre sus derechos
Tratados internacionales
Los tratados internacionales son importantes porque establecen normas para las leyes nacionales y brindan argumentos a los grupos locales en las campañas en pro de las reformas legislativas. Entre los tratados que contienen disposiciones sobre la violencia sexual y su prevención cabe mencionar:
– la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979);
– la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) y el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de menores, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía (2000);
– la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (2000) y el Protocolo complementario para prevenir, reprimir y sancionar el tráfico de personas, especialmente de mujeres y niños (2000), y
– la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984).
Varios otros convenios internacionales establecen normas y límites que han de regir la conducta de los beligerantes, que deben incorporarse a las disposiciones de las leyes nacionales. Por ejemplo, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998) abarca una amplia gama de delitos relacionados específicamente con el género, entre ellos la violación, la esclavitud sexual y la prostitución, el embarazo y la esterilización forzadas. También comprende ciertas formas de violencia sexual que constituyen una violación o trasgresión grave de los Convenios de Ginebra de 1949, así como otras formas de violencia sexual cuya gravedad sea comparable a la de los crímenes de lesa humanidad. La inclusión de los crímenes de género en las disposiciones del estatuto es un acontecimiento importante en la historia del derecho internacional.
Medidas para prevenir otras formas de violencia sexual
Tráfico de personas
En general, las iniciativas para prevenir el tráfico de personas con fines sexuales han tenido por objeto:
– desarrollar programas económicos en ciertos países para las mujeres en situación de riesgo de ser víctimas del tráfico de personas;
– proporcionar información y promover la sensibilización de las mujeres en situación de riesgo potencial para que tomen conciencia del peligro del tráfico de personas.
Además, varios programas gubernamentales y de organizaciones no gubernamentales están desarrollando servicios para las víctimas del tráfico de personas. Se debe informar a las mujeres sobre sus derechos y obligaciones y sobre las formas de protección contra el maltrato, la explotación y el proxenetismo.
Mutilación genital femenina
Para abordar las prácticas culturales que entrañan violencia sexual es preciso comprender su contexto social, cultural y económico. Khafagi ha aducido que estas prácticas, entre las que cabe mencionar la mutilación genital femenina, deben entenderse desde el punto de vista de quienes las utilizan y que este entendimiento puede emplearse para diseñar intervenciones culturalmente apropiadas para prevenirlas. En el distrito de Kapchorwa (Uganda), el Programa de Salud Reproductiva, Educación y Salud de la Comunidad (REACH) ha logrado reducir las tasas de mutilación genital femenina.
Las investigaciones sociológicas permitieron determinar que los principales argumentos utilizados para justificar esta práctica eran mantener las tradiciones, reducir el deseo sexual de las mujeres, lograr que fueran „castas y puras‰ y, por sobre todas las cosas, que fueran aptas para contraer matrimonio.
En la actualidad, varias organizaciones no gubernamentales, que muchas veces trabajan en forma conjunta con líderes comunitarios de varones, están haciendo participar activamente a los hombres para que aprendan sobre los riesgos de la mutilación genital femenina. Como parte de estas actividades se alienta a los hombres jóvenes a declarar que están dispuestos a casarse con mujeres no circuncisas.
Matrinonio de niños
Es más fácil lograr los resultados buscados mediante estrategias dirigidas a abordar el problema de la pobreza (un factor importante en el que se basan muchos de estos matrimonios) y centradas en la educación, las consecuencias para la salud de los partos a edad temprana y los derechos de los niños.
Las violaciones durante los conflictos armados
En los últimos tiempos, el tema de la violencia sexual en los conflictos armados ha vuelto al primer plano por la acción de organizaciones como la Asociación de Viudas del Genocidio (AVEGA) y el Foro de Mujeres Africanas para la Educación (FAWE). La primera ha prestado asistencia a las viudas de guerra y a las víctimas de violación en Rwanda, y el segundo ha proporcionado atención médica y orientación a las víctimas de Sierra Leona. En 1995, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados dio a conocer las normas para la prevención de la violencia sexual en las poblaciones de refugiados y la respuesta a esta. En ellas se incluyen disposiciones para:
– el diseño y la organización de los campamentos, a fin de reducir las posibilidades de violencia;
– la documentación de los casos;
– la educación y la capacitación del personal para que pueda identificar y prevenir la violencia sexual y responder a ella;
– la atención médica y otros servicios de apoyo, entre ellos los procedimientos necesarios para evitar traumas aun mayores a las víctimas.
Necesidad de prestar mayor atención a la prevención primaria
Muchas veces se deja de lado la prevención primaria de la violencia sexual en favor de la prestación de servicios a los sobrevivientes. Por consiguiente, los responsables políticos, los investigadores, los donantes y las organizaciones no gubernamentales deben prestar mucha mayor atención a esta área tan importante.
Debe darse prioridad a lo siguiente:
la prevención primaria de todas las formas de violencia sexual, mediante programas dirigidos a los ámbitos comunitarios, escolares y de refugiados;
el apoyo a los enfoques dirigidos a modificar las actitudes y las conductas, que tengan en cuenta los aspectos culturales y participativos;
el respaldo a los programas que aborden el tema de la prevención de la violencia sexual en el contexto más amplio de la promoción de la igualdad de género;
los programas que aborden algunas de las causas socioeconómicas que subyacen a la violencia, como la pobreza y la falta de instrucción, por ejemplo, proporcionando oportunidades de trabajo a los jóvenes;
los programas para mejorar la crianza de niños, reducir la vulnerabilidad de las mujeres y promover ideas de masculinidad más equitativas en relación con el género.
Enfermedades o Infecciones de transmisión sexual
También llamadas enfermedades venéreas, son enfermedades infecciosas que se pueden contagiar por contacto sexual. Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) son un grupo de distintas enfermedades infecciosas que tienen algo en común: se contagian por medio de los contactos sexuales (entre pene y vagina; entre boca y pene, o boca y vagina; o en la introducción del pene por el ano). Son producidas por virus o bacterias. El beso en la boca rara vez transmite una ITS y no contagia el sida porque la saliva no transmite el virus.
Es importante recordar que, independientemente de su eficacia anticonceptiva, las pastillas, las inyecciones, el diafragma y el DIU, no protegen contra las ITS ni el sida. El único método que probadamente las previene es el preservativo. Debe usarse durante la penetración vaginal o anal, y en el sexo oral. Su eficacia aumenta si se lo usa correctamente y si se lo usa siempre.
Algunas se pueden transmitir también por vía no sexual, pero representan una minoría del número total de casos. Varios tipos de enfermedades de transmisión sexual pueden llegar a ser epidémicas, incluidas la gonorrea, la uretritis no gonocócica, el herpes genital, las verrugas genitales (condilomas acuminados), la sarna (escabiosis) y las infecciones uretrales y vaginales causadas por la bacteria Chlamydia trachomatis, el protozoo Trichomonas y ciertos hongos.
Además de las enfermedades ya mencionadas, están la sífilis, la infección por ladillas (Pediculus pubis), la infección vaginal causada por la bacteria Haemophilus, el molusco contagioso (enfermedad infecciosa de la piel causada por un virus), el chancroide, el linfogranuloma venéreo y el granuloma inguinal. Son muchos los organismos que causan estas enfermedades. Los protozoos del género Trichomonas causan una infección del aparato urogenital denominada tricomoniasis; la moniliasis o candidiasis es un tipo de micosis muy común que está causada por una levadura; los organismos que producen chancroide, gonorrea, sífilis, granuloma inguinal y vaginitis por Haemophilus, son bacterias; el herpes genital, las verrugas genitales (causadas por el papovavirus) y el molusco contagioso se deben a la acción de ciertos virus; finalmente, el linfogranuloma venéreo y la mayoría de los casos de uretritis no gonocócicas están producidos por la bacteria Chlamydia.
La transmisión de todas estas enfermedades se efectúa en la mayoría de los casos por contacto íntimo con una persona infectada, ya que los organismos que las producen mueren con rapidez si se los separa del cuerpo humano. Aunque la zona normal de contacto suele ser los genitales, el sexo oral y anal también produce casos de infecciones orales o anales. Algunas de estas afecciones, en concreto el chancroide y la producida por las ladillas, pueden extenderse de una parte de la piel a otra por la misma persona infectada a través de sus manos; las ladillas, los piojos, el herpes genital y la vaginitis producidos por Trichomonas y hongos también se pueden adquirir por otros medios que no son el contacto sexual. La gonorrea, la sífilis y las infecciones por Chlamydia pueden pasar de la mujer embarazada a su hijo, ya sea en el embarazo o durante el parto. Tales infecciones congénitas pueden ser bastante graves.
Aunque las infecciones de transmisión sexual comienzan en los genitales externos, se pueden extender también a la próstata, al útero, a los testículos y ciertos órganos cercanos. La mayoría de estas infecciones causan irritación, picores y ligeros dolores a nivel local, pero otras como la gonorrea y la uretritis por Chlamydia son una causa importante de esterilidad en las mujeres.
¿CÓMO SABER SI UNA PERSONA SE HA CONTAGIADO DE UNA ITS?
SÍNTOMAS EN LOS VARONES:
Puede aparecer dolor en el pene; secreción amarillenta o verdosa que mancha la ropa interior al salir por la punta del pene; ardor al orinar; bultos en la ingle.
También es posible que no presente ningún síntoma, pero si a uno de los miembros de la pareja le diagnosticaron una ITS, los dos deben cumplir el tratamiento indicado por el médico.
SÍNTOMAS EN LAS MUJERES:
Puede aparecer flujo amarillento o verdoso (quizás con mal olor); ardor o dolor en la vulva; necesidad de orinar con más frecuencia y dolor o ardor al hacerlo; dolor durante el coito.
También es posible que no presente ningún síntoma, pero si a uno de los miembros de la pareja le diagnosticaron una ITS, los dos deben cumplir el tratamiento indicado por el médico.
SÍNTOMAS EN LOS VARONES Y LAS MUJERES:
Tanto ellos como ellas pueden tener úlceras en los genitales, verrugas, ampollas, ganglios inflamados (bultos dolorosos en la ingle), lesiones tipo “ronchas” pequeñas en cualquier zona del cuerpo, especialmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
CONTROL
El carácter epidémico de las enfermedades de transmisión sexual da testimonio de la dificultad de controlarlas. Algunos organismos oficiales de salud pública atribuyen el incremento de muchas de estas enfermedades al aumento de la actividad sexual. También puede ser significativa la sustitución del preservativo (que proporcionaba cierta protección) por otros métodos de control de natalidad como anticonceptivos orales y diafragma.
Los modelos de enfermedad de transmisión sexual también cambian. La sífilis y la gonorrea fueron epidémicas en un tiempo, pero el uso masivo de la penicilina consiguió un control moderado sobre la sífilis. La atención se centró entonces en el control de la gonorrea, y en ese momento empezó a aumentar de nuevo la frecuencia de aparición de la sífilis. Aumentaron también, en las décadas de 1970 y 1980 el herpes genital y la infección por Chlamydia.
El tratamiento básico de las enfermedades de transmisión sexual producidas por bacterias es mediante el uso de antibióticos. La penicilina ha sido efectiva contra la sífilis y la gonorrea, pero muchos organismos gonorreicos resisten hoy la acción de este fármaco. En estos casos es efectivo la ceftriaxona o la espectinomicina. La tetraciclina se emplea para tratar el linfogranuloma venéreo, el granuloma inguinal y la uretritis por Chlamydia. Hay también tratamientos específicos para otras enfermedades de transmisión sexual como los fármacos antivíricos (aciclovir por ejemplo), que resultan efectivos contra el virus herpes.
La única forma de prevenir la propagación de las enfermedades de transmisión sexual es identificando a las personas con las cuales ha tenido contacto sexual la persona infectada y proceder a determinar si también necesitan tratamiento. Por lo general esto se lleva a cabo en los centros de salud pública, que es donde se informa de la mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual. Otras personas infectadas acuden a un médico privado para su tratamiento, y no se detectan todos los casos. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y la hepatitis B se transmiten también por contacto sexual.
PARA RECORDAR A LOS VARONES EN LAS VISITAS:
El agente sanitario en su charla con los varones puede recomendar:
• Es bueno que el varón pueda conversar con su pareja acerca de los temas relativos a la sexualidad y sobre la elección del método anticonceptivo apropiado, para que las necesidades, inquietudes y deseos de ambos sean compartidos.
• El Centro de Salud es un lugar donde los varones de todas las edades pueden plantear sus dudas y problemas en relación con la sexualidad y los métodos de prevención en salud sexual.
• Además, es bueno visitar el Centro de Salud regularmente para un control completo (que en los mayores puede incluir un examen de próstata).
Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
Conjunto de manifestaciones clínicas que aparecen como consecuencia de la depresión del sistema inmunológico debido a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Una persona infectada con el VIH va perdiendo, de forma progresiva, la función de ciertas células del sistema inmune llamadas linfocitos T CD4, lo que la hace susceptible a desarrollar cierto tipo de tumores y a padecer infecciones oportunistas (infecciones por microorganismos que normalmente no causan enfermedad en personas sanas pero sí lo hacen en aquellas en las que está afectada la función del sistema inmune).
Al principio de la década de 1980 se detectaron diversos fallecimientos debidos a infecciones oportunistas que hasta entonces sólo se habían observado en pacientes transplantados que recibían una terapia inmunosupresora para evitar el rechazo al órgano transplantado. Se comprobó que un gran número de estos fallecimientos se producían en varones homosexuales. En 1983, un especialista francés en cáncer, Luc Montagnier, del Instituto Pasteur de París, consiguió aislar un nuevo retrovirus humano en un nódulo linfático de un hombre que padecía un síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Por esas mismas fechas, científicos estadounidenses consiguieron también aislar un retrovirus (al que denominaron en principio HTLV III) en enfermos de SIDA, así como en personas que habían mantenido relaciones con pacientes con SIDA. Este virus, conocido en la actualidad como VIH, resultó ser el agente causante del SIDA.
Conviene recordar que la infección por VIH no implica necesariamente que la persona vaya a desarrollar la enfermedad; en esta fase el individuo se considera “seropositivo o portador”, pero es erróneo considerar a la persona infectada con el VIH un enfermo de SIDA. De hecho, se tiene constancia de que algunas personas han sufrido una infección por VIH durante más de diez años sin que, durante este tiempo, hayan desarrollado ninguna de las manifestaciones clínicas que definen el diagnóstico de SIDA.
En el último informe presentado por ONUSIDA (programa de las Naciones Unidas para combatir la enfermedad) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estimaba que, a finales de 2004, unos 39,4 millones de personas en todo el mundo estaban infectadas con el virus VIH. Durante ese año se produjeron unos 4,9 millones de nuevas infecciones y unos 3,1 millones de fallecimientos por causa de la enfermedad. La epidemia varía, en magnitud e impacto, de una región a otra. Los aumentos más pronunciados se han producido en Asia oriental y central, y en Europa oriental. En América Latina hubo alrededor de 1,7 millones de afectados (240.000 nuevos casos en 2004 y casi 95.000 fallecimientos).La epidemia de SIDA está afectando cada vez a un número mayor de mujeres.
Desde que una persona se infecta con el VIH hasta que desarrolla el SIDA suelen transcurrir entre 6 y 10 años. El estudio de la evolución de la enfermedad puede realizarse a través de distintos marcadores de laboratorio o estar basado en la secuencia de aparición de las diferentes manifestaciones clínicas. Dentro de los marcadores bioquímicos se suele considerar el descenso de la cifra de linfocitos T CD4 que, hasta hace relativamente poco tiempo, ha sido la referencia principal para catalogar el estadio de evolución de la enfermedad. Alrededor de tres semanas después de la infección por el VIH, la mayoría de los pacientes experimentan síntomas pseudogripales como fiebre, cefalea, eritema, linfoadenopatías y sensación de malestar. Estas manifestaciones desaparecen al cabo de una o dos semanas. Durante esta fase, denominada fase de infección aguda, el VIH se multiplica a una gran velocidad, sufriendo diversas mutaciones genéticas. Al principio, se produce un descenso de la cifra de linfocitos T CD4 pero, al poco tiempo, las cifras normales se recuperan en respuesta a una activación del sistema inmunológico. Durante esta etapa los individuos son altamente contagiosos.
El paciente entra entonces en un periodo libre de síntomas (fase asintomática) cuya duración puede ser superior a diez años. Durante ésta, el virus continúa replicándose causando una destrucción progresiva del sistema inmunológico. El recuento de linfocitos T CD4 suele ser normal.
En la fase siguiente, denominada fase sintomática precoz, se desarrollan los síntomas clínicos de la enfermedad y es frecuente la presencia de infecciones oportunistas leves.
En la última fase, denominada SIDA o fase de enfermedad avanzada por VIH, aparecen las infecciones y tumores característicos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
En muchas ocasiones, los enfermos con SIDA no fallecen debido a la infección por el propio virus, sino como consecuencia de la aparición de infecciones oportunistas o de algunos tipos de tumores. Las infecciones se desarrollan cuando el sistema inmunológico no puede proteger al organismo frente a diversos agentes infecciosos que están presentes de forma habitual en el medio ambiente y que en circunstancias normales no provocan enfermedad. La aparición de alguna de las diferentes infecciones oportunistas, llamadas enfermedades definitorias del SIDA, junto con el descenso de la cifra de linfocitos T CD4 es lo que determina el diagnóstico clínico de la enfermedad.
El VIH se transmite por contacto directo y para ello es necesario la presencia de una cantidad suficiente de virus. Esta proporción sólo existe en el semen y otras secreciones sexuales (flujo vaginal), en la sangre contaminada y, en menor cantidad, en la leche materna. El virus penetra en el organismo del individuo sano y entra en contacto con la sangre o las mucosas. Por lo tanto, el contagio del VIH se produce por vía sexual, sanguínea y de la madre al feto o al recién nacido.
El contacto directo con sangre infectada afecta a varios sectores de la población. La incidencia es muy elevada en los consumidores de drogas inyectadas por vía intravenosa que comparten agujas o jeringuillas contaminadas; en España es la principal vía de transmisión (52%). El riesgo de contagio del personal sanitario en los accidentes laborales por punción con una aguja o instrumento cortante contaminado con sangre infectada es del 0,3%. La transmisión del VIH a personas que reciben transfusiones de sangre o hemoderivados es muy improbable gracias a las pruebas que se han desarrollado para la detección del virus en la sangre. Su incidencia es casi nula para la administración de gammaglobulina y/o factores de coagulación.
Finalmente, la madre puede infectar a su hijo a través de la placenta en el útero, durante el nacimiento o en el periodo de la lactancia. Aunque sólo un 25-35% de los niños que nacen de madres con SIDA presentan infección por VIH, esta forma de contagio es responsable del 90% de todos los casos de SIDA infantil. Este tipo de transmisión tiene una incidencia muy elevada en el continente africano.
Actualmente se considera que el Tratamiento más eficaz para luchar contra el VIH es la combinación de tres medicamentos, dos análogos de los nucleósidos (inhibidores de la transcriptasa inversa) y un inhibidor de la proteasa. Aunque estas combinaciones pueden dar lugar a importantes efectos secundarios, cuando se usan con precaución es posible reducir los niveles del virus en sangre (carga viral) hasta cifras prácticamente indetectables. La carga viral debe determinarse de forma periódica entre 1 y 6 meses. En la actualidad, están llevándose a cabo ensayos clínicos de terapia intermitente con resultados esperanzadores.
También puede emplearse una combinación de dos análogos de los nucleósidos, inhibidores de la acción de la transcriptasa inversa, junto con un inhibidor no nucleósido de esta enzima (nevirapina, delarvidina). La nevirapina fue el primer medicamento de este tipo.
Además, existen diversos tratamientos muy eficaces para luchar contra las distintas infecciones oportunistas que se originan en el SIDA. Con estos tratamientos se consigue mejorar tanto la calidad de vida como la supervivencia de los enfermos. Distintos fármacos (cotrimoxazol) frente al microorganismo Pneumocystis carinii han permitido reducir drásticamente la incidencia de esta infección, así como su alta mortalidad. Varios tipos de fármacos antifúngicos, como la anfotericina B y el fluconazol, son enormemente eficaces. El ganciclovir y el foscarnet se utilizan para luchar contra la retinitis producida por los citomegalovirus, así como para tratar otras patologías producidas por herpesvirus.
Los científicos continúan investigando el desarrollo de nuevos fármacos que actúen a otros niveles del ciclo de replicación del virus. Algunos estudios concentran sus esfuerzos en estimular la respuesta del sistema inmunológico del paciente, mientras que otros guardan la esperanza de encontrar una vacuna eficaz que además se enfrenta a la dificultad añadida de la gran variabilidad genética del virus.
Desviaciones sexuales
Se refiere “a los individuos cuyos intereses sexuales se dirigen primariamente hacia objetos sexuales distintos a las personas del sexo opuesto, hacia actos sexuales no asociados habitualmente al coito o hacia el coito llevado a cabo bajo circunstancias extravagantes….” En efecto se refiere a algo que se aparta de la norma. Así una conducta desviada es aquella no practicada por la mayoría de la población en un determinado contexto cultural. Pero las costumbres varían de unas culturas a otras. En consecuencia lo que algunas culturas pueden considerar normal o no censurable para otras puede ser “desviado”.
La clasificación en distorsiones sexuales, Trastornos sexuales, Perversiones depende de los diferentes autores o escuelas que lo realicen por lo cual la clasificación que presentamos es un punto de vista particular de la autora de este material en particular.
Se denominan Distorsiones de la Sexualidad, a aquellas donde el fin sexual deja de ser la relación sexual en sí misma, entre ellas podemos encontrar:
Voyerismo: Su interés básico consiste en alcanzar el orgasmo a través de la visión de otras personas realizando actos sexuales o al verlas desnudas.
Fetichismo: Sólo alcanza el orgasmo a través de algún objeto.
Exhibicionista: El placer sexual se halla en la exposición de sus genitales.
Sadomasoquismo: El placer sexual se siente a través del dolor infringido o del recibido.
Sodomía: placer sexual por penetración anal.
Coprofilia: placer esta dado por defecar sobre la pareja.
Coprofagía: placer consiste en comer las heces.
Urolagnia: orgasmo a través de orinar sobre la pareja o ser orinado.
Violación: el placer esta dado por la violencia.
Perversiones en ellas el placer sexual si esta dado por un acto sexual, sin embargo el objeto sexual no es considerado como “normal” además de no dar opción al “objeto” de elección voluntaria.
Necrofilia: acto sexual con un cadáver.
Pedofilia: Elección de niños para la realización del acto sexual.
Zoofilia: satisfacción utilizando animales.
Fitofilia: utilización de vegetales para la penetración o para ser penetrados.
Actividades en grupos:
Swinging: relaciones sexuales en grupos de cónyuges donde los distintos matrimonios intercambian parejas.
Menage à trois: sexo entre tres individuos dos de un género y uno del otro.
Por ser temas muy discutidos y considerados como trastornos y defendidos como normales por otros, y por contemplar su existencia en animales opte por denominar a este grupo como Elecciones sexuales, porque esta denominación, debido a que estadísticamente ocupan un número considerable para ser considerados “anormales” tomando en cuenta que la normalidad se mide estadísticamente; y porque se mantiene el fin sexual en sí mismo además el objeto de amor comparte esta elección.
Entre ellas distingo:
Homosexualidad: atracción por una persona del mismo sexo. En su referente masculino Gay y femenino Lesbianas.
Travestismo: Vestirse respecto a un género diferente a su sexo civil.
Transexualismo: Forma más extrema de inversión genérica. Sienten que pertenecen al sexo contrario.
En la actualidad se tiende a repudiar activamente sólo a aquellas conductas sexuales que son impuestas y resultan perjudiciales a terceros (violación, pedofilia, etc.), en tanto que se considera un asunto privado las que no se aceptan voluntariamente por los individuos implicados en ellas.
INFORMACIÓN ADICIONAL:
08009992345 INADI (para realizar denuncias por discriminación)
0381 4514912 (denuncias sobre violencia familiar personalmente)
Denuncias: 102
0381 4308726 Minoridad y Flia. Piedras y 9 de Julio 3er piso. S.M. de Tuc
EPASI (ONG) Equipo de Prevención del Abuso Infantil 4342673
Comisaría de Atención a Victimas: Don Bosco 1886
Fundación Marita Verón: Salta 514 S.M de Tuc.
Observatorio de la Mujer: Centro de Salud (Av Avellaneda al 700)
Defensoría del niño: Hospital del Niño Jesús.
Delitos contra la honestidad
Abuso deshonesto Art. 127 del Código Penal • Voyeurismo
• Exhibicionismo
• Acoso Sexual
Violación Art. 119 del Cod. Penal
Violación con agravante por edad o lazos sanguíneos • Violación
• Incesto
• Pedofilia
Estupro Art. 120 del Cod. Penal • Pedofilia
Corrupción Art. 125 del Cod. Penal
Ley 26.364 de Trata de Personas • Trata de blancas
• Voyeurismo
Para las leyes argentinas. Se considera violación a aquel acceso carnal sin consentimiento. Por lo cual una violación no podría ser provocada por una mujer. (Art. 119 C.P.) Corresponden de 6 a 15 años de prisión.
Estupro: acceso carnal a un menor de 15 años y mayor de 12 con o sin su consentimiento por su inexperiencia (honestidad) sexual. Corresponden de 3 a 6 años de prisión. (Art. 120 C.P.)
Corrupción: se refiere a promover la prostitución, es relativa a ambos sexos y corresponden de 2 a 15 años de prisión. (Art. 125 C.P.)
Abuso Deshonesto: Se refiere al contacto corporal con significación sexual sin penetración o acceso carnal (Art. 127 C.P.)
Algunos delitos no tienen carátula en la Legislación argentina por lo cual depende de la experiencia y astucia del abogado para ser presentado. Ej. Exhibicionismo, o el incesto. Además de que existen agravantes a la carátula debido a edad o parentesco. O bien por lesiones graves.
Además en nuestra legislación todo empleado del estado o público tiene el deber de denunciar o puede ser acusado y cumplir una pena de 6 meses a 3 años.
Ley 26.364 Ley De Prevención Y Sanción De La Trata De Personas Y Asistencia A Sus Víctimas. Sancionada el 9 de Abril de 2008
En la actualidad se los denomina Delitos contra la integridad sexual. Modificación.
CODIGO PENAL Ley 25.087 Sancionada: Abril 14 de 1999. Promulgada: Mayo 7 de 1999. "Será reprimido con reclusión o prisión de seis meses a cuatro años el que abusare sexualmente de persona de uno u otro sexo cuando, ésta fuera menor de trece años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción.
CONTRA LA DISCRIMINACIÓN CONTRA LAS MADRES JOVENES
CUANDO AGOSTO ERA 21
(Fernando Ubiergo)
Se ocultaba en los pilares de los viejos pasadizos
Para esconder al Hijo que pronto iba llegar,
Fue difícil esconder en un blanco delantal
Los tres meses de más
Y salía del colegio con un siete en la libreta
Y en el vientre una cometa que pronto querrá volar;
Y se iba a caminar y se iba
A preguntar por las calles sin final.
Y se fue donde el cura, quien le dijo era pecado.
Y muy pronto un abogado le hablo de lo legal;
Y fue el profesor de ciencia
Quien le hablo de la inconsciencia de la juventud actual.
Haaaaaa de la juventud actual.
Coro
Los que juzgan no han sentido
El amor, el dolor y en el vientre
Unos latidos,
Y se enredan en en prejuicios,
Y el amor… se quedo en
UNOS CUANTOS LATIDOS….
Y sobraron los consejos que le hablaron de
Pastillas de una vieja mujercilla que el trabajo
Lo hace bien:
No falto una amiga esa amiga entre comillas que
Le dio una dirección.
Y salio desde el colegio en una fría mañana
Cuando la vieja campana aún no daba su talán;
Mientras el profe de ciencias hablaba
De la inconsciencia de la juventud actual…
Cuando agosto era 21 la encontraron boca
Arriba con la mirada perdida y su blanco delantal:
Y en el bolso de colegio dibujado un corazón que decía: TÚ y YO
Haaaaa que decía: TÚ y Yo
Coro
Los que juzgan no han sentido
El amor, el dolor y en el vientre
Unos latidos,
Y se enredan en en prejuicios,
Y el amor… se quedo en
UNOS CUANTOS LATIDOS….
Bibliografía
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TEUBAL RUTH, Violencia Familiar, Trabajo Social E Instituciones,
Ed. PAIDOS, ARGENTINA,2001.
“La extorsión, el insulto, la amenaza,
El coscorrón, la bofetada, la paliza,
El azote, el cuarto obscuro, la ducha helada,
El ayuno obligatorio, la comida obligatoria,
La prohibición de salir,
La prohibición de decir lo que piensa,
La prohibición de hacer lo que sienta,
Y la humillación pública,
Son algunos de los métodos de penitencia y tortura
Tradicionales en la vida de la familia.
Para castigo de la desobediencia y escarnio de la
Libertad. La tradición familiar perpetúa una cultura
Del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos
A mentir y contagia la peste del miedo. Los derechos
Humanos tendrían que empezar por casa.”
Eduardo Galeno, Uruguay 1989
Violencia: Implica el uso de la fuerza y/o abuso del poder. Mayormente es una conducta aprendida.
Existen varios tipos y grados de violencia, entre ellas podemos mencionar: violencia económica dirigida a los consumidores; delincuencia organizada, entre ellas trafico de drogas; raciales o sociales; política y/o militar; de guante blanco; tecnológica, etc. Con consecuencias tanto en la estructura de organización socio-política-cultural y económica de los pueblos como en el ámbito individual con efectos físicos, emocionales, sociales y económicos. La violencia también se observa en el nivel microsocial en la forma de violencia familiar.
La violencia familiar es una relación de abuso crónica y cíclica (alternan fases violentas con seudo tranquilas que corresponden a miedo y esperanza) y que trasciende en el desempeño y en los vínculos presentes y futuros de la persona creando muchas veces círculos viciosos. En esta relación cualquier persona está expuesta a ser víctima o victimario independientemente de su clase social, sexo, religión, status, etc.
En la situación de victimización familiar se considera de significación epidemiológica la violencia dirigida a mujeres, niños y ancianos.
Esta violencia se puede realizar por acción: abuso físico, emocional, sexual, financiero; abandono: físico, emocional o financiero. También de manera indirecta o sea por presenciar un acto de violencia, sobretodo en el caso de menores.
Estos problemas pasan muchas veces inadvertidos por considerarlos normales a la luz de los valores socio-culturales con los que se maneja una sociedad. Un punto fundamental sería el reconocer la violencia como tal y por lo tanto como un problema a ser tenido en cuenta.
Violencia Sexual
La violencia sexual es todo acto sexual, o la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo.
La coacción puede abarcar una amplia gama de grados de uso de la fuerza. Además de la fuerza física, puede entrañar la intimidación psíquica, la extorsión u otras amenazas, como la de daño físico, la de despedir a la víctima del trabajo o de impedirle obtener el trabajo que busca. También puede ocurrir cuando la persona agredida no está en condiciones de dar su consentimiento, por ejemplo, porque está ebria, bajo los efectos de un estupefaciente o dormida o es mentalmente incapaz de comprender la situación.
Formas y contextos de la violencia sexual
Los actos de violencia sexual pueden ser muy variados y producirse en circunstancias y ámbitos muy distintos. Entre ellos, cabe señalar:
– la violación en el matrimonio o en las citas amorosas;
– la violación por parte de desconocidos;
– la violación sistemática durante los conflictos armados;
– las insinuaciones o el acoso no deseados de carácter sexual, con inclusión de la exigencia de mantener relaciones sexuales a cambio de favores;
– el abuso sexual de personas física o mentalmente discapacitadas;
– el abuso sexual de menores;
– el matrimonio o la cohabitación forzados, incluido el matrimonio de menores;
– la denegación del derecho a hacer uso de la anticoncepción o a adoptar otras medidas de protección contra las enfermedades de transmisión sexual;
– el aborto forzado;
– los actos de violencia que afectan en a la integridad sexual de las mujeres, incluida la mutilación genital femenina y las inspecciones obligatorias para comprobar la virginidad;
– la prostitución forzada y la trata de personas con fines de explotación sexual.
La forma más común de contacto forzado es mediante las relaciones sexuales por vía vaginal.
La violencia sexual se registra en todos los países. Aunque en la mayoría de ellos el tema ha sido poco investigado, los datos disponibles indican que, en algunos, casi una de cada cuatro mujeres puede ser víctima de violencia sexual por parte de su pareja, y hasta la tercera parte de las adolescentes informa que su primera experiencia sexual fue forzada.
La violencia sexual tiene efectos muy profundos en la salud física y mental. Además de las lesiones físicas, se asocia con un mayor riesgo de experimentar diversos problemas de salud sexual y reproductiva, cuyas consecuencias pueden ser inmediatas o de largo plazo.
La violencia sexual también puede afectar profundamente al bienestar social de las víctimas, ya que pueden ser estigmatizadas y aisladas por su familia y otras personas por esa causa
El coito forzado puede gratificar sexualmente al agresor, aunque muchas veces el objetivo subyacente es una expresión de poder y dominio sobre la persona agredida. A menudo, los hombres que obligan a su cónyuge a tener relaciones sexuales con ellos creen que este acto es legítimo porque se trata de su esposa.
En muchos casos, la violación de mujeres y hombres se usa como un arma de guerra, como una forma de ataque al enemigo que simboliza la conquista y la degradación de las mujeres o de los combatientes varones capturados. También puede usarse para castigar a las mujeres por transgredir las normas sociales o morales, como las que prohíben el adulterio o embriagarse en público. Las mujeres y los hombres también pueden sufrir violaciones cuando están detenidos por la policía o encarcelados.
La violencia sexual cometida por los hombres está arraigada en gran medida en la ideología de los derechos de los hombres en materia sexual. Estos sistemas de creencias dejan a las mujeres muy pocas alternativas legítimas para negarse a las insinuaciones sexuales. Así, muchos hombres simplemente no consideran que exista la posibilidad de que sus insinuaciones sexuales a una mujer sean rechazadas o que esta tenga el derecho de tomar una decisión autónoma sobre su participación en la relación sexual. En muchas culturas, tanto las mujeres como los hombres consideran que el matrimonio significa que prácticamente no existen límites al grado de disponibilidad de la mujer para las relaciones sexuales, aunque desde un punto de vista cultural, estas puedan estar prohibidas en determinados momentos, como después del parto o durante la menstruación. Las normas sociales sobre el uso de la violencia como medio para lograr un objetivo han sido asociadas estrechamente con la prevalencia de la violación. En las sociedades donde la ideología de la superioridad masculina está muy arraigada, y se hace hincapié e n el predominio, la fuerza física y el honor de los hombres, la violación es más habitual. En los países donde existe una cultura de la violencia o que se encuentran inmersos en un conflicto violento, casi todas las formas de violencia aumentan, entre ellas la sexual.
Fuentes
Los datos sobre la violencia sexual generalmente provienen de la policía, los centros clínicos, las organizaciones no gubernamentales y las investigaciones mediante encuestas. La relación entre estas fuentes de información y la magnitud mundial del problema de la violencia sexual puede representarse por un iceberg flotando en el agua - La pequeña punta visible representa los casos denunciados a la policía. Una sección más grande puede descubrirse a través de las investigaciones mediante encuestas y el trabajo de las organizaciones no gubernamentales. Pero bajo la superficie queda una parte sustancial aunque no cuantificada del problema.
Muchas mujeres no denuncian la violencia sexual a la policía por vergüenza, por temor a que se las culpe de la situación. Por otra parte, es posible que los datos de los consultorios de medicina forense reflejen los incidentes de abuso sexual más violentos. La proporción de mujeres que recurren a los servicios médicos para resolver los problemas inmediatos relacionados con la violencia sexual también es relativamente pequeña.
También hay diferencias significativas entre las culturas en lo que hace a la decisión de revelar los actos de violencia sexual a los investigadores.
Violencia sexual en la pareja
En muchos países, una proporción significativa de las mujeres víctimas de violencia física también sufren abuso sexual. En México y en los Estados Unidos, los estudios efectuados permiten calcular que 40% a 52% de las mujeres cuyo compañero íntimo ejerce violencia física hacia ellas, también han sido obligadas por este a tener relaciones sexuales. A veces, la violencia sexual se inflige sin recurrir a la violencia física. En el estado de Uttar Pradesh, en la India, 7% de los integrantes de una muestra representativa de más de 6 000 hombres informaron haber maltratado física y sexualmente a sus esposas, 22% manifestaron que habían ejercido violencia sexual sin emplear la violencia física y 17% dijeron que solo habían empleado la violencia física.
Los resultados de estos estudios indican que la agresión sexual por la pareja no es infrecuente ni tampoco privativa de alguna región del mundo en particular. Por ejemplo, 23% de las mujeres del norte de Londres informaron que alguna vez en su vida habían sido víctimas de una violación o un intento de violación por parte de su pareja. En varias otras ciudades se han obtenido cifras similares: Guadalajara (México) (23,0%), León (Nicaragua) (21,7%), Lima (Perú) (22,5%).
Iniciación sexual forzada
Una cantidad creciente de estudios, realizados especialmente en África al sur del Sahara, indican que la primera experiencia sexual de las muchachas a menudo es no deseada y forzada. Cuando se les preguntó sobre las consecuencias de rechazar las relaciones sexuales, 77,9% de los casos de estudio y 72,1% de las testigos dijeron que temían ser golpeadas si se negaban. En los estudios en que se ha incluido tanto a hombres como a mujeres en la muestra, la prevalencia informada de violaciones o coacción sexual ha sido mayor entre las mujeres que entre los varones. Por ejemplo, casi la mitad de las mujeres adolescentes sexualmente activas que participaron en un estudio que incluyó a varios países del Caribe, declararon que sus primeras relaciones sexuales fueron forzadas, en comparación con un tercio de los varones adolescentes. En Lima, el porcentaje de mujeres jóvenes que decían haber sido iniciadas sexualmente por la fuerza fue casi cuatro veces mayor que el de varones jóvenes (40% y 11%, respectivamente)
Violaciones múltiples
En todo el mundo hay mucha información sobre las violaciones en que participan no menos de dos agresores. Sin embargo, la información sistemática sobre el alcance del problema es escasa. En Johannesburgo (Sudáfrica), los estudios de seguimiento de las mujeres que asisten a los consultorios de medicina forense después de una violación permitieron determinar que un tercio de ellas habían sido víctimas de violaciones múltiples. Los datos nacionales sobre las violaciones y las agresiones sexuales en los Estados Unidos revelan que cerca de una de cada diez agresiones sexuales se produce con la participación de varios autores. La mayoría de estos ataques son cometidos por personas desconocidas por sus víctimas. Sin embargo, este modelo difiere del de Sudáfrica, donde los novios muchas veces participan en las violaciones múltiples.
Tráfico de personas con fines de explotación sexual
Todos los años, cientos de miles de mujeres y niñas de todo el mundo son compradas y vendidas para que ejerzan la prostitución o se conviertan en esclavas sexuales. Las investigaciones realizadas en Kirguistán han permitido calcular que alrededor de 4 000 personas de ese país habían sido víctimas de ese tipo de tráfico en 1999 y que los principales destinos eran China, Alemania, Kazajstán, la Federación de Rusia, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. De ellas, 62% informaron que se habían visto obligadas a trabajar sin percibir remuneración alguna, en tanto que más de 50% dijeron haber sido víctimas de maltrato físico o torturas por parte de sus empleadores. En un informe de la Organización Mundial contra la Tortura se señaló que, entre 1990 y 1997, más de 200 000 mujeres de Bangladesh habían sido víctimas de trata. Unas 5 000 a 7 000 mujeres y niñas nepalesas por año habían sido objeto de comercio ilícito a la India. También se ha informado de trata de mujeres tailandesas a Japón. La trata de blancas también se lleva a cabo dentro de algunos países, muchas veces de las zonas rurales a las urbanas. Canadá y Estados Unidos son también un destino importante de la trata internacional de mujeres. En un estudio realizado con el auspicio de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, se calculó que entre 45 000 y 50 000 mujeres y niños ingresan anualmente al país en el marco de esa actividad. Entre 1996 y 1999, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos elevó a los tribunales más de 150 casos de trata. La mayoría tenía menos de 25 años de edad, y muchas, entre 15 y 18 años. La mayor parte provenía de Europa central y oriental, especialmente de Albania, y también de Colombia, Nigeria y Perú.
Muchos de los factores que inciden en el plano nacional tienen una dimensión internacional. Por ejemplo, las tendencias mundiales al libre comercio han venido acompañadas de un aumento de los desplazamientos de las mujeres y las niñas por todo el mundo en busca de trabajo, incluida la prostitución. Los programas económicos de ajuste estructural propuestos por los organismos internacionales han agravado la pobreza y el desempleo en varios países, incrementando las posibilidades de trata de mujeres y de violencia sexual, un fenómeno observado especialmente en Centroamérica, el Caribe y en ciertas zonas de África.
La violencia sexual contra los profesionales del sexo
Sean o no víctimas de trata, los profesionales del sexo están muy expuestos tanto a la violencia física como sexual, en especial en los lugares donde la prostitución es ilícita .
Violencia sexual contra los hombres y los niños
La violencia sexual contra los hombres y los niños es un problema grave. Sin embargo, ha sido dejado de lado por las investigaciones, salvo en lo que se refiere al abuso sexual infantil. La violación y otras normas de coacción sexual contra los hombres y los niños se producen en diversos ámbitos, entre ellos el hogar, el lugar de trabajo, las escuelas, la calle, en las fuerzas armadas y durante las guerras, así como en las cárceles y en las comisarías.
En las cárceles, el coito forzado puede darse entre los presidiarios como forma de establecer jerarquías de respeto y disciplina. En muchos países también se informa ampliamente sobre casos de violencia sexual cometida por funcionarios de los servicios penitenciarios, policías y soldados. Este tipo de violencia puede ejercerse obligando a los presidiarios a tener relaciones sexuales entre sí, como una forma de „entretenimiento o a prestar servicios sexuales a los funcionarios o directores de la institución penitenciaria. En otros lugares, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres pueden ser violados como „castigo por su comportamiento, pues se considera que transgreden las normas sociales.
La magnitud del problema
Los estudios realizados principalmente en los países desarrollados indican que entre 5% y 10% de los hombres han declarado haber sido objeto de abuso sexual en la niñez. En varios estudios basados en la población, realizados con adolescentes de algunos países en desarrollo, el porcentaje de varones que declararon haber sido víctimas de una agresión sexual en alguna oportunidad varía entre 3,6% y 20,0% (Perú). Asimismo, los estudios llevados a cabo en los países tanto industrializados como en desarrollo indican que no es infrecuente que la primera relación sexual haya sido forzada. Lamentablemente, hay pocas estadísticas confiables sobre la cantidad de niños y hombres violados en ámbitos tales como las escuelas, las cárceles y los campamentos de refugiados.
La mayoría de los expertos considera que las estadísticas oficiales subestiman considerablemente la cantidad de hombres víctimas de violación. Los datos probatorios disponibles indican que la probabilidad de que los hombres denuncien una agresión sexual a las autoridades es aun menor que en el caso de las mujeres. Existen diversas razones por las cuales se denuncian menos episodios de violación masculina de los que realmente suceden. Entre ellas cabe mencionar la vergüenza, la culpa o el miedo a no ser creído o a ser denunciado por lo ocurrido. Los mitos y la existencia de prejuicios muy arraigados sobre la sexualidad masculina también son un obstáculo para que los hombres presenten una denuncia.
Consecuencias de la violencia sexual
Como sucede con las víctimas femeninas del abuso sexual, las investigaciones indican que es probable que las víctimas masculinas de este tipo de agresiones tengan diversas consecuencias de orden psíquico, tanto inmediatamente después de la agresión como a más largo plazo. Estas incluyen culpa, ira, ansiedad, depresión, estrés postraumático, disfunciones sexuales, afecciones somáticas, alteraciones del sueño, alejamiento de la pareja e intento de suicidio. Además de estas reacciones, en algunos estudios realizados con adolescentes varones también se determinó que existía una relación entre haber sido víctima de una violación y el abuso de sustancias, las conductas violentas, el robo y el ausentismo escolar.
Aborto
Se denomina aborto a la interrupción del embarazo antes de que el feto pueda desarrollar vida independiente. Se habla de parto prematuro si la salida del feto desde el útero tiene lugar cuando éste ya es viable (capaz de una vida independiente), por lo general al cabo del sexto mes de embarazo.
El aborto puede ser espontáneo o inducido. Los fetos expulsados con menos de 0,5 kg de peso o 20 semanas de gestación se consideran abortos.
Se calcula que el 25% de todos los embarazos humanos finalizan en aborto espontáneo, y tres cuartas partes de los abortos suceden en los tres primeros meses de embarazo. Algunas mujeres tienen cierta predisposición a tener abortos, y con cada aborto sucesivo disminuyen las posibilidades de que el embarazo llegue a término.
Las causas del aborto espontáneo no se conocen con exactitud. En la mitad de los casos, hay alteración del desarrollo del embrión o del tejido placentario, que puede ser consecuencia de trastornos de las propias células germinales o de una alteración de la implantación del óvulo en desarrollo. También puede ser consecuencia de alteraciones en el entorno materno. Se sabe que algunas carencias vitamínicas graves pueden ser causa de abortos en animales de experimentación.
El síntoma más común de una amenaza de aborto es el sangrado vaginal, acompañado o no de dolor intermitente. El tratamiento para una situación de riesgo de aborto consiste en llevar reposo en cama. En mujeres con varios abortos puede ser necesario el reposo en cama durante todo el embarazo. El tratamiento con vitaminas y hormonas también puede ser eficaz.
En un aborto espontáneo, el contenido del útero puede ser expulsado del todo o en parte; sin embargo, en ocasiones, el embrión muerto puede permanecer en el interior del útero durante semanas o meses: es el llamado aborto diferido. La mayor parte de los médicos recomiendan la excisión quirúrgica de todo resto embrionario o placentario para eliminar las posibilidades de infección o irritación de la mucosa uterina.
El Aborto Inducido es la interrupción deliberada del embarazo mediante la extracción del feto de la cavidad uterina. En función del periodo de gestación en el que se realiza, se emplea una u otra de las cuatro intervenciones quirúrgicas siguientes: la succión o aspiración puede ser realizada durante el primer trimestre (hasta la duodécima semana). Mediante el uso de dilatadores sucesivos para conseguir el acceso a la cavidad uterina a través del cérvix (cuello del útero), se introduce un tubo flexible conectado a una bomba de vacío denominado cánula para extraer el contenido uterino. Puede realizarse en un periodo de tiempo que va de cinco a diez minutos en pacientes no internadas. A continuación se introduce una legra (instrumento metálico en forma de cuchara) para eliminar por raspado cualquier resto de las cubiertas uterinas. El método de aspiración, introducido en China en 1958, pronto sustituyó al método anterior de dilatación y legrado (en el que la legra se utilizaba para extraer el feto). Durante la primera parte del segundo trimestre la interrupción del embarazo se puede realizar por una técnica especial de legrado-aspiración combinada a veces con fórceps, denominada dilatación y evacuación (DE). La paciente debe permanecer ingresada en el hospital puesto que puede haber hemorragias y molestias tras la intervención. A partir de la semana 15 de gestación el método más empleado es el de infusiones salinas. En esta técnica se utiliza una aguja hipodérmica o un tubo fino para extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico del útero a través de la pared abdominal. Este líquido es sustituido lentamente por una solución salina concentrada al 20%. Entre 24 y 48 horas empiezan a producirse contracciones uterinas, que producen la expulsión del feto y la paciente puede abandonar el hospital uno o dos días después. Los abortos tardíos se realizan mediante histerotomía: se trata de una intervención quirúrgica mayor, similar a la cesárea, pero realizada a través de una incisión de menor tamaño en la parte baja del abdomen. Como alternativa a estos procedimientos, existe una píldora denominada RU-486 que bloquea la hormona progesterona y es eficaz en los primeros 50 días de gestación. La RU-486 se desarrolló en Francia y en 1988 se legalizó su uso.
Los abortos del primer trimestre son relativamente sencillos y seguros cuando se realizan en condiciones clínicas adecuadas. Los riesgos de complicaciones aumentan de manera paralela a la edad de la gestante y consisten en infecciones, lesiones del cuello uterino, perforación uterina y hemorragias. Hay situaciones clínicas concretas en las que un aborto inducido, incluso tardío, supone menor riesgo para la paciente que la terminación del embarazo.
REGULACIÓN DEL ABORTO
En la antigüedad la realización de abortos era un método generalizado para el control de natalidad. Después fue restringido o prohibido por la mayoría de las religiones, pero no se consideró una acción ilegal hasta el siglo XIX. El aborto se prohibió para proteger a las mujeres de intervenciones quirúrgicas que, en aquella época, no estaban exentas de riesgo; la única situación en la que estaba permitida su práctica era cuando peligraba la vida de la madre. En ocasiones también se permitía el aborto cuando había riesgos para la salud materna.
Durante el siglo XX la legislación ha liberalizado la interrupción de embarazos no deseados en diversas situaciones médicas, sociales o particulares. Los abortos por voluntad expresa de la madre fueron legalizados primero en la Rusia posrevolucionaria de 1920; posteriormente se permitieron en Japón y en algunos países de la Europa del Este después de la II Guerra Mundial. A finales de la década de 1960 la despenalización del aborto se extendió a muchos países.
Las razones de estos cambios legales fueron de tres tipos:
1) El infanticidio y la mortalidad materna asociada a la práctica de abortos ilegales;
2) La sobrepoblación mundial;
3) El auge del movimiento feminista.
Hacia 1980, el 20% de la población mundial habitaba en países donde la legislación sólo permitía el aborto en situaciones de riesgo para la vida de la madre. Otro 40% de la población mundial residía en países en los que el aborto estaba permitido en ciertos supuestos —riesgo para la salud materna, situaciones de violación o incesto, presencia de alteraciones congénitas o genéticas en el feto— o en situaciones sociales especiales (madres solteras o con bajos ingresos). Otro 40% de la población mundial residía en países donde el aborto estaba liberalizado con las únicas condicionantes de los plazos legales para su realización. El movimiento de despenalización para ciertos supuestos, ha seguido creciendo desde entonces en todo el mundo y ha sido defendido en las conferencias mundiales sobre la mujer, especialmente en la de Pekín de 1995, aunque todavía hay países que sobre todo por razones religiosas se ven presionados a mantener legislaciones restrictivas y condenatorias con respecto al aborto.
Objeción de conciencia
Objeción de conciencia, posibilidad de que el sujeto se niegue a cumplir un mandato legal apelando al imperativo de conciencia. Como consecuencia de la libertad de pensamiento y de creencias, algunas constituciones prevén la posibilidad de que el sujeto pueda adecuar su conducta personal respecto a esas convicciones que es libre de tener.
Existe asimismo la objeción de conciencia a practicar abortos. Ello puede deberse a motivos religiosos, pero también puede tratarse de razones éticas, ideológicas, intelectuales, humanitarias y de otra índole.
Se da cuando el equipo médico o sanitario no interviene en la operación por razones morales o religiosas, al entender que el feto goza de vida propia desde la concepción, aunque la legislación del país obligue a su participación. Después de que la administración verifique las razones alegadas, podrá ser dispensado del deber además de la pena correspondiente. En china las mujeres no pueden negarse a un aborto, la multa por ello es demasiado alta para que la pudiesen asumir.
Además del homicidio hay otros delitos contra la vida humana bien diferenciados: el parricidio, que consiste en matar a un ascendiente, descendiente o cónyuge; el infanticidio, que comete la madre cuando, para ocultar su deshonra, mata a su hijo recién nacido; el asesinato, que consiste en matar a otra persona con alevosía, premeditación o ensañamiento, o mediando recompensa o precio; la inducción al suicidio.
Por su parte, el delito de aborto tiene un tratamiento muy diferente en las distintas legislaciones penales, según el grado de permisividad de cada una. Pero en el plano penal jamás puede ser considerado homicida el autor de un delito de aborto, y cuando se divulgan en determinados círculos antiabortistas radicales equiparaciones entre ambos delitos, se trata sin duda de una identificación equivocada desde el punto de vista penal, pues el aborto nunca puede ser considerado como delito contra la vida humana independiente. Téngase en cuenta que el feto, desde una perspectiva jurídica, no es persona (al margen de que así se le considere desde algunas interpretaciones morales o religiosas) por lo que falta el primer requisito del delito de homicidio, el que atañe a la víctima.
Posición de la Iglesia
En otras cuestiones la Iglesia ha sido más conservadora y no menos inflexible. La prohibición de los métodos artificiales de control de natalidad fue reiterada por el papa Pablo VI en su encíclica Humanae vitae (1968). Este documento levantó objeciones en círculos teológicos e incluso episcopales, algo insólito para el pontificado moderno. Aunque su importancia aún se debate, es desde luego la afirmación más autorizada al respecto dentro de la Iglesia católica, cuya frontal oposición a las leyes de liberalización del aborto ha provocado respuestas políticas en contra de la voluntaria interrupción del embarazo en algunos países occidentales. Aunque la Iglesia permite que las mujeres administren la eucaristía y realicen otras funciones en circunstancias extraordinarias, prohíbe que sean ordenadas sacerdotes o diáconos. Para los sacerdotes del rito romano el matrimonio está prohibido de forma taxativa.
Los mormones se oponen al ecumenismo y básicamente están en contra del aborto, del control de la natalidad y del sacerdocio femenino. Al igual que muchos protestantes, se consideran a sí mismos una organización opuesta al secularismo y al compromiso liberal. No obstante, y a pesar de que su tasa de natalidad es más alta que la media estadounidense, ha descendido de forma notable. Además, en la actualidad tienen permitido cierto control de la natalidad. Si bien están en contra del divorcio, en ciertos lugares existe una cierta práctica.
La Violencia Sexual En Las Escuelas.
Para muchas jóvenes, el lugar donde son objeto de coacción o acoso sexual con mayor frecuencia es la escuela. En un caso extremo de violencia ocurrido en 1991, 71 adolescentes fueron violadas por sus compañeros de clase y otras 19 murieron en un internado en Meru (Kenya). Si bien gran parte de las investigaciones sobre este tema se realiza en África, no resulta claro si esto se debe a que en esa región la prevalencia del problema es particularmente elevada o si, sencillamente, ha tenido mayor visibilidad que en otras partes del mundo. Lo más probable es que el acoso de las muchachas por los varones sea un problema mundial. En el Canadá, por ejemplo, 23% de las niñas habían sido víctimas de acoso sexual en la escuela. Sin embargo, las investigaciones realizadas en África han permitido poner de manifiesto que los docentes desempeñan un papel importante en la facilitación o el ejercicio de la coacción sexual. En un informe de Africa Rights se informó que en hubo casos de docentes que intentaron tener relaciones sexuales con sus alumnas a cambio de darles buenas calificaciones o no reprobarlas. En una encuesta nacional realizada recientemente en Sudáfrica, que incluía preguntas sobre las experiencias de violación antes de los 15 años de edad, se comprobó que los docentes eran responsables de 32% de las violaciones de niños denunciadas. En un estudio retrospectivo de casos denunciados de abuso sexual a los niños, realizado en Zimbabwe durante un período de ocho años (1990 a 1997), se comprobó que las tasas de abuso sexual cometido por los maestros de las escuelas primarias rurales eran elevadas. Muchas de las víctimas habían sido niñas de 11 a 13 años de edad, y el tipo de abuso sexual más prevalente era la relación sexual con penetración.
En Los Centros De Atención De Salud
En muchos países se ha informado de violencia sexual contra los pacientes en los establecimientos de salud. Por ejemplo, en un estudio sobre los médicos sancionados por cometer delitos sexuales en los Estados Unidos, se comprobó que el número de casos había aumentado de 42 en 1989 a 147 en 1996, y que la proporción de medidas disciplinarias relacionadas con este tipo de delitos había aumentado de 2,1% a 4,4% en el mismo período. No obstante, este incremento podría ser reflejo de una mayor predisposición a presentar las denuncias correspondientes.
Otras formas documentadas de violencia sexual contra las pacientes incluyen la participación del personal médico en la práctica de la clitoridectomía en Egipto, los exámenes ginecológicos forzados y la amenaza de abortos forzados en China y las inspecciones de la virginidad en Turquía. La violencia sexual es parte de un problema más amplio de la violencia ejercida contra las pacientes por trabajadores de la salud, que ha sido denunciado en muchos países y al que hasta hace poco se había prestado escasa atención. También se ha informado de acoso sexual a enfermeras por parte de los médicos varones
Durante los conflictos armados y en los campamentos para refugiados
La violación se ha usado como estrategia en muchos conflictos, por ejemplo en Corea durante la Segunda Guerra Mundial, así como en diversos conflictos armados. En algunos conflictos de este tipo, como los de Rwanda y las repúblicas de la Antigua Yugoslavia, la violación se ha usado como una estrategia deliberada, dirigida a socavar los vínculos comunitarios y por ende la percepción del enemigo, y además como herramienta para la “depuración étnica”.
En un estudio llevado cabo en Monrovia (Liberia), se comprobó que era más probable que quienes denunciaran haber sido víctimas de intento de violación y coacción sexual durante el conflicto fueran las mujeres de menos de 25 años de edad que las de 25 o más (18% y 4%, respectivamente). Las mujeres obligadas a cocinar para alguna de las facciones en guerra corrían un riesgo significativamente mayor.
Otra consecuencia inevitable de los conflictos armados es la desintegración económica y social, que puede obligar a gran número de personas a prostituirse, una observación que también vale para los refugiados que huyen de los conflictos armados o de desastres naturales tales como las inundaciones, los terremotos o las tormentas muy destructivas.
Los refugiados que huyen de los conflictos armados y otras situaciones de peligro muchas veces se exponen a ser víctimas de violaciones en su nuevo ámbito.
Formas “culturales” de violencia sexual
Matrimonio de niños
El matrimonio se usa muchas veces para legitimar una variedad de formas de violencia sexual contra la mujer. En muchos lugares del mundo existe la costumbre de casar a los niños pequeños, en especial a las niñas. Esta práctica, legal en muchos países, es una forma de violencia sexual, ya que los niños afectados no pueden dar o negar su consentimiento. En la mayoría de los casos, es poco o nada lo que saben sobre el sexo antes de casarse. Por consiguiente, es muy común que esta situación los atemorice y que los primeros encuentros sexuales sean forzados. El matrimonio precoz es muy común en África y Asia Meridional, aunque también se da en Oriente Medio y en algunos lugares de América Latina y Europa oriental. El matrimonio a los 7 u 8 años de edad no es infrecuente.
En otras regiones, como en América Latina por ejemplo, se ha informado de casos de primeros matrimonios contraídos a edad temprana en Cuba, Guatemala, Honduras, México y Paraguay. En Canadá, Estados Unidos y Europa occidental, la proporción de niñas que se casan antes de los 19 años de edad es menor que 5% (por ejemplo: 1% en Canadá, Suiza y el Reino Unido, 2% en Bélgica y Alemania, 3% en España, y 4% e n Estados Unidos) .
Aunque muchas veces es la pobreza lo que impulsa al matrimonio de menores, ciertos factores como el deseo de mantener la pureza sexual de una niña joven y protegerla de las relaciones sexuales prenupciales, la infección por el VIH y las insinuaciones sexuales no deseadas, también son algunas de las razones que esgrimen las familias para justificar esos matrimonios.
Otras costumbres que llevan a la violencia
En muchos lugares existen otras costumbres que no son el matrimonio entre menores pero que también suponen el ejercicio de violencia sexual contra las mujeres. Por ejemplo, en Zimbabwe, existe la costumbre denominada ngozi, según la cual una niña puede ser entregada a una familia como compensación por la muerte de uno de sus integrantes varones a manos de un miembro de la familia de aquella. Al llegar a la pubertad la niña deberá tener relaciones sexuales con el hermano o el padre del difunto a fin de procrear un hijo que reemplace al muerto. Según otra costumbre, denominada chimutsa mapfiwa (“herencia de esposa”), cuando muere una mujer casada, su hermana tiene la obligación de reemplazarla en su matrimonio.
¿Cuáles son los factores de riesgo en la violencia sexual?
Explicar la violencia sexual contra la mujer se complica por la multiplicidad de formas que adopta y la diversidad de circunstancias en que se produce. Se observa una superposición apreciable entre las diversas modalidades de la violencia sexual y la violencia infligida por la pareja- Hay ciertos factores que aumentan el riesgo de que una persona sea coaccionada con fines sexuales o de que un hombre determinado fuerce sexualmente a otra persona. También hay ciertos factores en el ambiente social, entre los que cabe mencionar a los pares y la familia, que influyen en la probabilidad de que se produzca una violación y determinan la reacción de ese entorno. Las investigaciones indican que los diversos factores tienen un efecto aditivo, de modo que cuantos más sean los que intervengan en una situación determinada, tanto mayor será la probabilidad de que se ejerza violencia sexual. Además, la importancia de un factor determinado puede variar en las distintas etapas de la vida.
Factores que aumentan la vulnerabilidad de las mujeres
Una de las formas más comunes de violencia sexual en todo el mundo es la perpetrada por la pareja, lo que lleva a concluir que uno de los factores de riesgo más importantes para las mujeres (en cuanto a su vulnerabilidad ante la agresión sexual) es estar casada o convivir con una pareja. Otros factores que influyen en el riesgo de violencia sexual comprenden:
La edad: Las mujeres jóvenes generalmente corren mayor riesgo de violación que las mujeres mayores. Según los datos de los sistemas de administración de justicia y los centros de crisis para casos de violación de Chile, Estados Unidos, Malasia, México, Papua Nueva Guinea y Perú, entre la tercera y las dos terceras partes de las víctimas de agresiones sexuales tienen 15 años de edad o menos.
consumir alcohol u otras drogas; El consumo de alcohol o drogas hace más difícil que las mujeres puedan protegerse, interpretando adecuadamente los signos de advertencia y reaccionando como corresponde. El consumo de bebidas alcohólicas también puede colocar a las mujeres en situaciones donde las posibilidades de toparse con un agresor potencial son mayores
Haber sido violada o abusada sexualmente con anterioridad; Existen ciertos datos probatorios que permiten vincular el abuso sexual en la niñez o la adolescencia con los modelos de victimización durante la edad adulta. Se comprobó que quienes habían sido violadas antes de los 18 años de edad tenían dos veces más probabilidades de ser violadas en la edad adulta que las que no habían sido violadas durante la niñez o la adolescencia (18,3% y 8,7%, respectivamente). Los efectos del abuso sexual temprano también pueden extenderse a otros tipos de problemas en la edad adulta: experimentar problemas sexuales, de salud mental, de violencia doméstica y otros
Tener muchos compañeros sexuales; No está claro si el hecho de tener mayor número de compañeros sexuales es una causa o una consecuencia de los malos tratos (incluido el abuso sexual) durante la niñez. (Nicaragua) se comprobó que las mujeres que habían sido víctimas de violación o de intentos de violación durante la niñez o la adolescencia era más probable que tuviera más compañeros sexuales durante la edad adulta que las mujeres no maltratadas o que las mujeres maltratadas moderadamente
Ser profesional del sexo;
Mejorar el nivel de instrucción y aumentar la independencia económica, al menos cuando lo que está en juego es la violencia sexual en la pareja; Las mujeres corren mayor riesgo de violencia sexual y de violencia física por parte de su pareja cuanto mayor sea su nivel de instrucción y, por ende, su capacidad de realización social. En una encuesta nacional realizada en Sudáfrica se comprobó que las mujeres sin instrucción tenían mucho menos probabilidades de ser víctimas de la violencia sexual que las que tenían niveles de instrucción más altos La explicación probable es que una mayor capacidad social de la mujer genera mayor resistencia de estas a las normas patriarcales, por lo que los hombres suelen recurrir a la violencia para tratar de recuperar el control. La relación entre la mayor capacidad de realización social y la violencia física tiene la forma de una U invertida: al aumentar aquella, el riesgo es mayor hasta un nivel determinado, más allá del cual comienza a convertirse en factor de protección. No obstante, todavía no se sabe si esto también es válido para la violencia sexual.
La pobreza. Las mujeres y las niñas pobres quizá corran mayor riesgo de violación mientras realizan sus tareas cotidianas que las que están en mejor situación económica. La violación puede producirse, por ejemplo, cuando regresan solas del trabajo al hogar a horas avanzadas de la noche, o cuando trabajan en el campo solas. Los hijos de las mujeres pobres suelen tener menos supervisión materna cuando no están en la escuela, ya que a madre puede estar trabajando y no cuenta con los medios necesarios para contratar a alguien para que los cuide. De hecho, es posible que los propios niños estén trabajando y por lo tanto sean vulnerables a la explotación sexual. La pobreza obliga a muchas mujeres y niñas a buscar ocupaciones que suponen un riesgo relativamente elevado de violencia sexual, en especial la prostitución. También les genera enormes presiones para encontrar o mantener un trabajo, realizar actividades comerciales y, si están estudiando, obtener buenas calificaciones, todo lo cual las hace vulnerables a la coacción sexual de quienes pueden prometerles estas cosas. Las mujeres más pobres también corren mayor riesgo de violencia por parte de su pareja íntima, de la cual la violencia sexual suele ser una manifestación.
Factores que aumentan el riesgo de que los hombres cometan una violación
Los datos sobre los hombres propensos a la violencia sexual son relativamente escasos y corresponden en su mayor parte a los violadores detenidos, salvo en los Estados Unidos, donde también se han realizado investigaciones sobre los estudiantes universitarios varones. Pese a que el volumen de información sobre los hombres proclives a ejercer la violencia sexual es limitado, se tiene la impresión de que se trata de un fenómeno que afecta a casi todos los países (aunque los niveles de prevalencia sean distintos), a todas las clases socioeconómicas y a todos los grupos de edad, de la niñez en adelante. Estos datos también indican que la mayoría de ellos ejercen la violencia contra mujeres que ya conocen. Entre los factores que aumentan el riesgo de que un hombre cometa una violación cabe mencionar los que guardan relación con las actitudes y creencias, así como las conductas originadas por determinadas situaciones y condiciones sociales que hacen viable la perpetración de actos de abuso y los sustentan.
Factores que aumentan el riesgo de que los hombres cometan una violación
Factores individuales. Se ha demostrado que es más probable que los hombres proclives a ejercer la violencia sexual consideren que sus víctimas son las responsables de la violación y tengan menos conocimiento de sus efectos sobre estas. Quizá malinterprete las “señales” emitidas por las mujeres en los ámbitos sociales y carezca de las inhibiciones que intervienen en la supresión de las asociaciones entre el sexo y la agresión. También se asocia con la preferencia por las relaciones sexuales impersonales y con la tendencia a refirmar los intereses personales a expensas de los de los demás. Otro factor son las actitudes de enfrentamiento con el sexo opuesto, según las cuales las mujeres son adversarios a quienes es preciso desafiar y conquistar.
El consumo de alcohol y drogas Se ha demostrado que uno de los efectos del alcohol es desinhibir determinado tipo de conductas sexualmente agresivas; lo mismo ocurre con algunos estupefacientes, en especial la cocaína. El alcohol tiene determinados efectos psicofarmacológicos, como reducir las inhibiciones, nublar el entendimiento y disminuir la capacidad para interpretar las “señales” de los demás. La probabilidad de que los hombres actúen violentamente cuando beben es mayor porque consideran que no se los hará responsables de su comportamiento. También se asocian con la bebida ciertas formas de violencia sexual grupal.
Las fantasías sexuales coercitivas y otras actitudes y creencias que apoyen la violencia sexual
Las tendencias impulsivas y antisociales
La preferencia por las relaciones sexuales impersonales
Los sentimientos de hostilidad hacia las mujeres
Los antecedentes de abuso sexual durante la niñez
El haber presenciado situaciones de violencia doméstica durante la niñez
Factores relacionales
Las relaciones con pares delincuentes y sexualmente agresivos
Un ambiente familiar caracterizado por la violencia física y la falta de recursos
Una relación o un ámbito familiar fuertemente patriarcales
Los ámbitos familiares carentes de contención emocional
Un ámbito en que el honor familiar se considera más importante que la salud y la seguridad de la víctima
Factores comunitarios
La pobreza está vinculada tanto con el ejercicio de la violencia sexual como con el riesgo de ser víctima de ella. Varios autores han alegado que la relación entre la pobreza y la perpetración de actos de violencia sexual está mediada por ciertas formas de crisis de identidad masculina. la violación se convierten en norma, en la medida en que los hombres vuelcan su agresión contra las mujeres que ya no pueden controlar mediante una estructura patriarcal o sostener económicamente.
La falta de oportunidades laborales
La falta de apoyo institucional del sistema policial y judicial
La tolerancia general a la agresión sexual en la comunidad
La falta de sanciones comunitarias estrictas contra los perpetradores de la violencia sexual.
Factores sociales: Los factores que operan a nivel social e influyen en la violencia sexual comprenden las leyes y las políticas adoptadas por el país en relación con la igualdad de género en general y con la violencia sexual en particular. También inciden las normas relativas al uso de la violencia. En algunos países es común que la familia apoye a sus miembros para que hagan todo lo necesario, incluso recurrir al asesinato, para mitigar la “vergüenza” asociada con una violación u otra trasgresión sexual.
En varias zonas de Papua Nueva Guinea, las mujeres pueden ser castigadas mediante la violación pública realizada por una pandilla, muchas veces con la anuencia de los ancianos de la comunidad.
La agresión sexual se considera muchas veces como una característica que define la virilidad en el grupo.
La existencia de normas sociales que favorecen la violencia sexual
La existencia de normas sociales que sustenten la superioridad masculina y el derecho sexual
La falta de leyes y políticas estrictas relacionadas con la violencia sexual
La falta de leyes y políticas estrictas relacionadas con la igualdad de género
El elevado nivel de criminalidad y otras formas de violencia
La respuesta familiar a la violencia sexual, que culpa a las mujeres sin castigar a los hombres, haciendo hincapié, en cambio, en reparar la “pérdida” del honor familiar.
Si bien muchas familias tratan de proteger de la violación a sus miembros femeninos y también pueden hacer que las hijas empleen métodos anticonceptivos para evitar los signos visibles si fueran violadas, no es frecuente que se ejerzan presiones sociales significativas para controlar a los hombres jóvenes o persuadirlos de que está mal obligar a una mujer a tener relaciones sexuales.
La profundidad con que están arraigadas en la comunidad las creencias sobre la superioridad masculina y el derecho de los hombres a tener relaciones sexuales afectará enormemente a las probabilidades de que se produzcan actos de violencia sexual. También incidirá el grado de tolerancia de la comunidad hacia las agresiones sexuales y la gravedad de las sanciones contra los agresores, si las hubiera
Delitos Sexuales
Delito Sexual: Conducta de extrema crueldad sobre víctimas indefensas donde corre riesgo su vida. El victimario recurre al engaño e inspira confianza para luego convertirse confundiendo e incapacitando así a la víctima para defenderse. Se puede clasificar los delitos sexuales en:
• Voyeurismo
• Exhibicionismo
• Acoso Sexual
• Incesto
• Pedofilia
• Trata de blancas
• Violación
Homosexual
Heterosexual (de hombres a mujeres en mayor numero)
Voyeurismo: Aquellos que sienten placer observando la desnudez de otros y o un acto sexual de otros. Es delito cuando se produce sin su consentimiento o se realiza a menores que no tienen conciencia de lo que se les pide.
Exhibicionismo: El fin del exhibicionista es ser mirado ya sea masturbándose o solo mostrar su genitalidad con expresiones groseras, no intenta el contacto sexual pero si busca provocar un shock emocional en la víctima, por eso eligen a menores que se asusten o atemoricen, desea obtener una mirada de horror.
Mayormente eligen lugares cercanos a escuelas, plazas o iglesias. Por lo cual muchas niñas pueden negarse a ir a la escuela por haberlo visto.
Los exhibicionistas presentan tendencia sadomasoquistas, deseos compulsivos y obsesivos. Sus victimas predilectas son menores, adolescentes y religiosas.
Pueden producir efectos psíquicos desde indignación, susto, angustia hasta conmoción o negativa a concurrir a algunos lugares.
Acoso sexual: se entiende al abuso de poder para intimidar sexualmente a un subalterno o menor a través de amenazas verbales. Causa humillación e indignación o vergüenza dependiendo de la persona que la recibe. Es una expresión de la violencia de género.
Frecuentes modos de hostigamiento sexual son los acercamientos corporales no deseados, tales como tocamientos, roces, manoseos, pellizcos, abrazos, caricias; invitaciones insistentes a salir, piropos vulgares, bromas sexuales, cartas, llamadas o la presencia no deseada de materiales de naturaleza sexual, alusiones irrespetuosas al cuerpo, preguntas o comentarios no deseados de naturaleza sexual; requerimientos de un profesor hacia sus alumnas de tener encuentros inusuales fuera del aula.
El hostigamiento debe ser entendido como una imposición de requerimientos sexuales no deseados. Es esto precisamente lo que distingue el hostigamiento de las interacciones amistosas o relaciones consensuales que pueden surgir en un contexto de trabajo o estudio;
las más frecuentes víctimas de hostigamiento sexual son las mujeres, tal como lo revelan estudios en diversos países, pero también pueden ser acosados sexualmente los hombres.
El hostigamiento sexual tiene graves implicancias de naturaleza social e individual. Impide a quien lo sufre de participar en igualdad de condiciones en las diferentes esferas del quehacer humano, limita la estabilidad y el bienestar en el empleo y la educación, y crea un ambiente hostil muy perjudicial para la salud física y mental de la acosada.
Incesto: relación sexual entre parientes consanguíneos donde se superponen dos conductas la violación y la pedofilia ya que es más común entre los 5 a 16 años y de padre a hija. En estos casos las víctimas son doblemente vulnerables por la edad y por el parentesco.
La Madre (algunas reaccionan con firmeza)
a) Muerta o ausente por trabajo u otros
b) Sabe pero no denuncia formándose un triangulo de amor y odio entre madre-hija-padre. Actitud ambivalente e inmadurez afectiva.
• Defienden la idea de familia y tienen una dependencia económica. Lo que la lleva a ser ciega y sorda.
• Sus percepciones dependen de una selección automática, niega, olvida, no da valor a ciertas situaciones. Ej. A que el padre se encierre en el baño con la hija.
• Se justifican por todo. No lo imaginaba, el padre los mima, etc.
Las madres se caracterizan por estar ausentes, disminuir sus percepciones, encuadrarse en la auto justificación y darle prioridad a la cohesión familiar.
La Familia se aísla reforzando la vulnerabilidad de la víctima.
El Padre presenta una adaptación a la realidad precaria, inestable, inmaduro, dificultad para establecer relaciones sociales. Presenta confusión de roles, y problemas en el juicio de sí mismo y en su autoconciencia. Son individuos que son considerados respetables y suelen alegar en caso de denuncia que la víctima miente.
Las Niñas creen que si hablan pueden destruir a la familia. Que la madre la castigue o que suceda algo peor. No saben con quien hablar. Presentan trastornos de personalidad, sentimientos de culpa, depresión. Su percepción y sentimientos familiares destruidos producen conductas autodestructivas como drogadicción, alcoholismo, suicidio, prostitución, etc. También presentan cambios de conducta, no quieren que nadie las toque, se niegan a ir a casa, aislamiento, problemas repentinos, pesadillas. No pueden crear relaciones de confianza con sus compañeros, se aíslan, son una víctima que simboliza el sacrificio y el atributo de salvadora de la familia, puesto que al no denunciar preserva la unidad familiar y al mismo tiempo protege a los hermanos menores; portan un secreto, una vergüenza y una culpabilidad.
Trata de Blancas: esta dada por una sucesión de hechos violentos y victimizantes los cuales son secuestro, violación y posterior prostitución. La edad del rapto oscila entre los 9 y los 12 años, sin embargo también se da entre los 15 a 20 años. En la trata de mujeres y niños, por ejemplo, muchas veces se les promete un empleo en el servicio doméstico u otro tipo de servicios, pero en cambio generalmente se los lleva a burdeles donde se los despoja de su pasaporte u otros documentos de identidad. Puede ocurrir que se los golpee o encierre, y se les prometa la libertad solo después de que ganen, mediante la prostitución, el precio pagado por su compra, así como los costos de viaje y de visado.
Muchas veces son trasladadas a otros países haciéndolas aún más vulnerables y vinculándolas a otros delitos como al trafico de drogas y en ocasiones son los mismos padres quienes venden y/o prostituyen a sus hijas.
Una vez prostituida es difícil de salir de ese estado de indefensión y vulnerabilidad por una etiqueta social y por el deterioro físico y psíquico. Se trata de cifras negras ya que existen muchísimos casos de jóvenes desaparecidas, asesinadas, mutiladas, estafadas, etc.
El individuo que explota la prostitución, facilita los clientes y se relaciona con la victima a través de maltrato físico y psicológico, la amenazan, la lastiman, la cercan. Además están expuestas a enfermedades venéreas, infecciones, etc.
Desde un enfoque funcionalista sociológico se considera que el sistema social es el principal victimario. (Hay prostitución porque hay quien la consume).
Los pocos casos que lograron escapar no pudieron integrarse a una vida “normal” ya que las secuelas son devastadoras.
No existe ninguna definición universalmente aceptada de trata con fines de explotación sexual.
El término abarca el movimiento organizado de personas, por lo general mujeres, entre países y en los países, para obligarlas a ejercer la prostitución.
Este tipo de tráfico también incluye el acto de obligar a un inmigrante a realizar un acto sexual como condición para permitir o tramitar su inmigración. Para el tráfico sexual se emplea la coacción física, el engaño y el sometimiento logrado mediante una deuda forzada.
Abuso sexual a Niños: (Pedofilia) se refiere al contacto sexual con el niño. El violador es incapaz de establecer contacto con personas adultas, debido a una inmadurez psicosexual por miedo y dudas respecto a sí mismos.
La victima puede ser desconocida o conocida siendo esta última la de mayor incidencia y la edad de la victima se relaciona con la inmadurez del violador puede ser desde 3 años o menos. También son presa fácil los niños de la calle y los delincuentes infantiles. Mayormente el infante no comprende la conducta del agresor y difícilmente pueda defenderse. La diferencia de edad señala la vulnerabilidad, indefensión y miedo que siente la victima.
Consecuencias:
Daño físico: en los genitales y golpes varios; enfermedades venéreas, etc.
Daño psicológico: por la situación traumática.
Daño social: se extiende a toda su vida, abarca su actividad escolar, familiar y de relaciones; en el futuro influirá en sus relaciones sexuales.
Daño sexual: en el sano desenvolvimiento del deseo y de la satisfacción sexual. . La víctima pierde, además, la confianza en el sexo opuesto y desarrolla sentimientos de temor al acto sexual, lo que dificulta seriamente el tener una vida sexual placentera.
Obviamente el daño es mayor cuando ocurre en el seno familiar ya que no cuenta con el apoyo de la misma para que lo ayude.
El niño puede presentar problemas de alimentación, de sueño, de aprendizaje, de psicomotricidad, de lenguaje, de comportamiento y perturbaciones psiquiatritas. Además de sentimientos de culpa y el temor de ser considerados mentirosos, otras consecuencias son el embarazo y el suicidio.
Violación: Acto de violencia en el que se priva a la victima de todo control y autonomía el cual implica una relación sexual impuesta y consumada con violencia, la cual la víctima es forzada a realizarla. La violación puede ser individual o grupal.
Se refiere a la penetración forzada físicamente o empleando otros medios de coacción, por más leves que sean, de la vulva o el ano, usando un pene, otras partes corporales o un objeto. El intento de realizar algunas de las acciones mencionadas se conoce como intento de violación. La violación de una persona llevada a cabo por dos o más agresores se denomina violación múltiple.
La violencia sexual puede incluir otras formas de agresión que afecten a un órgano sexual, con inclusión del contacto forzado entre la boca y el pene, la vulva o el ano.
En el violador suele existir una inadecuación sexual y desprecio a la mujer sumado a temor a las relaciones interpersonales. Mayormente se trata de personas tímidas, retraídas, desconfiados, automarginados de personalidad inmadura, conflictiva e inestable además de presentar un deterioro de los valores y alteraciones en la conciencia atribuyendo su ataque al comportamiento de la víctima.
El agresor utiliza múltiples amenazas desde armas hasta amenazas de muerte contra seres queridos.
El violador puede ser:
a. Frágil, moralista, religioso, sumiso, dulce. Su posición es infantil al igual que su sexualidad.
b. Agresivo, violento con voluntad de dominar de tiranizar. Violencia verbal y física. Busca el placer sin preocuparse por la experiencia de la víctima. Expone lo sexual sin pudor.
En la violación no existe un fin sexual sino un fin de violencia. Muchas veces se halla seguido de muerte por error para que no escuchen los gritos, por ser reconocido o bien porque sin que muera la victima no llega al orgasmo.
La víctima percibe un individuo descontrolado, violento, sádico, cruel que desea humillarla y destruirla. La victima siente gran temor y se siente a merced del delincuente pasa por gran stress y conmoción cae casi en una dependencia infantil.
Cuando la violación es realizada por un grupo la víctima se encuentra aún más vulnerable con mínima defensa y gran peligro para su vida. Mayormente es realizado por jóvenes y a personas desconocidas.
La violación puede ser realizada a un mayor o a un infante tornándose entonces más traumático y donde el violador padece de una distorsión denominada pedofilia o sea las preferencias sexuales hacia niños.
Elección de la víctima esta ligada a:
1. Circunstancias Personales: relacionada con la edad de preferencias personales, con el sexo y con características físicas como deficiencias o psíquicas.
2. Circunstancias de lugar: buscan lugares aislados o bien ruidosos para que no escuchen a la víctima, obscuros y cercanos a escuelas (según las preferencias).
3. Circunstancias de tiempo: Feriados, cuando hay poca gente, o una fiesta donde no se percataran de la ausencia, recreos, salida de la escuela o conocen el itinerario de la familia, ej cuando sale la madre.
Síntomas de niños abusados ya sea por violación o incesto: (depende de la regularidad con que fueron abusados, de la cercanía con la misma, de la personalidad y edad del niño)
En lo físico
Fatiga
Pesadillas.
Problemas alimenticios. Como comer en exceso o muy poco y acumular comida.
Hipersexualidad o madurez precoz
Enuresis o encopresis.(se hace pis o caca encima y o en la cama)
Camina o se sienta con dificultad. Continúas quejas físicas (dolor de estómago, etc.).
Masturbación compulsiva.
Torpe, con accidentes frecuentes, o perfeccionista, con tremendo miedo a fallar.
Nerviosismo ante el contacto o negación al mismo.
Refugiarse en las drogas y el alcohol
Baños continuos.
Conductas autodestructivas. Autoagresión y/o automutilación de cejas, pestañas, etc. Pensamientos/acciones suicidas.
ENFERMEDADES VENEREAS.
EMBARAZO TEMPRANO
En lo intelectual
Falta de concentración o excelente trabajo escolar.
Desinterés. Pérdida de curiosidad.
Bloqueo, trastornos mnésicos.
Conocimiento inusual de lo sexual.
Dibujos de órganos sexuales o de relaciones. O bien tachan la zona correspondiente a los mismos.
Baja tolerancia a la frustración o paciencia ilimitada.
En lo social – personal.
Insolencia. Desenvoltura
Rechazo, repliegue.
Inseguridad, baja autoestima.
Temor y hasta terror de quitarse la ropa.
Reprimidos, Auto encierro. Depresión. Conductas de auto reproche.
Cambios bruscos de conducta. Tiene rabietas. Llantos incontrolados e inesperados. Crisis de cólera inesperadas.
No quiere ir al lugar del hecho (esc. u hogar)
Comportamiento centrado en búsqueda de aprobación.
Violencia física/psicológica (amenazas) hacia compañeras y compañeros.
Actúa con frecuencia como "ayudante de mamá" o "ayudante del profesor o la profesora"
Huidas del hogar.
Pensamientos/acciones homicidas
Actividades delictivas
Expresión de falta de comprensión hacia las víctimas de violencia (falta de empatía)
Problemas de relación con su grupo de edad
EPASI (ONG) Equipo de Prevención del Abuso Infantil 4342673
Estadísticas Prevención
4 de cada 10 personas fueron abusadas.
95% de los abusos son realizados por hombres 5% por mujeres.
90% de los abusadores son conocidos
Sólo se denuncia entre el 10 al 25%
90% de los abusadores fueron abusados.
Comunicación
Enseñanza Sana y Natural
Enseñar que nadie te puede tocar si no quieres.
En caso de violación quitar la culpa y separarlo o alejarlo de violador
Leyes y políticas
Los enfoques de los diversos países sobre la violencia sexual son muy distintos. Algunos cuentan con leyes y procedimientos jurídicos de gran alcance, con una definición amplia de la violación que incluye la violación en el matrimonio. La legislación establece sanciones graves para quienes sean declarados culpables y un fuerte apoyo a las víctimas. El compromiso con la prevención o el control de la violencia sexual también se refleja en el énfasis que se da al tema en el adiestramiento de la policía y en la asignación de los recursos policiales, en la prioridad otorgada a las investigaciones de los casos de agresión sexual y en los recursos proporcionados para apoyar a las víctimas y prestar servicios médicos y jurídicos. En el otro extremo de la escala, están los países que abordan el tema con excesiva condescendencia, y en los que no se permite la condena de un presunto agresor exclusivamente sobre la base de las pruebas aportadas por la mujer, se excluyen de manera específica de la definición jurídica ciertas formas o ámbitos de la violencia sexual, y las víctimas de la violación son muy reacias a llevar la cuestión ante un tribunal por temor al castigo que supone presentar una demanda por violación “no probada”.
Consecuencias de la agresión sexual
El embarazo y las complicaciones ginecológicas
En un estudio sobre las adolescentes realizado en México, se comprobó que un 15% a 18% de las jóvenes que habían denunciado haber sido violadas quedaron embarazadas. En un estudio longitudinal llevado a cabo en los Estados Unidos, en el que participaron más de 4 000 mujeres a las que se les realizó un seguimiento de tres años, se comprobó que para las víctimas de 12 a 45 años de edad, la tasa nacional de embarazos asociados con una violación era de 5% por cada violación, lo que significa que todos los años más e 32 000 mujeres quedan embarazadas como resultado de una violación en todo el país. En muchos países, las mujeres violadas se ven obligadas a tener el niño para no poner en riesgo sus vidas por realizar un aborto en condiciones inadecuadas.
Así, es menos probable que una adolescente que se ha visto obligada a tener relaciones sexuales use condones u otras formas de anticoncepción, y esto aumentará sus probabilidades de quedar embarazada. En un estudio sobre los factores asociados con el embarazo de adolescentes en Ciudad del Cabo, se determinó que la iniciación sexual forzada era el factor que ocupaba el tercer lugar en cuanto al grado de correlación.
Se ha determinado que existe una relación sistemática entre las complicaciones ginecológicas y el coito forzado. Estas comprenden las hemorragias o infecciones vaginales, los fibromas, la disminución del deseo sexual, la irritación de la zona genital, el dolor durante el coito, los dolores crónicos de la pelvis y las infecciones de las vías urinarias. Las mujeres víctimas de abuso tanto físico como sexual por parte de su pareja corren mayor riesgo de experimentar problemas de salud en general que las víctimas de violencia física solamente.
Enfermedades de transmisión sexual
La infección por el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual son algunas de las consecuencias reconocidas de la violación. Las investigaciones sobre mujeres que llegan a los refugios indican que las que fueron víctimas de abuso tanto sexual como físico por parte de su pareja tienen una probabilidad significativamente mayor de haber contraído enfermedades de transmisión sexual. En el caso de las mujeres víctimas de trata y obligadas a prostituirse, es probable que los riesgos de contraer la infección por el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual sean especialmente elevados.
Las adolescentes son especialmente susceptibles a la infección por el VIH en los casos de coito forzado, y también cuando no lo es, porque la mucosa vaginal aún no ha adquirido la densidad celular necesaria para constituir una barrera eficaz, ya que esta se desarrolla más avanzada la adolescencia. Las víctimas de una violación por vía anal (niños y hombres así como niñas y mujeres) también son considerablemente más susceptibles a la infección por el VIH que cuando el coito no es forzado, pues es más probable que se produzcan daños en los tejidos del ano que faciliten el ingreso del virus al organismo.
Aparte es más probable que una víctima de coito forzado en la niñez o la adolescencia tenga relaciones sexuales sin protección, sea promiscua, se prostituya o abuse de sustancias psicotrópicas.
La salud mental
La violencia sexual se ha asociado con diversos problemas de salud mental y de conducta en la adolescencia y la edad adulta. En un estudio basado en la población, la prevalencia de síntomas o signos que hacen pensar en trastornos psiquiátricos fue de 33% para las mujeres con antecedentes de abuso sexual durante la edad adulta, 15% para las que tenían antecedentes de violencia física por parte de su pareja y 6% para las que no habían sufrido malos tratos. La violencia sexual perpetrada por la pareja agrava los efectos de la violencia física sobre la salud mental. Las mujeres víctimas de maltrato que informan de experiencias de coito forzado corren un riesgo significativamente mayor de sufrir depresión y trastorno postraumático por estrés que las mujeres no maltratadas. El trastorno postraumático por estrés posterior a la violación es más probable si en el transcurso de esta se producen lesiones, o si existen antecedentes de depresión o de abuso de alcohol. En un estudio realizado con adolescentes en Francia también se comprobó que existe una relación entre haber sido víctima de una violación y las dificultades actuales para dormir, síntomas de depresión, afecciones somáticas, consumo de tabaco y problemas conductuales (como las conductas agresivas, el robo y el ausentismo escolar). Si la víctima no recibe orientación postraumática, se ha observado que los efectos psíquicos negativos pueden persistir por lo menos un año después de la violación, aunque los problemas de salud y los síntomas físicos suelen disminuir durante ese período. Aunque reciban orientación, hasta 50% de las mujeres conservan ciertos síntomas de estrés.
Conductas suicidas
Las mujeres víctimas de agresiones sexuales durante la niñez o la edad adulta tienen mayores probabilidades de suicidarse o de intentar suicidarse que otras mujeres. La correlación se mantiene aun después de efectuar ajustes por edad, nivel de instrucción, síntomas de trastorno postraumático por estrés y presencia de alteraciones psiquiátricas. En un estudio realizado con adolescentes en el Brasil se comprobó que el abuso sexual previo era uno de los principales factores que permitían predecir varias conductas de riesgo para la salud, con inclusión de las ideas suicidas y los intentos de suicidio.
Las experiencias de acoso sexual grave también pueden provocar trastornos emocionales y conductas suicidas
Ostracismo social
En muchos ámbitos culturales se sostiene que los hombres no pueden controlar sus impulsos sexuales y que las mujeres son las responsables de provocar esos deseos. La forma en que las familias y las comunidades reaccionan ante los actos de violación en esos ámbitos se rige por las ideas predominantes sobre la sexualidad y la situación jurídica de las mujeres. En algunas sociedades, la “solución” cultural a la violación es que la mujer debe casarse con el violador, preservando así la virtud de la mujer y su familia al legitimar la unión. Dicha “solución” está reflejada en las leyes de algunos países, que permiten perdonar el delito a un violador si se casa con la víctima. Además de obligarla a casarse, la familia puede presionar a la mujer para que no haga la denuncia o inicie juicio, o bien para que se concentre en lograr que la familia del violador pague una “indemnización”. Los hombres pueden rechazar a sus esposas si han sido violadas y, como se ha señalado, en algunos países la mujer puede ser expulsada de la comunidad o, en casos extremos, asesinada, a fin de recobrar el honor perdido.
MEDIDAS PREVENTIVAS
El número de iniciativas que abordan la violencia sexual es limitado y pocas han sido evaluadas. La mayoría de las intervenciones se han elaborado y ejecutado en los países industrializados; no es mucho lo que se sabe sobre su aplicabilidad en otros entornos. Las intervenciones que ya han sido aplicadas pueden clasificarse del siguiente modo.
Enfoques individuales
Atención y apoyo psicológicos
Se ha comprobado que la orientación, la terapia y las iniciativas de grupos de apoyo son útiles después de las agresiones sexuales, sobre todo cuando determinados factores relacionados con la violencia propiamente dicha o el proceso de recuperación pueden complicar la situación. Existen algunos indicios de que un tratamiento breve, cognitivoconductual, realizado al poco tiempo de producida la agresión, puede acelerar la reparación del daño psíquico provocado por el trauma. Como ya se ha dicho, a veces las víctimas de la violencia sexual se sienten culpables del incidente y también se ha comprobado que abordar esto en la psicoterapia es importante para la recuperación.
La mayor parte del apoyo psicológico formal a las víctimas de la violencia sexual ha estado a cargo del sector no gubernamental, especialmente los centros de crisis para casos de violación y diversas organizaciones de mujeres. Resulta inevitable que el número de víctimas de la violencia sexual que tienen acceso a esos servicios sea muy reducido. Una solución para ampliarlos es a través de la creación de líneas telefónicas de ayuda, preferiblemente gratuitas.
Programas para los agresores
Los pocos programas destinados a los perpetradores de la violencia sexual por lo general han estado dirigidos los hombres condenados por violación. La mayoría se llevan a cabo en los países industrializados y solo han comenzado a evaluarse recientemente. Una reacción frecuente de los hombres que cometen actos de violencia sexual es negar que ellos sean los responsables del incidente y que este constituya un hecho de violencia. Para ser eficaces, los programas dirigidos a los agresores deben tener por objeto lograr que estos admitan su responsabilidad y que la sociedad los considere responsables de sus actos. Una forma de hacerlo es establecer mecanismos de colaboración entre estos programas y los servicios de apoyo a las víctimas y las campañas contra la violencia sexual.
Aptitudes para la vida y otros programas de educación
En los últimos años, varios programas de promoción de la salud sexual y reproductiva, en especial los que promueven la prevención de la infección por el VIH, han comenzado a incluir cuestiones de género y abordar el problema de la violencia sexual y física contra la mujer. Dos ejemplos notables, elaborados para África pero aplicados en muchas partes del mundo en desarrollo, son los programas “Stepping Stone” [Peldaños] y “Men As Partners” [Los hombres como compañeros], los cuales han sido ideados para grupos de pares, integrados por hombres y mujeres, y constan de varias sesiones de trabajo en los que se utilizan métodos de aprendizaje participativo. Su enfoque integral ayuda a los hombres, que de otro modo podrían ser reticentes a asistir a programas dirigidos en forma exclusiva a tratar el tema de la violencia contra la mujer, a participar y abordar una gama de temas relativos a la violencia. Además, aunque los hombres sean los perpetradores de la violencia sexual, en los programas se tiene sumo cuidado de no calificarlos de tales.
Enfoques de desarrollo
Las investigaciones han permitido comprender la importancia de alentar sistemas de crianza de los hijos que permitan mejorar la paternidad y lograr que sea más equilibrada con respecto al género, con el objeto de prevenir la violencia sexual. Esta intervención permitirá crear el espacio necesario para hablar de la agresión sexual.
Respuestas del sistema de atención de salud
Servicios médico-legales
En muchos países donde se denuncian los actos de violencia sexual, el sector de la salud tiene la obligación de obtener datos probatorios de carácter médico y jurídico que corroboren los relatos de las víctimas o contribuyan a identificar al agresor. Las investigaciones realizadas en el Canadá indican que la documentación médico-legal puede mejorar las probabilidades de arrestar a un agresor, imputarlo y condenarlo. Por ejemplo, en un estudio se comprobó que las lesiones físicas documentadas, especialmente las de tipo moderado o grave, estaban asociadas con la iniciación de una querella, y que esto era independiente del nivel de ingreso de la paciente o de que esta tuviera alguna relación con el agresor, ya sea en calidad de conocido o de compañero íntimo. Sin embargo, un estudio llevado a cabo con las mujeres que concurrían a un hospital de Nairobi (Kenya) después de una violación ha permitido determinar que en muchos países las víctimas de violación no son examinadas por un ginecólogo o un investigador experimentado de la policía, y que no existen protocolos o normas estandarizados a este respecto.
La elaboración de un registro que incluya la descripción detallada del incidente y la enumeración del conjunto de pruebas reunidas;
Una descripción de los antecedentes ginecológicos de la víctima y de su uso de métodos anticonceptivos;
Una documentación estandarizada de los resultados del examen físico completo;
La evaluación del riesgo de embarazo;
La realización de pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual y el tratamiento correspondiente, y, cuando proceda, la prueba de la infección por el VIH;
La adopción de medidas anticonceptivas de urgencia y, en los países donde sea legal, el suministro de orientación sobre el aborto;
El apoyo psicológico y la derivación a otros servicios de este tipo.
Los exámenes de las víctimas de violación son, por su propio carácter, sumamente estresantes. Se ha comprobado que el uso de un video para explicar el procedimiento antes de realizar el examen reduce significativamente el estrés.
Capacitación de los profesionales de asistencia sanitaria
Los temas relacionados con la violencia sexual deben abordarse en la capacitación de todo el personal de servicios de salud, entre ellos los psiquiatras y los consejeros, tanto durante la capacitación básica como en los cursos especializados de postgrado. En primer lugar, esto debería permitir a los trabajadores de salud adquirir mayores conocimientos sobre la violencia sexual y tomar mayor conciencia sobre el tema. De esta manera, estarán mejor preparados para detectar y tratar los casos de abuso con sensibilidad y eficacia.
• Comprender las raíces de la violencia en el contexto de la cultura, el género y otros aspectos sociales.
• Identificar las situaciones, en las familias o los hogares, que suponen un riesgo de violencia elevado y en las que sería apropiado realizar:
– intervenciones primarias, en especial en colaboración con otros profesionales;
– intervenciones secundarias, que incluyan la identificación de las víctimas de la violencia, la comprensión de los procedimientos legales básicos y de presentación de pruebas, la derivación y el seguimiento de los pacientes y la ayuda a las víctimas para reintegrarse a la sociedad.
Profilaxis de la infección por el VIH
En determinados contextos, se sabe que el uso de drogas antirretrovíricas después de la exposición al VIH puede ser bastante eficaz. Se ha demostrado que la administración del medicamento antirretrovírico zidovudina (AZT) a los trabajadores de la salud que, en virtud de su actividad profesional, se han expuesto al virus por un pinchazo accidental con una aguja contaminada, reduce el riesgo de contraer la infección por el VIH en un 81%. El riesgo promedio de infección por el VIH en el caso de coito anal sin protección es considerablemente mayor (alrededor de 5‰ a 30‰). Sin embargo, durante una violación, en razón de la fuerza usada, es mucho más probable que se produzcan desgarramientos macroscópicos o microscópicos de la mucosa vaginal, lo que aumenta enormemente la probabilidad de transmisión del VIH .
No se cuenta con información sobre la viabilidad o la eficacia en función del costo de ofrecer regularmente a las víctimas de violación pertenecientes a ámbitos de escasos recursos un tratamiento para la profilaxis de la infección por el VIH. Las pruebas de detección del VIH después de la violación son difíciles en todos los casos. Inmediatamente después de un incidente, pocas mujeres están en condiciones de comprender íntegramente la información, de por sí compleja, sobre las pruebas de detección del virus y los riesgos de la infección por el VIH.
Pese a la falta de conocimientos sobre la eficacia de la profilaxis de la infección por el VIH después de una violación, muchas organizaciones la han recomendado
Centros de atención integral a las víctimas de agresiones sexuales
Debido a la escasez de médicos en muchos países, en algunos lugares se han empleado enfermeras especialmente adiestradas para ayudar a las víctimas de agresiones sexuales. En el Canadá, ciertas enfermeras, conocidas como “enfermeras encargadas de examinar a las víctimas de agresiones sexuales”, reciben adiestramiento para prestar atención integral a las víctimas de la violencia sexual. Estas profesionales derivan a las pacientes a un médico cuando consideran necesaria su intervención.
Actividades comunitarias
Campañas de prevención
Los intentos por modificar las actitudes de la gente con respecto a la violencia sexual a través de los medios de comunicación han incluido la colocación de anuncios en carteleras y en el transporte público y su emisión a través de la radio y la televisión.
Esta última se ha usado con eficacia en Sudáfrica y Zimbabwe. La serie de televisión sudafricana Soul City, transmitida en el horario de mayor sintonía, se describe en el recuadro 9.1 del capítulo 9. En Zimbabwe, la organización no gubernamental Musasa ha desarrollado iniciativas de sensibilización a través del teatro, reuniones y debates públicos, y también en una serie de televisión en la que los sobrevivientes de las agresiones describían sus experiencias.
Activismo comunitario de los hombres
Un elemento importante de la prevención de la violencia sexual y física contra la mujer es lograr que los hombres protagonicen iniciativas colectivas.
En muchos lugares de Canadá, Estados Unidos y Europa existen grupos de hombres que luchan contra la violencia doméstica y las violaciones. El concepto que subyace a este tipo de iniciativa es que los hombres pueden individualmente tomar medidas para reducir su propensión a la violencia. Las actividades más comunes son las discusiones en grupos, las campañas de educación y las reuniones populares, el trabajo con los hombres violentos y la realización de talleres en las escuelas, las cárceles y los lugares de trabajo. Muchas veces, estas actividades se realizan en conjunto con las organizaciones de mujeres.
Por ejemplo, el grupo “Men Can Stop Rape” [Los hombres pueden parar las violaciones] de Washington, D.C., trata de promover expresiones alternativas de la masculinidad, que fomenten la no violencia y la igualdad de género. Entre sus actividades más recientes cabe mencionar la realización de presentaciones en las escuelas secundarias, el diseño de carteles, la producción de un manual para docentes y la publicación de una revista para jóvenes.
Programas en las escuelas
Es esencial actuar en las escuelas para reducir la violencia sexual y otras formas de violencia. En muchos países, el hecho de que un docente tenga relaciones sexuales con un alumno no se considera una falta disciplinaria grave. Además, en las escuelas no existen políticas estrictas con respecto al acoso sexual, o si existen no se aplican. No obstante, en los últimos años algunos países han promulgado leyes en las que se prohíben las relaciones sexuales entre los docentes y los alumnos. También es necesario adoptar muchas otras medidas, como la introducción de cambios en la capacitación y la contratación de los docentes y la reforma de los programas de estudios con vistas a modificar las relaciones de género en las escuelas.
Los programas escolares deben abarcar los aspectos pertinentes de la salud sexual y reproductiva, las relaciones y la violencia. También deben contemplar la adquisición de aptitudes para la vida, como la forma de evitar situaciones riesgosas o amenazantes relacionadas con la violencia, las relaciones sexuales o el consumo de drogas, y de exigir conductas sexuales seguras.
Para la población adulta general debe haber información completa y accesible sobre la salud sexual y las consecuencias de determinadas prácticas sexuales. Además, es preciso implantar intervenciones dirigidas a abandonar los modelos de comportamiento perjudiciales y las normas sociales que impiden la comunicación sobre los temas sexuales.
Respuestas jurídicas y de políticas
Denuncia y manejo de los casos de violencia sexual
En muchos países existen sistemas destinados a alentar a las personas a denunciar los incidentes de violencia sexual a la policía y a lograr que los tribunales sean más expeditivos y sensibles en el procesamiento de los inculpados. Entre los mecanismos concretos pueden mencionarse la creación de unidades especializadas en problemas de violencia doméstica y de unidades especializadas en delitos sexuales, el adiestramiento de género de los policías y los funcionarios de los tribunales, la creación de comisarías integradas exclusivamente por personal femenino y de tribunales cuya jurisdicción se limite a los delitos de violación.
Reforma legislativa
Las intervenciones legislativas realizadas en muchos lugares han:
– ampliado la definición de violación;
– reformado las normas sobre los procedimientos empleados para dictar las sentencias y sobre la admisibilidad de las pruebas, y
– eliminado los requisitos de corroboración de las declaraciones de las víctimas.
Para que las nuevas leyes sean realmente efectivas, también es preciso organizar campañas para informar al público general sobre sus derechos
Tratados internacionales
Los tratados internacionales son importantes porque establecen normas para las leyes nacionales y brindan argumentos a los grupos locales en las campañas en pro de las reformas legislativas. Entre los tratados que contienen disposiciones sobre la violencia sexual y su prevención cabe mencionar:
– la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979);
– la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) y el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de menores, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía (2000);
– la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (2000) y el Protocolo complementario para prevenir, reprimir y sancionar el tráfico de personas, especialmente de mujeres y niños (2000), y
– la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984).
Varios otros convenios internacionales establecen normas y límites que han de regir la conducta de los beligerantes, que deben incorporarse a las disposiciones de las leyes nacionales. Por ejemplo, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998) abarca una amplia gama de delitos relacionados específicamente con el género, entre ellos la violación, la esclavitud sexual y la prostitución, el embarazo y la esterilización forzadas. También comprende ciertas formas de violencia sexual que constituyen una violación o trasgresión grave de los Convenios de Ginebra de 1949, así como otras formas de violencia sexual cuya gravedad sea comparable a la de los crímenes de lesa humanidad. La inclusión de los crímenes de género en las disposiciones del estatuto es un acontecimiento importante en la historia del derecho internacional.
Medidas para prevenir otras formas de violencia sexual
Tráfico de personas
En general, las iniciativas para prevenir el tráfico de personas con fines sexuales han tenido por objeto:
– desarrollar programas económicos en ciertos países para las mujeres en situación de riesgo de ser víctimas del tráfico de personas;
– proporcionar información y promover la sensibilización de las mujeres en situación de riesgo potencial para que tomen conciencia del peligro del tráfico de personas.
Además, varios programas gubernamentales y de organizaciones no gubernamentales están desarrollando servicios para las víctimas del tráfico de personas. Se debe informar a las mujeres sobre sus derechos y obligaciones y sobre las formas de protección contra el maltrato, la explotación y el proxenetismo.
Mutilación genital femenina
Para abordar las prácticas culturales que entrañan violencia sexual es preciso comprender su contexto social, cultural y económico. Khafagi ha aducido que estas prácticas, entre las que cabe mencionar la mutilación genital femenina, deben entenderse desde el punto de vista de quienes las utilizan y que este entendimiento puede emplearse para diseñar intervenciones culturalmente apropiadas para prevenirlas. En el distrito de Kapchorwa (Uganda), el Programa de Salud Reproductiva, Educación y Salud de la Comunidad (REACH) ha logrado reducir las tasas de mutilación genital femenina.
Las investigaciones sociológicas permitieron determinar que los principales argumentos utilizados para justificar esta práctica eran mantener las tradiciones, reducir el deseo sexual de las mujeres, lograr que fueran „castas y puras‰ y, por sobre todas las cosas, que fueran aptas para contraer matrimonio.
En la actualidad, varias organizaciones no gubernamentales, que muchas veces trabajan en forma conjunta con líderes comunitarios de varones, están haciendo participar activamente a los hombres para que aprendan sobre los riesgos de la mutilación genital femenina. Como parte de estas actividades se alienta a los hombres jóvenes a declarar que están dispuestos a casarse con mujeres no circuncisas.
Matrinonio de niños
Es más fácil lograr los resultados buscados mediante estrategias dirigidas a abordar el problema de la pobreza (un factor importante en el que se basan muchos de estos matrimonios) y centradas en la educación, las consecuencias para la salud de los partos a edad temprana y los derechos de los niños.
Las violaciones durante los conflictos armados
En los últimos tiempos, el tema de la violencia sexual en los conflictos armados ha vuelto al primer plano por la acción de organizaciones como la Asociación de Viudas del Genocidio (AVEGA) y el Foro de Mujeres Africanas para la Educación (FAWE). La primera ha prestado asistencia a las viudas de guerra y a las víctimas de violación en Rwanda, y el segundo ha proporcionado atención médica y orientación a las víctimas de Sierra Leona. En 1995, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados dio a conocer las normas para la prevención de la violencia sexual en las poblaciones de refugiados y la respuesta a esta. En ellas se incluyen disposiciones para:
– el diseño y la organización de los campamentos, a fin de reducir las posibilidades de violencia;
– la documentación de los casos;
– la educación y la capacitación del personal para que pueda identificar y prevenir la violencia sexual y responder a ella;
– la atención médica y otros servicios de apoyo, entre ellos los procedimientos necesarios para evitar traumas aun mayores a las víctimas.
Necesidad de prestar mayor atención a la prevención primaria
Muchas veces se deja de lado la prevención primaria de la violencia sexual en favor de la prestación de servicios a los sobrevivientes. Por consiguiente, los responsables políticos, los investigadores, los donantes y las organizaciones no gubernamentales deben prestar mucha mayor atención a esta área tan importante.
Debe darse prioridad a lo siguiente:
la prevención primaria de todas las formas de violencia sexual, mediante programas dirigidos a los ámbitos comunitarios, escolares y de refugiados;
el apoyo a los enfoques dirigidos a modificar las actitudes y las conductas, que tengan en cuenta los aspectos culturales y participativos;
el respaldo a los programas que aborden el tema de la prevención de la violencia sexual en el contexto más amplio de la promoción de la igualdad de género;
los programas que aborden algunas de las causas socioeconómicas que subyacen a la violencia, como la pobreza y la falta de instrucción, por ejemplo, proporcionando oportunidades de trabajo a los jóvenes;
los programas para mejorar la crianza de niños, reducir la vulnerabilidad de las mujeres y promover ideas de masculinidad más equitativas en relación con el género.
Enfermedades o Infecciones de transmisión sexual
También llamadas enfermedades venéreas, son enfermedades infecciosas que se pueden contagiar por contacto sexual. Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) son un grupo de distintas enfermedades infecciosas que tienen algo en común: se contagian por medio de los contactos sexuales (entre pene y vagina; entre boca y pene, o boca y vagina; o en la introducción del pene por el ano). Son producidas por virus o bacterias. El beso en la boca rara vez transmite una ITS y no contagia el sida porque la saliva no transmite el virus.
Es importante recordar que, independientemente de su eficacia anticonceptiva, las pastillas, las inyecciones, el diafragma y el DIU, no protegen contra las ITS ni el sida. El único método que probadamente las previene es el preservativo. Debe usarse durante la penetración vaginal o anal, y en el sexo oral. Su eficacia aumenta si se lo usa correctamente y si se lo usa siempre.
Algunas se pueden transmitir también por vía no sexual, pero representan una minoría del número total de casos. Varios tipos de enfermedades de transmisión sexual pueden llegar a ser epidémicas, incluidas la gonorrea, la uretritis no gonocócica, el herpes genital, las verrugas genitales (condilomas acuminados), la sarna (escabiosis) y las infecciones uretrales y vaginales causadas por la bacteria Chlamydia trachomatis, el protozoo Trichomonas y ciertos hongos.
Además de las enfermedades ya mencionadas, están la sífilis, la infección por ladillas (Pediculus pubis), la infección vaginal causada por la bacteria Haemophilus, el molusco contagioso (enfermedad infecciosa de la piel causada por un virus), el chancroide, el linfogranuloma venéreo y el granuloma inguinal. Son muchos los organismos que causan estas enfermedades. Los protozoos del género Trichomonas causan una infección del aparato urogenital denominada tricomoniasis; la moniliasis o candidiasis es un tipo de micosis muy común que está causada por una levadura; los organismos que producen chancroide, gonorrea, sífilis, granuloma inguinal y vaginitis por Haemophilus, son bacterias; el herpes genital, las verrugas genitales (causadas por el papovavirus) y el molusco contagioso se deben a la acción de ciertos virus; finalmente, el linfogranuloma venéreo y la mayoría de los casos de uretritis no gonocócicas están producidos por la bacteria Chlamydia.
La transmisión de todas estas enfermedades se efectúa en la mayoría de los casos por contacto íntimo con una persona infectada, ya que los organismos que las producen mueren con rapidez si se los separa del cuerpo humano. Aunque la zona normal de contacto suele ser los genitales, el sexo oral y anal también produce casos de infecciones orales o anales. Algunas de estas afecciones, en concreto el chancroide y la producida por las ladillas, pueden extenderse de una parte de la piel a otra por la misma persona infectada a través de sus manos; las ladillas, los piojos, el herpes genital y la vaginitis producidos por Trichomonas y hongos también se pueden adquirir por otros medios que no son el contacto sexual. La gonorrea, la sífilis y las infecciones por Chlamydia pueden pasar de la mujer embarazada a su hijo, ya sea en el embarazo o durante el parto. Tales infecciones congénitas pueden ser bastante graves.
Aunque las infecciones de transmisión sexual comienzan en los genitales externos, se pueden extender también a la próstata, al útero, a los testículos y ciertos órganos cercanos. La mayoría de estas infecciones causan irritación, picores y ligeros dolores a nivel local, pero otras como la gonorrea y la uretritis por Chlamydia son una causa importante de esterilidad en las mujeres.
¿CÓMO SABER SI UNA PERSONA SE HA CONTAGIADO DE UNA ITS?
SÍNTOMAS EN LOS VARONES:
Puede aparecer dolor en el pene; secreción amarillenta o verdosa que mancha la ropa interior al salir por la punta del pene; ardor al orinar; bultos en la ingle.
También es posible que no presente ningún síntoma, pero si a uno de los miembros de la pareja le diagnosticaron una ITS, los dos deben cumplir el tratamiento indicado por el médico.
SÍNTOMAS EN LAS MUJERES:
Puede aparecer flujo amarillento o verdoso (quizás con mal olor); ardor o dolor en la vulva; necesidad de orinar con más frecuencia y dolor o ardor al hacerlo; dolor durante el coito.
También es posible que no presente ningún síntoma, pero si a uno de los miembros de la pareja le diagnosticaron una ITS, los dos deben cumplir el tratamiento indicado por el médico.
SÍNTOMAS EN LOS VARONES Y LAS MUJERES:
Tanto ellos como ellas pueden tener úlceras en los genitales, verrugas, ampollas, ganglios inflamados (bultos dolorosos en la ingle), lesiones tipo “ronchas” pequeñas en cualquier zona del cuerpo, especialmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
CONTROL
El carácter epidémico de las enfermedades de transmisión sexual da testimonio de la dificultad de controlarlas. Algunos organismos oficiales de salud pública atribuyen el incremento de muchas de estas enfermedades al aumento de la actividad sexual. También puede ser significativa la sustitución del preservativo (que proporcionaba cierta protección) por otros métodos de control de natalidad como anticonceptivos orales y diafragma.
Los modelos de enfermedad de transmisión sexual también cambian. La sífilis y la gonorrea fueron epidémicas en un tiempo, pero el uso masivo de la penicilina consiguió un control moderado sobre la sífilis. La atención se centró entonces en el control de la gonorrea, y en ese momento empezó a aumentar de nuevo la frecuencia de aparición de la sífilis. Aumentaron también, en las décadas de 1970 y 1980 el herpes genital y la infección por Chlamydia.
El tratamiento básico de las enfermedades de transmisión sexual producidas por bacterias es mediante el uso de antibióticos. La penicilina ha sido efectiva contra la sífilis y la gonorrea, pero muchos organismos gonorreicos resisten hoy la acción de este fármaco. En estos casos es efectivo la ceftriaxona o la espectinomicina. La tetraciclina se emplea para tratar el linfogranuloma venéreo, el granuloma inguinal y la uretritis por Chlamydia. Hay también tratamientos específicos para otras enfermedades de transmisión sexual como los fármacos antivíricos (aciclovir por ejemplo), que resultan efectivos contra el virus herpes.
La única forma de prevenir la propagación de las enfermedades de transmisión sexual es identificando a las personas con las cuales ha tenido contacto sexual la persona infectada y proceder a determinar si también necesitan tratamiento. Por lo general esto se lleva a cabo en los centros de salud pública, que es donde se informa de la mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual. Otras personas infectadas acuden a un médico privado para su tratamiento, y no se detectan todos los casos. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y la hepatitis B se transmiten también por contacto sexual.
PARA RECORDAR A LOS VARONES EN LAS VISITAS:
El agente sanitario en su charla con los varones puede recomendar:
• Es bueno que el varón pueda conversar con su pareja acerca de los temas relativos a la sexualidad y sobre la elección del método anticonceptivo apropiado, para que las necesidades, inquietudes y deseos de ambos sean compartidos.
• El Centro de Salud es un lugar donde los varones de todas las edades pueden plantear sus dudas y problemas en relación con la sexualidad y los métodos de prevención en salud sexual.
• Además, es bueno visitar el Centro de Salud regularmente para un control completo (que en los mayores puede incluir un examen de próstata).
Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
Conjunto de manifestaciones clínicas que aparecen como consecuencia de la depresión del sistema inmunológico debido a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Una persona infectada con el VIH va perdiendo, de forma progresiva, la función de ciertas células del sistema inmune llamadas linfocitos T CD4, lo que la hace susceptible a desarrollar cierto tipo de tumores y a padecer infecciones oportunistas (infecciones por microorganismos que normalmente no causan enfermedad en personas sanas pero sí lo hacen en aquellas en las que está afectada la función del sistema inmune).
Al principio de la década de 1980 se detectaron diversos fallecimientos debidos a infecciones oportunistas que hasta entonces sólo se habían observado en pacientes transplantados que recibían una terapia inmunosupresora para evitar el rechazo al órgano transplantado. Se comprobó que un gran número de estos fallecimientos se producían en varones homosexuales. En 1983, un especialista francés en cáncer, Luc Montagnier, del Instituto Pasteur de París, consiguió aislar un nuevo retrovirus humano en un nódulo linfático de un hombre que padecía un síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Por esas mismas fechas, científicos estadounidenses consiguieron también aislar un retrovirus (al que denominaron en principio HTLV III) en enfermos de SIDA, así como en personas que habían mantenido relaciones con pacientes con SIDA. Este virus, conocido en la actualidad como VIH, resultó ser el agente causante del SIDA.
Conviene recordar que la infección por VIH no implica necesariamente que la persona vaya a desarrollar la enfermedad; en esta fase el individuo se considera “seropositivo o portador”, pero es erróneo considerar a la persona infectada con el VIH un enfermo de SIDA. De hecho, se tiene constancia de que algunas personas han sufrido una infección por VIH durante más de diez años sin que, durante este tiempo, hayan desarrollado ninguna de las manifestaciones clínicas que definen el diagnóstico de SIDA.
En el último informe presentado por ONUSIDA (programa de las Naciones Unidas para combatir la enfermedad) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estimaba que, a finales de 2004, unos 39,4 millones de personas en todo el mundo estaban infectadas con el virus VIH. Durante ese año se produjeron unos 4,9 millones de nuevas infecciones y unos 3,1 millones de fallecimientos por causa de la enfermedad. La epidemia varía, en magnitud e impacto, de una región a otra. Los aumentos más pronunciados se han producido en Asia oriental y central, y en Europa oriental. En América Latina hubo alrededor de 1,7 millones de afectados (240.000 nuevos casos en 2004 y casi 95.000 fallecimientos).La epidemia de SIDA está afectando cada vez a un número mayor de mujeres.
Desde que una persona se infecta con el VIH hasta que desarrolla el SIDA suelen transcurrir entre 6 y 10 años. El estudio de la evolución de la enfermedad puede realizarse a través de distintos marcadores de laboratorio o estar basado en la secuencia de aparición de las diferentes manifestaciones clínicas. Dentro de los marcadores bioquímicos se suele considerar el descenso de la cifra de linfocitos T CD4 que, hasta hace relativamente poco tiempo, ha sido la referencia principal para catalogar el estadio de evolución de la enfermedad. Alrededor de tres semanas después de la infección por el VIH, la mayoría de los pacientes experimentan síntomas pseudogripales como fiebre, cefalea, eritema, linfoadenopatías y sensación de malestar. Estas manifestaciones desaparecen al cabo de una o dos semanas. Durante esta fase, denominada fase de infección aguda, el VIH se multiplica a una gran velocidad, sufriendo diversas mutaciones genéticas. Al principio, se produce un descenso de la cifra de linfocitos T CD4 pero, al poco tiempo, las cifras normales se recuperan en respuesta a una activación del sistema inmunológico. Durante esta etapa los individuos son altamente contagiosos.
El paciente entra entonces en un periodo libre de síntomas (fase asintomática) cuya duración puede ser superior a diez años. Durante ésta, el virus continúa replicándose causando una destrucción progresiva del sistema inmunológico. El recuento de linfocitos T CD4 suele ser normal.
En la fase siguiente, denominada fase sintomática precoz, se desarrollan los síntomas clínicos de la enfermedad y es frecuente la presencia de infecciones oportunistas leves.
En la última fase, denominada SIDA o fase de enfermedad avanzada por VIH, aparecen las infecciones y tumores característicos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
En muchas ocasiones, los enfermos con SIDA no fallecen debido a la infección por el propio virus, sino como consecuencia de la aparición de infecciones oportunistas o de algunos tipos de tumores. Las infecciones se desarrollan cuando el sistema inmunológico no puede proteger al organismo frente a diversos agentes infecciosos que están presentes de forma habitual en el medio ambiente y que en circunstancias normales no provocan enfermedad. La aparición de alguna de las diferentes infecciones oportunistas, llamadas enfermedades definitorias del SIDA, junto con el descenso de la cifra de linfocitos T CD4 es lo que determina el diagnóstico clínico de la enfermedad.
El VIH se transmite por contacto directo y para ello es necesario la presencia de una cantidad suficiente de virus. Esta proporción sólo existe en el semen y otras secreciones sexuales (flujo vaginal), en la sangre contaminada y, en menor cantidad, en la leche materna. El virus penetra en el organismo del individuo sano y entra en contacto con la sangre o las mucosas. Por lo tanto, el contagio del VIH se produce por vía sexual, sanguínea y de la madre al feto o al recién nacido.
El contacto directo con sangre infectada afecta a varios sectores de la población. La incidencia es muy elevada en los consumidores de drogas inyectadas por vía intravenosa que comparten agujas o jeringuillas contaminadas; en España es la principal vía de transmisión (52%). El riesgo de contagio del personal sanitario en los accidentes laborales por punción con una aguja o instrumento cortante contaminado con sangre infectada es del 0,3%. La transmisión del VIH a personas que reciben transfusiones de sangre o hemoderivados es muy improbable gracias a las pruebas que se han desarrollado para la detección del virus en la sangre. Su incidencia es casi nula para la administración de gammaglobulina y/o factores de coagulación.
Finalmente, la madre puede infectar a su hijo a través de la placenta en el útero, durante el nacimiento o en el periodo de la lactancia. Aunque sólo un 25-35% de los niños que nacen de madres con SIDA presentan infección por VIH, esta forma de contagio es responsable del 90% de todos los casos de SIDA infantil. Este tipo de transmisión tiene una incidencia muy elevada en el continente africano.
Actualmente se considera que el Tratamiento más eficaz para luchar contra el VIH es la combinación de tres medicamentos, dos análogos de los nucleósidos (inhibidores de la transcriptasa inversa) y un inhibidor de la proteasa. Aunque estas combinaciones pueden dar lugar a importantes efectos secundarios, cuando se usan con precaución es posible reducir los niveles del virus en sangre (carga viral) hasta cifras prácticamente indetectables. La carga viral debe determinarse de forma periódica entre 1 y 6 meses. En la actualidad, están llevándose a cabo ensayos clínicos de terapia intermitente con resultados esperanzadores.
También puede emplearse una combinación de dos análogos de los nucleósidos, inhibidores de la acción de la transcriptasa inversa, junto con un inhibidor no nucleósido de esta enzima (nevirapina, delarvidina). La nevirapina fue el primer medicamento de este tipo.
Además, existen diversos tratamientos muy eficaces para luchar contra las distintas infecciones oportunistas que se originan en el SIDA. Con estos tratamientos se consigue mejorar tanto la calidad de vida como la supervivencia de los enfermos. Distintos fármacos (cotrimoxazol) frente al microorganismo Pneumocystis carinii han permitido reducir drásticamente la incidencia de esta infección, así como su alta mortalidad. Varios tipos de fármacos antifúngicos, como la anfotericina B y el fluconazol, son enormemente eficaces. El ganciclovir y el foscarnet se utilizan para luchar contra la retinitis producida por los citomegalovirus, así como para tratar otras patologías producidas por herpesvirus.
Los científicos continúan investigando el desarrollo de nuevos fármacos que actúen a otros niveles del ciclo de replicación del virus. Algunos estudios concentran sus esfuerzos en estimular la respuesta del sistema inmunológico del paciente, mientras que otros guardan la esperanza de encontrar una vacuna eficaz que además se enfrenta a la dificultad añadida de la gran variabilidad genética del virus.
Desviaciones sexuales
Se refiere “a los individuos cuyos intereses sexuales se dirigen primariamente hacia objetos sexuales distintos a las personas del sexo opuesto, hacia actos sexuales no asociados habitualmente al coito o hacia el coito llevado a cabo bajo circunstancias extravagantes….” En efecto se refiere a algo que se aparta de la norma. Así una conducta desviada es aquella no practicada por la mayoría de la población en un determinado contexto cultural. Pero las costumbres varían de unas culturas a otras. En consecuencia lo que algunas culturas pueden considerar normal o no censurable para otras puede ser “desviado”.
La clasificación en distorsiones sexuales, Trastornos sexuales, Perversiones depende de los diferentes autores o escuelas que lo realicen por lo cual la clasificación que presentamos es un punto de vista particular de la autora de este material en particular.
Se denominan Distorsiones de la Sexualidad, a aquellas donde el fin sexual deja de ser la relación sexual en sí misma, entre ellas podemos encontrar:
Voyerismo: Su interés básico consiste en alcanzar el orgasmo a través de la visión de otras personas realizando actos sexuales o al verlas desnudas.
Fetichismo: Sólo alcanza el orgasmo a través de algún objeto.
Exhibicionista: El placer sexual se halla en la exposición de sus genitales.
Sadomasoquismo: El placer sexual se siente a través del dolor infringido o del recibido.
Sodomía: placer sexual por penetración anal.
Coprofilia: placer esta dado por defecar sobre la pareja.
Coprofagía: placer consiste en comer las heces.
Urolagnia: orgasmo a través de orinar sobre la pareja o ser orinado.
Violación: el placer esta dado por la violencia.
Perversiones en ellas el placer sexual si esta dado por un acto sexual, sin embargo el objeto sexual no es considerado como “normal” además de no dar opción al “objeto” de elección voluntaria.
Necrofilia: acto sexual con un cadáver.
Pedofilia: Elección de niños para la realización del acto sexual.
Zoofilia: satisfacción utilizando animales.
Fitofilia: utilización de vegetales para la penetración o para ser penetrados.
Actividades en grupos:
Swinging: relaciones sexuales en grupos de cónyuges donde los distintos matrimonios intercambian parejas.
Menage à trois: sexo entre tres individuos dos de un género y uno del otro.
Por ser temas muy discutidos y considerados como trastornos y defendidos como normales por otros, y por contemplar su existencia en animales opte por denominar a este grupo como Elecciones sexuales, porque esta denominación, debido a que estadísticamente ocupan un número considerable para ser considerados “anormales” tomando en cuenta que la normalidad se mide estadísticamente; y porque se mantiene el fin sexual en sí mismo además el objeto de amor comparte esta elección.
Entre ellas distingo:
Homosexualidad: atracción por una persona del mismo sexo. En su referente masculino Gay y femenino Lesbianas.
Travestismo: Vestirse respecto a un género diferente a su sexo civil.
Transexualismo: Forma más extrema de inversión genérica. Sienten que pertenecen al sexo contrario.
En la actualidad se tiende a repudiar activamente sólo a aquellas conductas sexuales que son impuestas y resultan perjudiciales a terceros (violación, pedofilia, etc.), en tanto que se considera un asunto privado las que no se aceptan voluntariamente por los individuos implicados en ellas.
INFORMACIÓN ADICIONAL:
08009992345 INADI (para realizar denuncias por discriminación)
0381 4514912 (denuncias sobre violencia familiar personalmente)
Denuncias: 102
0381 4308726 Minoridad y Flia. Piedras y 9 de Julio 3er piso. S.M. de Tuc
EPASI (ONG) Equipo de Prevención del Abuso Infantil 4342673
Comisaría de Atención a Victimas: Don Bosco 1886
Fundación Marita Verón: Salta 514 S.M de Tuc.
Observatorio de la Mujer: Centro de Salud (Av Avellaneda al 700)
Defensoría del niño: Hospital del Niño Jesús.
Delitos contra la honestidad
Abuso deshonesto Art. 127 del Código Penal • Voyeurismo
• Exhibicionismo
• Acoso Sexual
Violación Art. 119 del Cod. Penal
Violación con agravante por edad o lazos sanguíneos • Violación
• Incesto
• Pedofilia
Estupro Art. 120 del Cod. Penal • Pedofilia
Corrupción Art. 125 del Cod. Penal
Ley 26.364 de Trata de Personas • Trata de blancas
• Voyeurismo
Para las leyes argentinas. Se considera violación a aquel acceso carnal sin consentimiento. Por lo cual una violación no podría ser provocada por una mujer. (Art. 119 C.P.) Corresponden de 6 a 15 años de prisión.
Estupro: acceso carnal a un menor de 15 años y mayor de 12 con o sin su consentimiento por su inexperiencia (honestidad) sexual. Corresponden de 3 a 6 años de prisión. (Art. 120 C.P.)
Corrupción: se refiere a promover la prostitución, es relativa a ambos sexos y corresponden de 2 a 15 años de prisión. (Art. 125 C.P.)
Abuso Deshonesto: Se refiere al contacto corporal con significación sexual sin penetración o acceso carnal (Art. 127 C.P.)
Algunos delitos no tienen carátula en la Legislación argentina por lo cual depende de la experiencia y astucia del abogado para ser presentado. Ej. Exhibicionismo, o el incesto. Además de que existen agravantes a la carátula debido a edad o parentesco. O bien por lesiones graves.
Además en nuestra legislación todo empleado del estado o público tiene el deber de denunciar o puede ser acusado y cumplir una pena de 6 meses a 3 años.
Ley 26.364 Ley De Prevención Y Sanción De La Trata De Personas Y Asistencia A Sus Víctimas. Sancionada el 9 de Abril de 2008
En la actualidad se los denomina Delitos contra la integridad sexual. Modificación.
CODIGO PENAL Ley 25.087 Sancionada: Abril 14 de 1999. Promulgada: Mayo 7 de 1999. "Será reprimido con reclusión o prisión de seis meses a cuatro años el que abusare sexualmente de persona de uno u otro sexo cuando, ésta fuera menor de trece años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción.
CONTRA LA DISCRIMINACIÓN CONTRA LAS MADRES JOVENES
CUANDO AGOSTO ERA 21
(Fernando Ubiergo)
Se ocultaba en los pilares de los viejos pasadizos
Para esconder al Hijo que pronto iba llegar,
Fue difícil esconder en un blanco delantal
Los tres meses de más
Y salía del colegio con un siete en la libreta
Y en el vientre una cometa que pronto querrá volar;
Y se iba a caminar y se iba
A preguntar por las calles sin final.
Y se fue donde el cura, quien le dijo era pecado.
Y muy pronto un abogado le hablo de lo legal;
Y fue el profesor de ciencia
Quien le hablo de la inconsciencia de la juventud actual.
Haaaaaa de la juventud actual.
Coro
Los que juzgan no han sentido
El amor, el dolor y en el vientre
Unos latidos,
Y se enredan en en prejuicios,
Y el amor… se quedo en
UNOS CUANTOS LATIDOS….
Y sobraron los consejos que le hablaron de
Pastillas de una vieja mujercilla que el trabajo
Lo hace bien:
No falto una amiga esa amiga entre comillas que
Le dio una dirección.
Y salio desde el colegio en una fría mañana
Cuando la vieja campana aún no daba su talán;
Mientras el profe de ciencias hablaba
De la inconsciencia de la juventud actual…
Cuando agosto era 21 la encontraron boca
Arriba con la mirada perdida y su blanco delantal:
Y en el bolso de colegio dibujado un corazón que decía: TÚ y YO
Haaaaa que decía: TÚ y Yo
Coro
Los que juzgan no han sentido
El amor, el dolor y en el vientre
Unos latidos,
Y se enredan en en prejuicios,
Y el amor… se quedo en
UNOS CUANTOS LATIDOS….
Bibliografía
Colección “Descubriendo la sexualidad” Ed. “Ciudad Nueva” 2000.
Ed. Cultural, S. A. (España) 2002
CANESSA, PATRICIA; NYKIEL, CONNIE. “Manual Para la Educación Reproductiva y Salud Integral del Adolescente”
Ed. Copyright Organización Panamericana de la Salud 1992.
CORSI JORGE, VIOLENCIA FAMILIAR: una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema,
Ed Paidos, Argentina, 1995.
MARCHIORI, HILDA. “Criminología. Delito y Personalidad”
Ed. Marcos Lerner Córdoba. 1ra ed. 1984, 1ra reimpresión 1992
NANNINI, MARTINE, PERRONE, REYNALDO. “Violencia y Abusos Sexuales en la Familia.”
Ed. Paidos. 1997
SANZ DIANA Y MOLINA ALEJANDRO, Violencia Y Abuso En La Familia,
ED. MULEMN HUMANITAS, 1999, ARGENTINA.
SOLER, SEBASTIÁN. “Derecho Penal Argentino”.
Ed. Tea Bs. As. 1956 / 1982
TEUBAL RUTH, Violencia Familiar, Trabajo Social E Instituciones,
Ed. PAIDOS, ARGENTINA,2001.
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